Hagas lo que hagas, hazlo bien

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Así reza el título de la canción de hoy, con la que seguimos en la estela de Ned Miller, de quien, en la última entrada, escuchamos ya From a Jack to a King. La de hoy, Do what you do, do well, no alcanzó las cotas de popularidad de aquella, pero tampoco le fue mal en las listas –llegó al puesto número 7.

El single apareció en 1965. Pertenecía a su tercer álbum, The Best of Ned Miller, ya bajo el paraguas de Capitol Records. La canción es toda una declaración de intenciones: un hombre recuerda el consejo que le dio su padre cuando era niño y al que ha intentado mantenerse fiel toda su vida. “(Mi padre) no podía mover una montaña ni derribar un gran árbol, pero se convirtió en un hombre poderoso con una simple filosofía: ‘Hagas lo que hagas, hazlo bien, da tu amor y todo tu corazón: hagas lo que hagas, hazlo bien’”.

Este es Ned Miller.

El caballero sureño, Sonny James, la grabó en Invisible Tears (1969).

Johnny Cash y su hermano menor, Tommy, la interpretaron en este directo de 1969.

Slim Whitman la versionó en The Collection (1970).

Charley Pride la incluyó en I’m Gonna Love Her on the Radio (1988).

 

You’re the Only World I Know. Sonny James y Robert Tubert, 1964

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Sonny James, el «caballero sureño», encadenó una serie de números 1, en una racha que empezó con esta canción de amor. Su objetivo, tal como declaró, fue conseguir la mayor simplicidad posible. Así, cuando ya tenía una idea clara de la melodía, llamó a Robert Tubert y le dijo que quería que la letra consistiera sólo en una afirmación. Este dio con «eres el único mundo que conozco», que un entusiasmado James grabó en septiembre de 1964. El tema se encuadra en el sonido Nashville, ese estilo edulcorado que incorpora elementos pop a la melodía.

Escuchemos el original de Sonny James, incluido en el álbum homónimo, You’re the Only World I Know (1964).

Marie Osmond hizo una excelente versión de este tema en su disco de debut Paper Roses (1973).

Wanda Jackson la interpretó en A Woman Lives for Love (1970).

Por último, os dejo con David Houston en David Houston Sings Twelve Great Country Hits (1965).

Enjaulados (X)

enjaulado

El álbum que sigue es obra de un ex-convicto en su juventud que luego se rehabilitó y alcanzó bastante notoriedad en esto del country. Ya hemos hablado de él a propósito de sus temas más recurrentes, Wasted Days and Wasted Nights y Before the Next Teardrop Falls. Me refiero a Freddy Fender –Baldemar Huerta– y su Recorded Inside Louisiana State Prison. Grabado en 1962, no vio la luz hasta 1975 de la mano de Power Pak Records.

En 1960, Freddy Fender fue encarcelado por posesión de marihuana y pasó tres años en una prisión de Louisiana, de la que salió gracias a la intermediación del entonces gobernador del estado, Jimmie Davis, quien por cierto también se dedicó a la música country.

Aunque este álbum fue comercializado como si hubiera sido grabado en prisión, más bien es un disco de estudio en el que no se oye en absoluto a los prisioneros. Probablemente, el sello quiso aprovechar el tirón del éxito de Fender el año anterior, Before the Next Teardrop Falls.

Escuchemos uno de los temas del disco, Bye, bye, little angel. Se trata de una canción doo-wop, estilo muy de moda en los años 60, que paradójicamente no habla de temas carcelarios, como cabría esperar por su naturaleza.

Vamos ahora con un álbum muy innovador. Sonny James grabó In Prison/In Person (1977) dentro de la prisión estatal de Tennessee, pero no con su banda, sino con auténticos reclusos. Tal como dijo James, «no es infrecuente grabar discos en prisiones pero, que yo sepa, esta es la primera vez que se hace algo así. No lo hicimos por los críticos ni por la perfección pero es un disco ‘escuchable’ y lo bueno que tiene es que es real». Como la ley no le permitía pagar a los presos por su trabajo, hizo una donación de guitarras, amplificadores y otros instrumentos a la prisión.

Para este disco, James recuperó un viejo éxito de Jimmie Rodgers, quien en 1928 había compuesto In the Jailhouse Now (aquí podéis ver la entrada que le dediqué, la primera de este blog). Os dejo con su versión.

