Así reza el título de la canción de hoy, con la que seguimos en la estela de Ned Miller, de quien, en la última entrada, escuchamos ya From a Jack to a King. La de hoy, Do what you do, do well, no alcanzó las cotas de popularidad de aquella, pero tampoco le fue mal en las listas –llegó al puesto número 7.
El single apareció en 1965. Pertenecía a su tercer álbum, The Best of Ned Miller, ya bajo el paraguas de Capitol Records. La canción es toda una declaración de intenciones: un hombre recuerda el consejo que le dio su padre cuando era niño y al que ha intentado mantenerse fiel toda su vida. “(Mi padre) no podía mover una montaña ni derribar un gran árbol, pero se convirtió en un hombre poderoso con una simple filosofía: ‘Hagas lo que hagas, hazlo bien, da tu amor y todo tu corazón: hagas lo que hagas, hazlo bien’”.
Este es Ned Miller.
El caballero sureño, Sonny James, la grabó en Invisible Tears (1969).
Johnny Cash y su hermano menor, Tommy, la interpretaron en este directo de 1969.
Slim Whitman la versionó en The Collection (1970).
Charley Pride la incluyó en I’m Gonna Love Her on the Radio (1988).
Hoy vamos a disfrutar de una de las mejores canciones country y western que se han compuesto nunca, al menos según la Asociación de Escritores del Oeste de América, que la considera una de las 100 canciones de este estilo de mayor calidad.
Billy Hill –muerto prematuramente a los 41 años de edad– se basó en un poema escrito por J. Keirn Brennan expresamente para Bing Crosby, quien la cantó por vez primera en la película Rhythm on the Range, de Norman Taurog (1936). Su interpretación en ese musical de la Paramount tuvo tanto éxito, que ese mismo año la grabó en el sello Decca Records.
Se trata esta de una evocadora canción que habla de la soledad a la que se enfrentan los cowboys cuando cabalgan a través de las vastas extensiones de las planicies: “Sillas de montar vacías en el viejo corral. Pistolas vacías cubiertas de herrumbre. Botas vacías cubiertas de polvo”.
Bing Crosby la grabó otra vez en 1944.
Uno de los más conocidos «cowboys cantantes», Roy Rogers, la interpretó en 1947.
El grupo Sons of the Pioneers la incluyó en su discografía más de una vez. Os dejo con la que sonó en su álbum Cool Water (1960).
Con ustedes, Johnny Bond.
El actor y cantante Burl Ives la versionó en 1961.
La grabación de Jimmie Rodgers pertenece a When the Spirit Moves You (1960).
Los Sons of San Joaquin la incorporaron a su álbum Songs of the Silver Screen (1993).
Hacia el final de su carrera, Slim Whitman la cantó en su álbum Twilight on the Trail (2010). Llama la atención lo bien que conservaba la voz a sus 85 años.
Pocas veces un solo título se identifica tanto con un país como en el caso de Danny Boy e Irlanda.
Sin embargo, ¿quién diría que su letra no fue escrita por un irlandés sino por un inglés? ¡La música no tiene fronteras! Su autor fue, en efecto, un abogado británico que destacó en su faceta como compositor –se cree que escribió la letra de nada menos que 3.000 canciones populares–. Se llamaba Frederic Weatherby y la alumbró en Bath (Inglaterra) en 1910, si bien su popularidad le llegó dos años más tarde, cuando su cuñada irlandesa, que había emigrado como tantos compatriotas a Estados Unidos, le envió la melodía de Londonderry Air, una nostálgica tonada muy popular en Irlanda. Weatherby adaptó la letra a esa música y la publicó, finalmente, en 1913.
No se sabe con certeza quién fue el creador de la melodía, aunque se suele citar el nombre de Rory Dall O’Cahan, quien vivió allá por el siglo XVII.
El tema se hizo muy popular y en 1915 se grabó por primera vez. Teniendo en cuenta el contexto en el que prosperó, durante la Primera Guerra Mundial y los años que condujeron a la independencia de Irlanda (1921), la interpretación más extendida es que habla de un anciano padre que despide a su hijo, que va a partir a la guerra, y le insta a volver cuando haya teminado y rece una oración ante su tumba. Aunque no es una canción expresamente religiosa, raro es que no suene en los funerales irlandeses.
Considerada un himno no oficial por parte de muchas comunidades de estadounidenses y canadienses de ascendencia irlandesa, como la melodía nació en el condado de Derry (Irlanda del Norte), también es muy apreciada allí, especialmente en el ámbito deportivo.
