Roy Linwood Clark nació en Virginia en 1933, y creció entre dos grandes urbes, Nueva York y Washington. Desde muy joven, pudo desarrollar su talento para los instrumentos musicales. A los 15 años, ganó un campeonato de banjo y otro de banjo y guitarra, y a los 17 hizo su primera aparición en el Grand Ole Opry. En los años 50 empezó su fulgurante carrera televisiva, y contribuyó enormemente a popularizar el country.
Empezó a trabajar en el programa de uno de los grandes del género, Jimmy Dean, pero lo despidieron por problemas de puntualidad. Se dice que Dean le dijo: “Eres la persona de más talento a la que me he visto obligado a despedir”. En cualquier caso, no le guardó ningún rencor, ya que, en cuanto tuvo otro programa a principios de los sesenta, se apresuró a contar con él.
Sin dejar ese formato, en 1963 dio el salto a la grabación de discos. Firmó primero con Capitol Records y luego se inclinó por Dot Records. Seis años después, le llegó la oportunidad de presentar su propio programa, Hee Haw, junto con Buck Owens, que se emitiría hasta 1992. Clark también se dejó ver en la gran pantalla: Matilda (1978) o Uphill All The Way (1986) fueron algunas de las cintas en que intervino. En 1987, entró formalmente en el Grand Ole Opry y, en 2009, en el Salón de la Fama de la Música Country.
Escuchemos Alabama Jubilee, que le valió el Grammy a la mejor actuación instrumental country en 1981. El vídeo en cuestión corresponde a un programa de Porter Wagoner emitido en 1969.
Este 2015 se cumple un siglo desde que George L. Cobb y Jack Yellen escribieran el tema de marras, y desde entonces ha conocido multitud de versiones. Una de las primeras grabaciones fue la de los Skillet Lickers, en 1926.
La versión de Red Foley (1951) llegó al tercer puesto en las listas de country.
Escuchemos la versión instrumental de The Ferko String Band (1955).
Ahora vamos con dos virtuosos de la guitarra. En primer lugar, Chet Atkins (1956).
Y, finalmente, Jerry Reed, quien la incluyó en su álbum Cookin’ (1970).
skillet lickers
Llegas tarde para cenar
Como complemento a la serie que estoy dedicando a la Guerra de Secesión, hoy vamos a escuchar una canción folk de corte humorístico que fue muy popular en la época, pero que no hace referencia a la guerra en sí. Me refiero a Old Dan Tucker, que goza de innumerables versiones.
No se sabe exactamente su origen, que se remontaría a los años anteriores a la guerra. En concreto, hay una versión de 1843 con letra de Dan Emmett, el creador de Dixie, que contaba a la sazón con 15 años. Este compositor fue además el fundador de la primera compañía de trovadores con la cara pintada de negro, tan populares a finales del siglo XIX y principios del XX.
Otra versión sobre su origen es que fue escrita por esclavos en Georgia a propósito de un granjero llamado Dan Tucker. La letra cuenta con multitud de variantes, todas con un estribillo en común –“Quítate de en medio; llegas tarde para cenar”–, algunas de las cuales son parodias políticas. John Steinbeck hizo una referencia a la canción en su novela Las uvas de la ira.
Escuchemos la versión de Second South Carolina String Band, incluida en el disco Southern Soldier (1997).
Grandpa Jones y su mujer interpretaron este clásico del bluegrass en el Grand Ole Opry.
Una de las primeras grabaciones que se conservan de esta popular melodía se la debemos al violinista Fiddlin’ John Carson, que la grabó en 1924.
El virtuoso del banjo Uncle Dave Macon también la grabó en los años 20.
El especialista en el fiddle Gid Tanner y su grupo, los Skillet Lickers, la grabaron poco después.
En los años 50 la estrella del country Johnny Horton, que se singularizaba por grabar temas muy alegres, hizo su propia versión.
Pete Seeger, que nos dejó el pasado año, se dedicó a revitalizar la música folk, algo que ciertamente logró con este estándar del bluegrass.
Escuchemos ahora alguna versión reciente. En primer lugar, la de Bruce Springsteen, que en 2006 la interpretó en un concierto en Verona.
Por último, escuchemos al cantante de ascendencia irlandesa Jimmy Kelly, en su disco The Hometown Sessions (2010).
Pura energía: Cotton Eyed Joe
Como prometía el pasado martes al decir que en breve dedicaría una entrada a Cotton Eyed Joe, hoy escucharemos esta canción folk donde el fiddle adquiere un protagonismo especial.
De ésta, como de tantas otras canciones folk, no se conoce la fecha exacta de su composición. Sin embargo, podemos aventurarnos con una aproximada, y situarla antes de la Guerra de Secesión (1861-1865), ya que durante la misma ya era conocida, y, según la historiadora de la música Dorothy Scarborough, los esclavos la cantaban en las plantaciones de Luisiana.
La primera versión publicada data de 1882, cuando la editorial Harper and Brothers puso por escrito la letra, que, lógicamente y al ser de tradición oral, cuenta con diversas variantes. “De no haber sido por Joe el de los ojos de algodón, habría estado casado hace mucho tiempo”, nos cuenta, por lo que podemos inferir que el tal Joe le quitó la novia al autor.
De notable popularidad en Texas, llegó a ser conocida como el himno del sur de ese estado, y aún goza de gran predicamento: multitud de colegios universitarios la tocan al comienzo de sus partidos de baseball.
Vamos a comenzar por la primera versión grabada que se conoce. Se la debemos a los Carter Brothers (George y Andrew) e hijo (Jimmie, que aquí toca la guitarra con solo nueve años). Es de 1928 y fue editada por The Brunswick Company. Este grupo, por cierto, nada tiene que ver con la familia Carter.
Los Skillet Lickers, capitaneados por Gid Tanner, grabaron Cotton Eyed Joe en los años 30.
Escuchemos ahora la grabación que hizo Bob Wills and his Texas Playboys en 1946.
Os dejo ahora con la versión que hizo el padre de la música bluegrass, Bill Monroe, y los Bluegrass Boys, quienes añadieron al fiddle el banjo y la mandolina.
En 1980 Isaac Peyton Sweat nos regaló esta gran versión.
En este último año, la película Urban Cowboy también incluyó este clásico en su banda sonora.
En 1985 el grupo Asleep at the Wheel (“Dormidos al volante”) ejecutó una versión memorable. Escuchémosla.
La colaboración entre la banda irlandesa The Chieftains y uno de los máximos exponentes vivos de la música bluegrass, Ricky Skaggs, alumbró una interpretación antológica, que se tradujo en una nominación al Grammy a la mejor instrumentación country en 1992 por el disco Another Country.
Esta melodía ha traspasado fronteras y el grupo sueco Rednex alcanzó un gran éxito en 1994 con otra versión de dudoso gusto, que recibió críticas por su toque techno. La canción está extraída del álbum Sex and violins y fue un gran éxito en Europa, donde alcanzó lo más alto de las listas en Noruega, Suecia, Alemania, Austria, Suiza o Finlandia, entre otros.