2016: Un año para la historia

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Hoy toca mirar atrás, hacer repaso; y empezamos con una selección de diez canciones que me han convencido en este 2016. Todas ellas presentan un denominador común y es el tratamiento pop que las acompaña y que parece haberse adueñado ya del cuerpo de la música country. Como todas las listas, esta puede pecar de subjetividad, pero ¡qué importa! Procedamos ya al donoso escrutinio de estos diez singles.
Blue Ain’t Your Color. El noveno disco de Keith Urban, Ripcord, ha producido varios singles, entre ellos este, que vio la luz en agosto. La interpretación de Urban le ha valido una nominación para los premios Grammy, que tendrán lugar el próximo 12 de febrero. Compuesta por Hillary Lindsey, Clint Lagerberg y Steven Lee Olsen, nos presenta a un tipo que observa a una mujer en un bar que lo está pasando mal en su relación, y piensa que quizá ese no sea el hombre apropiado para ella.

Hands of Time. Margo Price ha debutado este año con su disco Midwest Farmer’s Daughter, del que hasta la fecha han salido dos singles, uno de ellos este, que escuchamos en marzo. En la más pura tradición de la música country, narra la vida llena de sinsabores de una mujer que se lamenta de las “crueles manecillas del tiempo”.

Vice. En julio aparecía este Vice de Miranda Lambert como parte de su álbum The Weight of These Things. La canción fue escrita por ella misma junto con Shane McAnelly y Josh Osborne.

21 Summer. Este año ha visto la luz el segundo álbum de Brothers Osborne, Pawn Shop. Este que vamos a escuchar es su cuarto single, obra de los miembros del dúo y Craig Wiseman. El narrador recuerda un amor de verano de su juventud.

From the Ground Up. Vamos con otro dúo, el compuesto por Dan Smyers y Shay Mooney. En su segundo trabajo, Obsessed, encontramos este tema, escrito por ellos junto con Chris DiStefano. Se trata de una balada country que ilustra el principal objetivo que habríamos de seguir en la vida: encontrar el amor verdadero y vivir la vida junto a la persona amada.

Better Man. Como anticipo del disco que sacará Little Big Town en 2017, The Breaker, en octubre saboreamos este single, concebido por Taylor Swift. Una mujer, que ve que su relación no tiene futuro, desea que su pareja sea un hombre mejor, pero, a la vez, no puede evitar seguir echándole de menos.

My Church. El disco de debut de Maren Morris, Hero, contiene este tema, candidato en la próxima edición de los Grammy en la categoría de mejor canción country. La verdadera iglesia de la protagonista es, según la letra, la música country y su verdadera redención la encuentra cuando escucha country en la radio.

Hometown Girl. Figura en el próximo disco de Josh Turner, cuyo título todavía no ha sido anunciado. El tema, obra de Marc Beeson y Daniel Tashian, expone las virtudes de una chica de campo.

Came Here to Forget. En mayo de este año salió el décimo trabajo de Blake Shelton, If I’m Honest. Dos meses antes apareció este single, que firman Craig Wiseman y Deric Ruttan. Un hombre y una mujer intiman en un bar tras superar ambos una ruptura sentimental y se proponen seguir adelante “hasta que no recordemos lo que vinimos a olvidar”.

Setting the World on Fire. En julio aparecía esta canción del disco de Kenny Chesney Cosmic Hallelujah, que incluye la colaboración de la cantante Pink. Escrita por Ross Copperman, Matt Jenkins y Josh Osborne, describe la noche de pasión de dos amantes que prometen “poner el mundo en llamas”.

Pasamos ahora al capítulo de las noticias, y lo hacemos de la mano del veterano Don Williams, que a sus 77 años ha anunciado que se retira tras seis décadas dedicado a esto del country. Todo lo contrario que Dolly Parton, quien a sus 70 años, y más vital que nunca, llevó a cabo una de las mayores giras de su carrera en Estados Unidos.
Este año también hemos celebrado el 50 aniversario de la Asociación de Música Country, que se dio un homenaje con el lanzamiento de un single, Forever Country, cantado por varias figuras de este género. Y en el Salón de la Fama de la Música Country ingresaron Fred Foster, Randy Travis y Charlie Daniels.
Entre los singles que han pegado fuerte, podemos mencionar Die a Happy Man, de Thomas Rhett que, aunque data de finales de septiembre de 2015, ha arrasado en esta temporada.
Finalmente, hagamos balance de los artistas que nos han dejado este año.
En febrero murió Sonny James, miembro del Salón de la Fama de la Música Country, a los 87 años.
El día de su cumpleaños –6 de abril– se nos fue Merle Haggard, pionero del sonido Bakersfield.
En mayo nos sorprendía la muerte de Guy Clark, conocido sobre todo en su faceta de compositor, si bien también grabó algunas canciones él mismo.
La mayor leyenda viva del bluegrass, Ralph Stanley, nos dejó en junio a los 89 años.
En septiembre, y con solo cuatro días de diferencia, cerraban los ojos el compositor John D. Loudermilk y Jean Shepard, una de las pioneras de la música country.
Por último, en octubre se despedía otro gran compositor, Curly Putman, a los 85 años de edad. Fue autor de canciones tan famosas como Green, Green Grass of Home –popularizada por Porter Wagoner– y co-autor de He Stopped Loving Her Today, un éxito para George Jones.
¿Qué nos deparará 2017?