Escuchemos ya algunas grabaciones de esta canción por relevantes figuras de la música country.
Aunque las primeras grabaciones de Danny Boy fuera de Europa ya habían tenido lugar en los años cuarenta merced a Glenn Miller o Bing Crosby, entre otros, el primer cantante de country que se fijó en ella fue Slim Whitman en 1955.
Conway Twitty fue el primero en incluirla en un disco de larga duración. Su versión pertenece a Saturday Night (1959).
Johnny Cash grabó Danny Boy en dos ocasiones: una en Orange Blossom Special (1965) y otra hacia el final de su vida en American IV: The Man Comes Around (2002). Escuchemos la segunda de ellas.
Jim Reeves la grabó como single en 1961.
La versión de Ray Price pertenece a su disco homónimo, Danny Boy (1967).
Glen Campbell grabó un álbum con varios temas folk en The Artistry of Glen Campbell (1972); entre ellos se incluía Danny Boy.
Una de las últimas canciones que grabó Elvis Presley antes de morir fue esta en febrero de 1976.
En la anterior entrada, escuchábamos un tema en el que el protagonismo recaía sobre las praderas. Los valles son hoy las estrellas de Red River Valley.
Su título puede hacer referencia bien al valle del Río Rojo, frontera entre Texas y Oklahoma, bien al del mismo nombre en Dakota del Norte y Minnesota, que se adentra también en Canadá. La segunda opción es la más probable. Aunque ya era conocida hacia 1870, el primero en publicarla por escrito fue James J. Kerrigan en 1896.
Nos encontramos ante una balada western de temática amorosa en la que el protagonista se lamenta de que su amada vaya a abandonar el valle. Al igual que Bury Me Not on the Lone Prairie, este también es muy cinematográfico, más incluso. Gene Autry la popularizó en Red River Valley (1936), John Ford la utilizó en Las uvas de la ira (1940), Bogdanovich en La última película (1971), George Cosmatos en Tombstone: La leyenda de Wyatt Earp (1993)…
La versión de Gene Autry está incluida en The Essential Gene Autry, que recogía sus grabaciones entre 1933 y 1946.
Sons of the Pioneers grabó una colección de canciones western en Western Classics (1953).
Ahora una voz femenina, la de Jo Stafford en Starring Jo Stafford (1953).
“El otro” Jimmie Rodgers la incluyó en Twilight on The Trail (1959).
La primera vez que Marty Robbins la grabó fue para su álbum More Greatest Hits (1961).
Slim Whitman alcanzó un gran éxito en el mercado británico con Red River Valley (1977).
A su vez, Michael Martin Murphey triunfó con su versión de este clásico en Cowboy Songs (1990), que alcanzó además la consideración de disco de oro, algo que no ocurría con un disco de temática cowboy desde 1959 con Marty Robbins y su Gunfighter Ballads and Trail Songs.
Termino con una versión instrumental en la que la armónica se adueña del pentagrama.
Hoy vamos a escuchar una canción popular de 1939, que luego grabarían multitud de orquestas de swing, así como artistas de reconocido prestigio, no solo del género country, aunque nosotros nos centraremos, cómo no, en este estilo.
Uno de sus autores era norirlandés y el otro inglés, pero fue en Estados Unidos donde triunfó. La letra nos presenta a un hombre que recuerda con nostalgia un amor que tuvo en México (al sur de la frontera, como dice el título). Conoció la felicidad y ahora se arrepiente de haber abandonado a la chica. La canción, una de las 100 mejores por la Asociación de Escritores del Oeste de América, fue incluida el año de su publicación en la banda sonora de South of the Border, protagonizada por Gene Autry.
Escuchemos al director de orquesta Shep Fields con acompañamiento vocal de Hal Derwin en la versión original de 1939.
Este es Gene Autry en la cinta South of the Border (1939).
La gran Patsy Cline la interpretó a principios de los 60.
Ahora, un concierto de 2005 en cuyo cartel brillaban los Country Minstrels y Bobby Flores.
Tompall and the Glaser Brothers fue un grupo de tres hermanos de Nebraska, Chuck, Jim y Tompall Glaser. Escuchemos esta grabación suya del Grand Ole Opry.
En 1996 salió un recopilatorio de 4 CDs llamado Under Western Skies con grabaciones western de Marty Robbins (fallecido en 1982), entre ellas esta.
Clay Blaker, un especialista del honky-tonk, grabó este tema en su álbum Sooner or Later (1986).
