I’ll Be Your Baby Tonight. Bob Dylan, 1967

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Aunque Bob Dylan es considerado como un pionero del rock and roll, en su dilatada trayectoria ha tocado multitud de géneros, también el country. Esta canción que os traigo hoy es un buen ejemplo de ello. La escribió tras un accidente de motocicleta que sufrió en 1967, cuando se trasladó a Nashville y probó suerte con el country. De esa etapa sus álbumes más representativos son John Wesley Harding (1967) –al que pertenece este tema, y cuyo nombre está tomado de un conocido pistolero y outlaw de Texas, John Wesley Hardin– y Nashville Skyline. La canción adquirió gran popularidad cuando Dylan la cantó en directo en el Festival de la Isla de Wight (Inglaterra) en 1969.

Dylan se arropó para esta grabación de un elenco de excepción. A la steel guitar escuchamos a Pete Drake –que también ha tocado en clásicos como Rose Garden, Behind Closed Doors, Stand by Your Man o Lay, Lady, Lay–, mientras que su bajista, Charlie McCoy, ingresó hace diez años en el Salón de la Fama del country. A su vez, el percusionista era Kenny Buttrey, uno de los músicos de sesión más influyentes en la música country, según la CMT (Country Music Television).

Burl Ives hizo un disco en 1968 con versiones de Bob Dylan, Johnny Cash y Paul Simon llamado The Times are a-changing. Su versión de este tema es la que abre el disco.

Emmylou Harris debutó con el disco folk Gliding Bird (1969). Os dejo con su versión de I’ll Be Your Baby Tonight.

Anne Murray la interpretó en su álbum de debut This Way is my Way (1969), que se presentó en Canadá, su país natal.

Se diría que esta canción era la elegida por todos los debutantes… En esta ocasión fue Linda Ronstadt quien la escogió para su primer disco, Hand Sown… Home Grown (1969).

Los maestros del bluegrass Lester Flatt y Earl Scruggs la incluyeron en Nashville Airplane (1970).

Por último, escuchemos a Rita Coolidge en The Lady’s Not For Sale (1972).

 

 

 

 

 

VI edición del Huercasa Country Festival

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Este festival de música country se ha asentado con todas las de la ley en la localidad segoviana de Riaza. Su sexta edición, celebrada entre los días 5 y 7 de julio, lucía un cartel excepcional, con la presencia de una de las grandes figuras del country actual, Hayes Carll, que actuó el 6.
Una vez más, la asistencia batió todas las previsiones, y se estima que hubo 12.000 personas, dos mil más que en la edición precedente, es decir, que durante el fin de semana la población de Riaza se sextuplicó gracias, sí, al country. La empresa hortofrutícula Huercasa está cumpliendo con su objetivo de visibililizar el género con una cita anual cuyo santo y seña es el ambiente familiar y la vida sana, con las consabidas mazorcas de maíz de la compañía.
El festival comenzó a las 19:00 del viernes 5 de julio con un maratón de bailes country y western dance, de la mano de Mario Hollsteiner. A continuación, subió al escenario la estrella emergente Ashley Campbell (sí, la hija de Glen), que promocionó su disco de debut The Lonely One (2018). A esta cantante de Arizona le siguió un artista de Nashville, Will Hoge, y el primer día se cerró con el madrileño Quique González, que puede presumir de haber trabajado en Nashville y haber grabado un disco allí, Daiquiri Blues.
El sábado pudimos disfrutar de la actuación de la HFC All Stars Band, capitaneada por Jeff Espinoza, que contó con la participación de más quince músicos de distintas formaciones. Entre el repertorio con que el grupo deleitó al personal, destacaron versiones suyas de Rose Garden o Slow Turning.
Luego, llegó el turno de Chuck Mead & The Grassy Knoll Boys, que hicieron un recorrido por su discografía basada en el honky tonk.
Los clásicos de la escena musical californiana The Long Ryders, dirigidos por Sid Griffin, presentaron su nuevo trabajo, Psychedelic Country Soul, editado este mismo año tras más de tres décadas de silencio, y completaron su actuación con uno de sus éxitos más celebrados, Looking for Lewis & Clark.
Para cerrar la jornada del sábado, vino el plato fuerte, el texano Hayes Carll, que ofreció un recital en el que demostró que se encuentra en su mejor momento. Recientemente ha lanzado What It Is, que podría encuadrarse en el country rock.
El postre lo sirvió el domingo al mediodía el grupo extremeño Conjunto de San Antonio, especializado en Tex-Mex.
Escuchemos ya algunos temas de los participantes de este festival.
Empezamos con Ashley Campell y el gran detalle que tuvo con el público español: una versión, con banjo incluido, de La chica de ayer, de Nacha Pop.