A Satisfied Mind. Joe Red Hayes y Jack Rhodes, 1954

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Hoy os propongo una balada escrita hace más de sesenta años. Su autor, Joe Hayes, se inspiró en su madre, y el título, A Satisfied Mind, fue fruto de una conversación familiar. Su suegro le preguntó quién creía que era la persona más feliz del mundo, él enumeró varios candidatos y su suegro le replicó: “Estás equivocado. Es el hombre con una mente satisfecha”.
La letra habla de lo superfluo de nuestro modo de vida, que solo concede importancia al dinero. Comienza diciendo: “Cuántas veces has oído a alguien decir: ‘Si tuviera su dinero podría hacer las cosas a mi modo’, pero qué poco saben lo difícil que es encontrar a un hombre rico de cada diez con una mente satisfecha”. Y concluye: “El dinero no puede comprar de vuelta la juventud cuando eres viejo o a un amigo cuando estás solo o a un amor que se ha enfriado; una cosa es cierta, cuando llegue mi hora dejaré este mundo con una mente satisfecha”.
Escuchemos la versión original de Joe Red Hays en 1954, que apenas si tuvo eco.

Porter Wagoner la popularizó en 1955 y su versión llegó al número 1.

Red y Betty Foley también la grabaron en 1955.

Escuchemos ahora a una de las primeras mujeres en despuntar en el country, Jean Shepard, también en 1955.

Una voz alejada del country, Ella Fitzgerald, la incluyó en The First Lady of Song, el mismo año que las anteriores.

Cowboy Copas, que falleció en el mismo accidente de aviación en el que perdió la vida Patsy Cline, la incluyó en Opry Star Spotlight (1962).

Escuchemos la pureza de la voz de Joan Baez en Farewell, Angelina (1965).

Sonny James la versionó para su If she helps me get over you (1973).

Al final de su vida Johnny Cash grabó este tema, cuya versión apareció, antes de salir en disco, en Kill Bill Vol. 2 de Tarantino (2004).

Willie Nelson en Country Music (2010).

Su última gran versión es la de Lee Ann Womack, que la incorporó a The Way I’m Livin’ (2014).

Anytime. Herbert «Happy» Lawson, 1921

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Hoy os invito a gozar de una balada country, una de las primeras que se puso negro sobre blanco en este género, aunque no triunfó hasta años más tarde. Anytime, obra de Herbert Happy Lawson de 1921, se grabó por primera vez en 1924 por el artista de Georgia Emmet Miller, quien hizo otras dos versiones, en 1928 y 1936.
“Siempre que te sientas sola, siempre que te sientas triste, siempre que te sientas deprimida, eso probará que tu amor es verdadero. Siempre que pienses en mí, yo pensaré en ti. Siempre que me quieras de vuelta, es cuando volveré a casa contigo”, invoca la letra.
Apenas sabemos nada de su autor, Herbert Lawson, pero sí de Emmet Miller, quien ejerció una notable influencia sobre grandes leyendas del country como Hank Williams, Lefty Frizzell, Jimmie Rodgers o Bob Wills. Sin embargo, no sería hasta la versión de Eddy Arnold, en 1948, cuando la canción de Lawson saltara a la fama. Escuchemos, pues, su grabación, que llegó al número 1 de las listas.

Aprovechando el éxito, Eddie Fisher la volvió a grabar cuatro años más tarde con la orquesta de Hugo Winterhalter y similar éxito.

Ahora, Slim Whitman en Slim Whiteman Sings (1962).

La versión de Patsy Cline no vio la luz hasta 1969, seis años después de su muerte.

Sonny James la incluyó en #1 Biggest Hits in Country Music (1970).

