Por tercer año consecutivo, la localidad segoviana de Riaza ha acogido el único festival en España dedicado a la música country, al que han asistido unas 10.000 personas (los menores de 16 años acompañados entraban gratis).
La cita fue los días 8 y 9 de julio y, como siempre, llegó bendecida por la empresa hortofrutícola Huercasa, presidida por Félix Moracho. Las puertas se abrieron el viernes 8 a las 19 horas y la fiesta se prolongó hasta la noche del 9. El primer día actuaron HCF All Stars Band, un grupo creado para la ocasión y compuesto por Jeff Espinoza –que este año ha sacado el disco en solitario Gypsy Runner–, el madrileño Juan Carlos Esteban, el pianista y cantante estadounidense Gene Taylor, Francisco Simón, Ezequiel Navas a la batería y Manuel Bagüés al bajo. El mismo día los asistentes pudieron disfrutar con la presencia de Ryan Bingham, ganador del Oscar a la mejor canción por un tema que luego escucharemos, acompañado por el guitarrista Richard Bowden.
The Turnpike Troubadours, de Oklahoma, pusieron el broche a esta jornada sobre el escenario del campo de fútbol municipal de Las Delicias. Era su única actuación en España, y su estilo red dirt –en alusión a la tierra roja de Oklahoma– no defraudó. Fundado en 2007, hasta la fecha han editado cuatro discos.
A la mañana siguiente el festival se animó con Western Pacific y, por la tarde, la canadiense Whitney Rose y el californiano Sam Outlaw arrancaron sonoros aplausos. The Mavericks, grupo liderado por Raúl Malo, hijo de inmigrantes cubanos, clausuró la fiesta interpretando algunas canciones de su último trabajo, Mono, que salió a la venta el pasado febrero. El grupo lo completan Jerry Dale MacFadden, Paul Deakin y Eddie Perez.
Escuchemos ya algunas canciones y tendencias del cartel de este año.
Gin, Smoke and Lies es un tema de The Turnpike Troubadours perteneciente a su álbum Goodbye Normal Street (2012).
Al mismo álbum pertenece Before the Devil Knows We’re Dead. Escuchémosles en un vídeo en directo en 2013.
Vamos ahora con dos temas extraídos del último trabajo de The Mavericks, Mono. En primer lugar, Pardon Me.
Os dejo ahora con The Only Question is, en clave de blues.
La oscarizada canción de Ryan Bingham lleva por título The Weary Kind y pertenece a la película Crazy Heart, con el gran Jeff Bridges.
Escuchemos ahora otro de sus más celebrados trabajos para la pantalla, en este caso el tema principal de la serie The Bridge, Until I’m One With you.
ryan bingham
El gran día puede ser esta noche
Es lo que decía Irving Berlin en su canción Stepping out with my baby (“Saliendo con mi chica”), y es lo que sentirán los nominados a alguno de los premios Oscar, que se fallan esta noche. Este año no hay ninguna canción de género country que opte a la estatuilla a la mejor canción original; pero, si volvemos la vista atrás, hubo cuatro (o tres, si somos puristas) que no solo compitieron por el galardón, sino que lo ganaron. Fueron estas:
Do not forsake me oh my darling. En 1952 Fred Zinneman rodó un western ciertamente atípico sobre los conflictos de conciencia a los que se enfrenta un sheriff, Gary Cooper, cuando llega al pueblo el líder de una banda criminal. La película no tuvo buena acogida (dos pesos pesados como John Wayne y Howard Hawks la criticaron abiertamente), pero pocas veces una canción ha captado tan bien el significado de una historia en la que el deber acaba siendo un sinónimo del amor. El tema, también conocido como la Balada de High Noon, tiene música de Dimitri Tiomkin y letra de Ned Washington. Escuchemos la melodía de Tex Ritter tal como suena en la película:
I’m easy. Hubo que esperar a 1975 para ver laureada otra canción country. Fue gracias a Nashville, la película en la que Robert Altman homenajeó a la cuna del country. La canción I’m easy, de Keith Carradine, fue el único Oscar que recibió esta cinta, que sigue la vida de varios personajes relacionados con la industria country en la capital de Tennessee. El tema nos habla de un amante muy ingenuo que siente una gran admiración por su amada. Escuchémoslo:
Things have changed. Bob Dylan también ha hecho su particular incursión en el terreno country, fusionándolo con otros estilos como el rock o el folk. La película de Curtis Hanson Jóvenes prodigiosos (Wonder Boys, 2000) contaba con una banda sonora de excepción. Por cierto que el tema se usó en el anuncio que Chrysler emitió en la última Super Bowl el 2 de febrero.
The weary kind. Nueve años más tarde, ganó el Oscar esta canción del más puro estilo country, que aparece en la película Corazón salvaje (Crazy Heart), por la que Jeff Bridges también se llevó la estatuilla. El creador de la canción, Ryan Bingham, afirma en la letra que “este no es lugar para los tristes y exhaustos”, una versión libre de la cita bíblica del Evangelio según San Mateo, “venid a mí los tristes y cansados que Yo os aliviaré”. El tema lo ganó todo: el Oscar, el Globo de Oro y el Grammy.