Este es el tema que da título al disco de Quique González grabado en Nashville, Daiquiri Blues.

Ahora, un directo desde Nashville de Chuck Mead and The Grassy Knoll Boys, Evil Wind.

Como os decía antes, uno de los temás más populares de The Long Ryders es Looking for Lewis and Clark, un tema rock de 1985.

Al último trabajo de Hayes Carll pertenece Times Like These.

Ahora, nos vamos a Almendralejo (Badajoz), aunque se diría que estamos en la frontera entre Texas y México. Os dejo con Conjunto San Antonio y esta notable versión de Jambalaya, de Hank Williams.

For the Good Times. Kris Kristofferson, 1970

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La canción que vamos a escuchar hoy pertenece al disco de debut del gran Kris Kristofferson, disco del que ya hemos escuchado en este blog Sunday Morning Coming Down, Me and Bobby McGee y Help me make it through the night. El tema que os traigo hoy también fue tratado por el blog La Guitarra de las Musas (aquí podéis ver la entrada), donde pudimos disfrutar de alguna de las múltiples versiones que se han hecho del mismo (algunas aparecerán aquí de nuevo).
For the Good Times es una estupenda balada que hace recuento de los rescoldos de una relación que ha llegado a su fin: “No estés tan triste. Sé que ha terminado pero la vida sigue y el mundo seguirá girando”. El narrador, entonces, anima a su pareja a que finja amarle una vez más. Por los viejos tiempos.
Kristofferson empezó a componer la canción ya en 1968, aunque no la grabaría hasta dos años más tarde. Os dejo con su versión original.

La grabación de Ray Price el mismo año de su composición fue un tremendo éxito y contribuyó a convertirla en un clásico del country. El cantante consiguió, además, varios premios en la Academia de Música Country: canción y single del año.

Ese mismo año Lynn Anderson la incluyó en Rose Garden. Contaba entonces con 22 primaveras.

Kenny Rogers la grabó junto con su grupo The First Edition. Esta grabación apareció en Love Songs (1989), en colaboración con otras figuras de la música.

Rita Coolidge, quien se casaría con Kristofferson en 1973, también versionó este tema y lo incluyó en Out of the Blues (1996), dándole un toque levemente jazzístico.

Escuchemos ahora la versión de Anne Murray en su álbum Country Crooning (2002).

Esta fue una de las últimas canciones que grabó Johnny Cash. Inédita hasta 2010, apareció en American VI: Ain’t No Grave.

Willie Nelson sigue incansable a sus 83 años. Prueba de ello es que este año ha sacado dos discos. El último de ellos, el pasado septiembre, es un tributo a Ray Price, fallecido en 2013; y en él Nelson recupera una selección de los mejores temas interpretados por Price. Por supuesto, no podía faltar For the Good Times.