The Osmond Brothers también se atrevieron con ella. Este directo es de 1986.

La canadiense Anne Murray grabó grandes éxitos del country en su álbum Country Crooning (2002), entre ellos este.

Sonny James, el caballero sureño

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James Hugh Loden nació en 1929 en una pequeña localidad de Alabama. Sus padres eran músicos no profesionales y le infundieron su amor por este arte: se dice que a los tres años hizo sus primeros pinitos con la mandolina y no tardó en actuar junto con su familia en diversos programas de radio.
Cuando regresó de la guerra de Corea en 1951, se dedicó de lleno a su carrera musical en solitario. Su descubridor fue Slim Whiteman, que quedó admirado por su forma de tocar el fiddle y por su voz. Su creciente popularidad le llevó al Grand Ole Opry en 1962 y su porte y modales educados le valieron el sobrenombre de El caballero sureño. Su fulgurante carrera continuó en sellos como RCA, Columbia o Monument Records y con temas como Is it wrong?, Paper Roses o Here Comes Honey Again.
Se retiró en 1983 y actualmente vive en Nashville. En 2006 entró en el Salón de la Fama de la Música Country y es uno de los miembros de mayor edad de esta institución –el otro es Mac Wiseman, de quien os hablé hace dos semanas.
Escuchemos su primer número 1, Young Love (1956), una romántica balada escrita por Ric Cartey y Carole Joyner que constituye todo un himno al primer amor. Después de este, llegarían otros 22 números 1, 16 de ellos con carácter consecutivo entre 1967 y 1971. El primero en grabar Young Love fue Ric Cartey, uno de sus autores, aunque su versión pasó prácticamente desapercibida.

El éxito llegó de la mano de nuestro protagonista, Sonny James, quien la grabó ese mismo año para Capitol Records. Vendió más de un millón de copias.

El actor y cantante Tab Hunter la interpretó para Dot Records.

El grupo The Crew Cuts versionó también el éxito ese mismo año, esta vez para Mercury Records.

Escuchemos ahora la versión de Stella Parton, hermana de la gran Dolly Parton, en su álbum So Far… So Good.

Johnny Horton, el pescador cantante

Johnny Horton
John Gale Horton nació en 1925 en Los Ángeles y pasó su infancia en Texas. De espíritu inquieto, desde muy joven tanteó multitud de ocupaciones, aunque no acababa de dar con su verdadera vocación: trabajó en los estudios de Selznick, intentó estudiar Geología pero lo dejó, se fue con su hermano a buscar oro en Alaska y, a iniciativa de su hermana, participó en un concurso musical. Animado por el éxito en esta última iniciativa –ganó el primer premio–, decidió que lo suyo era la música. Trabajó en una radio local y le ofrecieron un programa semanal, The Singing Fisherman, aprovechando su destreza con la caña de pescar.
Su carrera profesional comenzó en 1952, cuando formó la banda The Rowley Trio, luego Johnny Horton and the Roadrunners. A mediados de 1955, tuvo el acierto de contratar a Tillman Franks como mánager y, al año siguiente, sacó sus primeros singles, que grabó en la meca del country, Nashville. Su gira con los grandes del momento, Johnny Cash, Roy Orbison, Faron Young o Sonny James, lo confirmaría en la elite de la industria. En lo personal, Johnny Horton se casó dos veces, la segunda con la viuda de Hank Williams tras la muerte de este en 1953.
Horton falleció a los 35 años de edad en un accidente de tráfico en Milano, Texas. Un estudiante universitario de 19 años, James Davis, chocó contra su coche. Las pruebas confirmaron que iba bebido. Al enterarse de la noticia, su gran amigo Johnny Cash se encerró en su habitación y lloró.
Escuchemos uno de sus mayores éxitos, Sink the Bismarck, que se editó justo el año de su muerte. Fue compuesta por Johnny Horton y Tillman Franks, su mánager, y apareció en el disco Johnny Horton makes History con una grafía errónea (“Bismark” en lugar de “Bismarck”), que sería subsanada en posteriores reediciones.
La canción se ambienta en 1941, al comienzo de la intervención estadounidense en la Segunda Guerra Mundial, y trata del hundimiento del conocido acorazado alemán en mayo de ese año y del combate que mantuvo con el Hood, un crucero de batalla de la Real Armada Británica. Al final, por supuesto, terminaron con él porque “estaba armando mucho follón y el mundo depende de nosotros”. La canción fue también versionada por los Blues Brothers, pero aquí vamos a escuchar la original.