Travis Tritt o cómo combinar el honky-tonk con el rock sureño

Travis-Tritt-Net-Worth
El biografiado de hoy nació en Georgia, estado sureño donde los haya, hace 53 años. Como era habitual para muchos cantantes de country, empezó en el coro de la iglesia y a los ocho años empezó a tocar la guitarra. Sus cualidades como compositor se despertaron muy pronto pues su primera canción la escribió a los 14 años. Sus inicios no fueron fáciles ya que su familia no le apoyó en su deseo de dedicarse a la música y, tras una juventud turbulenta (dos divorcios antes de los 22), la Warner Bros. finalmente se fijó en su talento musical y finalmente le ofreció un contrato discográfico en 1989. El año siguiente vio la luz su primer álbum, Country Club, que lo situó al lado de los grandes del momento Garth Brooks, Clint Black, Alan Jackson. En 1992 entró a formar parte de la gran familia del Grand Ole Opry, en parte gracias a la recomendación del veterano Roy Acuff (que falleció justo ese año). Durante los 90 siguió disfrutando de bastante popularidad con discos como It’s All About to Change (1991), T-R-O-U-B-L-E (1992), Ten Feet Tall and Bulletproof (1994), The Restless Kind (1996), No More Looking over my Shoulder (1998), siendo este su último disco con la Warner Bros. Aunque siguió grabando discos, no pareció encontrar su lugar en otros sellos discográficos y su popularidad decayó con el cambio de siglo. Su último single ha sido That’s What Dreamers Do (2015).
Escuchemos The Whiskey Ain’t Working, dúo de Travis Tritt junto con Marty Stuart que le reportó su primer Grammy en 1992 -el primero de los dos que tuvo, curiosamente los dos gracias a colaboraciones con Marty Stuart-. El tema fue escrito por Marty Stuart y Ronnie Scaife y fue incluido en el segundo disco de Tritt It’s All About to Change (1991). En la estela del más puro honky-tonk, la letra nos presenta al protagonista de la canción recorriendo bar tras bar para intentar superar su reciente ruptura y «aunque había un tiempo en que la bebida le ayudaba a ahuyentar sus preocupaciones y ahogaba el dolor que le acechaba día y noche, ahora el whiskey ya no funciona».