Anne Murray, la primera superestrella canadiense

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Anne Murray nació en la provincia de Nueva Escocia (Canadá) en 1945, y su nombre es hoy sinónimo de música canadiense. Fue la primera artista no estadounidense que consiguió un disco de oro y la primera canadiense que ganó el premio al Mejor Álbum del Año de la Asociación de Música Country. Más de 50 millones de discos vendidos avalan su trayectoria.
Murray se interesó por la música a temprana edad. Su voz era alabada por todos, y aprendió a tocar el piano. Debutó en 1968 con el álbum What About Me, y un año después su segundo disco la catapultó a la fama, con el tema Snowbird, que escucharemos luego, entre sus pistas.
Su popularidad fue in crescendo y la industria del country estadounidense se fijó en ella tras su aparición en el programa de Glen Campbell. Durante los años 70 y 80, encadenó un éxito tras otro: Danny’s Song (1972), A Love Song (1973), You needed me (1978), A Little Good News (1983), Just Another Woman in Love (1984)… y muchos más. Tras mermar los aplausos en la siguiente década, se acabó retirando de los escenarios en 2008, y actualmente reside en Toronto.
Su primer número 1 fue Snowbird (1970), escrita un año antes por otro canadiense, Gene MacLellan. La canción se puede encuadrar en el country-pop y, aunque han sido muchos los artistas que la han grabado desde entonces, la versión más conocida sigue siendo la de Murray. Pertenece a su álbum This Way is my Way (1969) y el single fue el primer disco de oro de una artista canadiense en solitario, y el primero que acogió el recién fundado Salón de la Fama de la Música Canadiense en 2003. La protagonista quiere romper con sus ataduras, y se pregunta por qué su vida no es como la de un pájaro de nieve, que no necesita más que extender sus alas y salir volando hacia un lugar sin preocupaciones.

Lynn Anderson la incluyó en su disco Rose Garden (1970).

Ese mismo año Loretta Lynn la grabó en Coal Miner’s Daughter.

“El hombre que podía hacer hablar a la guitarra”, Chet Atkins, la incluyó en For the Good Times (1971). Su interpretación le valió un Grammy a la mejor actuación instrumental de country.

Os dejo con la versión de Hank Snow en su álbum Award Winners (1971).

Adiós a un icono

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Esta mañana nos ha sorprendido la noticia de la muerte de una de las referencias de la música country, Lynn Anderson. Anderson llevaba el country literalmente en las venas ya que sus padres eran compositores. Su muerte ha llegado inesperadamente a los 67 años cuando acababa de sacar un nuevo álbum, Bridges, publicado el pasado 9 de junio. Os dejo con uno de los temas de este álbum, Drift Away, una versión de un clásico de 1972.

Con motivo de su muerte, aquí tenéis la entrada que dediqué el pasado 29 de diciembre a la canción más famosa de su carrera, (I never promised you a) Rose Garden. Uno de los versos de la canción adquiere en este momento una significación especial: «Acompáñame y comparte los buenos tiempos mientras podamos».
https://riverofcountry.wordpress.com/2014/12/29/rose-garden-joe-south-1970/