Escuchemos la versión que Carson Robinson grabó en Londres en 1939 junto con su grupo The Pioneers que, por cierto, fue también número 1 en Australia.
Por último, os dejo con la versión algo edulcorada de Slim Whitman.
Hoy vamos a “pinchar” otra de las grandes canciones con la que asociamos a Bob Nolan (la otra, Tumbling Tumbleweeds, ya la escuchamos aquí).
Al igual que en esta última, Nolan habla en Cool Water de su fascinación por el desierto. Nacido en Canadá, a los 13 años se trasladó con su padre a Tucson, Arizona, donde creció entre historias de cowboys y de gente que se perdía y moría en el desierto por no tener agua que beber, motivos recurrentes en sus composiciones. Según su hermano Earl, Bob escribió este poema, al que más tarde pondría música, en 1924, cuando aún era alumno del instituto de Tucson.
El protagonista va cabalgando por una tierra estéril, y habla con su mula Dan, mientras sus almas claman por agua fresca y cristalina. Una criatura imaginaria les hace ver un espejismo, pero “es un diablo, no un hombre, que cubre la arena ardiente de agua”.
Elegida una de las 100 mejores canciones western por la Asociación de Escritores Western de América, en 1951 fue designada la canción más conocida del Oeste americano y, en 2005, su autor entró en el Salón de la Fama de los Compositores Canadienses a título póstumo. Sons of the Pioneers, el grupo de Nolan, grabó este tema cinco años después de su composición, en 1941. Escuchemos la versión original.
La más exitosa fue, sin embargo, esta de marzo de 1945, que tuvo que esperar tres años para salir como single. Ellos son Vaughn Monroe y su orquesta, acompañados por The Sons of the Pioneers.
Hank Williams la interpretó en 1949 para un programa de radio de Shreveport, Louisiana, pero la grabación se perdió y no volvió a escucharse hasta la antología de sus grandes éxitos The Complete Hank Williams (1998). ¿Habéis visto la película de dibujos Rango (2011)? Pues esta es la versión que suena.
Frankie Laine triunfó en el mercado británico con esta interpretación de 1955.
Marty Robbins la incluyó en Gunfighter Ballads and Trail Songs (1959).
El cantante y actor Burl Ives hizo lo propio en su álbum Songs of the West (1961).
Slim Whitman también la versionó.
Johnny Cash la grabó hacia el final de su vida, en 2003, si bien no apareció hasta su disco póstumo American VI: Ain’t No Grave (2010).
Os dejo con este homenaje del hijo de Roy Rogers, otro de los componentes de Sons of the Pioneers, en 2010.
La canción de hoy, reconocida como una de las 100 mejores del género western por la Asociación Western Writers of America, fue compuesta en los peores años de la Gran Depresión, lo que explica que su primera versión no vendiera lo que merecía. Su autor, Tex Owens, que había sido cowboy en su juventud, la escribió mientras esperaba en un estudio de Kansas a entrar en un programa de radio un día que nevaba. “Mirando la nieve, pensé en el ganado y en lo agradable que sería poder reunirlo en torno a mí. Así es como se me ocurrió el título La llamada del ganado. Cogí mi guitarra y en 30 minutos ya había escrito la música y cuatro versos de la canción”.
La grabó primero en 1934 y luego dos años más tarde. Owens se trasladó a Hollywood en 1943 y empezó a participar en películas del oeste. Durante el rodaje de Río Rojo (1948), su caballo cayó sobre él y se rompió la espalda, lesión de la que nunca se recuperó.
Escuchemos la grabación de Tex Owens de 1936.
Eddy Arnold, una de las mayores estrellas del country de los 40 y 50, la grabó en varias oportunidades. La catapultó a la fama en 1944, reeditó el éxito en 1949, y años después, en 1955, la volvió a grabar y permaneció 26 semanas en las listas. Todavía la grabaría una vez más, en 1961. Aquí lo escuchamos en 1955, con la orquesta de Hugo Winterhalter.
Antes de grabar High Noon, Tex Ritter versionó este clásico en 1947.
Este es Slim Whitman en 1954.
Dottie West la incluyó en su álbum Dottie Sings Eddy (1969).
Emmylou Harris (1992) en su álbum Songs of the West, que apareció en 1994.
LeAnn Rimes y Eddy Arnold la cantaron a dúo en 1996. Ella tenía solo 14 años; Arnold, 78.
Dwight Yoakam, que la interpretó en El hombre que susurraba a los caballos (1998), la incorporó a su álbum recopilatorio In others’ words (2003).