El protagonista de hoy nació en Texas en 1936. Su padre murió cuando él tenía solo un año y su madre se vio obligada a enviar a Roger con un tío suyo que vivía en Oklahoma. Corrían los tiempos de la Gran Depresión y no podía mantenerlo. El pequeño tuvo que echar una mano en la granja. En sus ratos libres, escuchaba el Grand Ole Opry, y aprendió a tocar la guitarra y el violín. Tras su paso por el ejército, Miller probó fortuna en Nashville, donde conoció a Chet Atkins, quien le abrió las puertas a colaborar con George Jones. En 1958, firmó su primer contrato con Decca Records y partió de gira con Faron Young. Sus primeras entradas en las listas llegaron con la discográfica con la que firmó luego, la RCA de Atkins. Para explotar su vis cómica, trabajó en Hollywood como actor de comedias, pero lo que realmente necesitaba era dinero rápido, por lo que firmó un nuevo contrato con Smash Records. Allí cosechó sus mayores éxitos con Dang Me!, King of the Road y England Swings (Inglaterra se columpia).
Aunque continuó en activo casi hasta su muerte, su carrera se desinfló durante los años 70 y 80. Así, le ofrecieron un programa de televisión que cancelaron semanas después por falta de audiencia. En 1978, optó por dejar de escribir canciones –se quejaba de que ya no eran apreciadas– y, dando palos de ciego, se embarcó en un terreno desconocido para él: una producción de Broadway, Big River, basada en Las aventuras de Huckleberry Finn. No le fue mal, pues ganó el Tony a la mejor partitura.
En 1992, Miller falleció de cáncer de pulmón –había sido un fumador empedernido toda su vida– y, tres años después, entró con carácter póstumo en el Salón de la Fama de la Música Country.
Escuchemos uno de sus mayores éxitos, el desenfadado Dang Me (1964), que se podría traducir como “¡Maldito sea yo!”. Este tema se llevó el Grammy a la mejor canción country y western el año siguiente, nada raro si consideramos que este artista acaparó nada menos que 11 “gramófonos” en solo dos años.
Don Rich, el principal colaborador de Buck Owens, hizo esta versión en 1965.
Y de Johnny Rivers nos llega este directo.
smash records
King of the road. Roger Miller, 1964
Si hace dos semanas calificaba Six days on the road como el “himno” de los camioneros, hoy os traigo un tema que podríamos definir como el de los vagabundos.
King of the road, publicada en enero de 1965 por Smash Records –que significa “discos de éxito” y, sin duda, este lo fue, nada menos que el mayor de su catálogo– llegó al número 1 en Estados Unidos, Reino Unido y Noruega, al 5 en Irlanda, y arrasó en la ceremonia de los Grammy de 1966 (mejor single y mejor interpretación masculina de Roger Miller, quien también se cobró el premio al mejor álbum por The return of Roger Miller).
La canción es un himno a la libertad: el protagonista es un vagabundo que no tiene nada, “ni teléfono, ni piscina, ni mascotas, ni cigarrillos”. Por no tener, no tiene ni casa, ya que alquila caravanas para dormir, que suele pagar “empuñando la escoba”. Pero, a pesar de ello, es feliz y se considera a sí mismo “el rey de la carretera” o, de otra manera, “un hombre con recursos aunque sin recursos (económicos)”.
El cine se ha servido de este tema en títulos como En el curso del tiempo (Wim Wenders, 1976), Brokeback Mountain (Ang Lee, 2005) o Hacia rutas salvajes (Sean Penn, 2007).
Escuchemos primero la versión original de Roger Miller, que es la más conocida con diferencia.
Os dejo a continuación con una versión que aparece en el disco de debut de los Statler Brothers, Flowers on the Wall (1966).
Los gemelos escoceses The Proclaimers la grabaron en 1990.
En 1996 Randy Travis versionó este tema en su disco Full Circle.
El grupo germano The wise guys la versionó, adaptando la letra al alemán.
Charlie Rich, una mezcla de estilos
Nacido en Arkansas, en una familia de granjeros, en 1932, Charlie Rich empezó a cantar gospel en su niñez. Durante la guerra de Corea formó parte de la fuerza aérea estadounidense y tuvo tiempo de dedicarse a su mayor pasión, la música, fundando su primer grupo, The Velvetones, del que también formaría parte su mujer, con la que estuvo casado 43 años.
Tras abandonar el ejército, empezó a trabajar con la Sun Records y allí tuvo la ocasión de conocer a Johnny Cash, entre otros. Tras un breve paso por la RCA fue contratado por Smash Records, pero sus singles seguían sin arrollar. Finalmente, en 1967, firmó con la Epic, donde su carrera subió ya como la espuma. En los años 70, gracias a sus éxitos The most beautiful girl y Behind Closed Doors, ganó dos Grammys y fue considerado uno de los mejores baladistas del sonido Nashville. Murió repentinamente tras asistir a un concierto que daban su hijo y Freddy Fender en 1995.
Escuchemos ahora su balada más conocida –y la que más vendió–, The most beautiful girl, que fusiona sabiamente el country y el pop. Escrita por Bill Sherril, Norris Wilson y Rory Michael Burke, Rich la cantó en 1973. He aquí su versión para el sello Epic.
La original, grabada con el título de Hey, mister, es de 1969 y la cantó Norris Wilson, uno de los compositores, pero pasó sin pena ni gloria.
Engelbert Humperdinck hizo una versión de este tema dándole un toque más pop.
En 1975 la cantante sueca de Abba Ani-Frid Lyngstad grabó una versión con letra de Stig Anderson llamada Vil du laana en man, que apareció en su disco Frida ensam.