River of Country: año I

Sí, el 11 de enero de 2014 iniciaba esta aventura donde la música country fluye continuamente como un río. Pasado un año, y después de 323 entradas publicadas, ha llegado la hora de hacer balance, de rendir cuentas y repasar las principales estadísticas de este blog.
Países visitantes, la primera. Los huéspedes de esta casa proceden de todos los confines del mundo, desde Canadá a Nueva Zelanda, pasando por Vietnam, Bangladesh o Pakistán, hasta un total de 65. Lógicamente, predominan los de habla hispana, y las visitas de los países citados no dejan de ser testimoniales. El ranking lo encabeza, aparte de España, Estados Unidos, y le siguen México, Suecia, Argentina, Chile y Colombia.
Por lo que respecta a los comentarios recibidos, estos han superado los 500. Encabeza la lista Ernán Dezá, del blog Después de la media rueda; Raúl, responsable del blog La Guitarra de las Musas; Manuel Cerdà, de El Blog de Manuel (Música de Comedia y Cabaret); y Salva, de Mentalparadise.
Hagamos ahora un repaso por las entradas que más aceptación han tenido.
En primer lugar, la dedicada al banjo como elemento fundamental de la música country.
https://riverofcountry.wordpress.com/2014/02/25/oh-susana-no-llores-mas-por-mi/
La segunda entrada más vista estaba dedicada a una de las primeras grabaciones de música country que se conserva, inspirada, por cierto, en un caso real.
https://riverofcountry.wordpress.com/2014/03/07/basado-en-hechos-reales/
La historia de la música country parece que gusta, ya que el siguiente puesto corresponde a la familia Carter, pioneros de este estilo.
https://riverofcountry.wordpress.com/2014/04/05/familia-carter-el-primer-grupo-de-musica-country/
Ahora le toca el turno a un tema popularizado por Johnny Cash, pero que se remonta a la década de los 40.
https://riverofcountry.wordpress.com/2014/03/22/ghost-riders-in-the-sky-stan-jones-1948/
Indudablemente, la música folk tiene sus adeptos. El siguiente puesto le corresponde a Midnight Special, que probablemente muchos conoceréis por la versión de Creedence Clearwater Revival.
https://riverofcountry.wordpress.com/2014/04/24/el-tren-de-la-medianoche/
Y si la familia Carter despierta pasiones, no podía faltar otro pionero del country, Jimmie Rodgers, a quien, curiosamente, dediqué la primera entrada.
https://riverofcountry.wordpress.com/2014/03/24/jimmie-rodgers-el-padre-de-la-musica-country/
La música country no sería la mismo sin Hank Williams. Una de sus canciones más conocidas, Jambalaya, se alza a la séptima posición.
https://riverofcountry.wordpress.com/2014/04/21/jambalaya-on-the-bayou-hank-williams-1952/
Poco antes de la ceremonia de los Oscar del año pasado, llamaba la atención sobre la canción country de Gravity, cinta que finalmente se hizo con la estatuilla al mejor director, entre los siete que obtuvo.
https://riverofcountry.wordpress.com/2014/02/17/el-country-se-escucha-hasta-en-el-espacio/
A continuación, otra canción folk que habla sobre los campos de algodón y que cuenta con varias versiones, una de ellas de la Creedence. ¿Qué tendrá este grupo?
https://riverofcountry.wordpress.com/2014/04/17/esos-campos-de-algodon/
Por último, y para no eternizarnos, la entrada más reciente de la lista –publicada el 29 de diciembre–, Rose Garden, con sus innumerables versiones.
https://riverofcountry.wordpress.com/2014/12/29/rose-garden-joe-south-1970/
Hablemos de las series que han ocupado un lugar preponderante en este blog. La de más duración –40 entregas– fue la dedicada a los estados country, El country marca su territorio. Le sigue La Babel del Country, serie consagrada a la música country en otros idiomas –9 entregas– y dos miniseries relacionadas con el cine: Cine Country (3 entradas) y Al tío Oscar le gusta el country (2 entradas), con las canciones nominadas u oscarizadas de este género musical.
Por supuesto, no podía terminar sin daros las gracias a todos los que habéis visitado el blog, habéis pulsado “me gusta” o habéis dejado comentarios.
Como todos los días, quiero terminar con una canción, Happy, happy birthday baby, cantada por Dolly Parton en 1965 y que fue su primera entrada en las listas. Compuesta en 1957, la versión de Ronnie Milsap la revitalizó en 1986. Escuchemos ambas consecutivamente.

Rose Garden. Joe South, 1970

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Esta canción, conocida como I never promised a rose garden, fue escrita por Joe South, que también la grabó, aunque, si se convirtió en un éxito internacional, fue gracias a la versión de Lynn Anderson de 1970.
La artista se interesó por el tema, pero su productor la consideraba ”una canción de hombres” (“te podría prometer un gran diamante”, dice la letra). Finalmente le dio luz verde y acabó siendo uno de los mayores éxitos de su carrera.
La letra transmite optimismo, y, según Lynn Anderson, esa fue la principal razón de su éxito: la gente quería olvidarse de las miserias de Vietnam. Aunque las cosas no siempre salgan como se han planeado –“siempre tiene que haber un poco de lluvia”–, hay que sobreponerse –“no ponerse melancólico y compartir los buenos tiempos mientras se pueda”.
La canción se ha grabado en otros idiomas, véase la versión de Duncan Dhu Jardín de rosas.

O la portuguesa Mar de rosas, de The Fevers.

Escuchemos ahora la original del autor, Joe South.

El verdadero éxito llegó con la grabación de Lynn Anderson, en octubre de 1970, que le valió el Grammy a la mejor interpretación femenina al año siguiente.

Os dejo con la versión de Loretta Lynn, perteneciente a su álbum I wanna Be Free (1971).

La cantante canadiense K.D. Lang la versionó en 1987, en su álbum Angel with a Lariat.

En 2005 Martina McBride publicó su disco Timeless, repleto de versiones de grandes clásicos como este.