Pee Wee King, un polaco americano en el country

pee wee king

Nacido en 1914 como Julius Frank Anthony Kuczynski en el seno de una familia de inmigrantes polacos, su padre fue un músico profesional especializado en la polka y de él aprendió a tocar el acordeón. Cuando tenía poco más de veinte años, al igual que tantos jóvenes de aquel tiempo, buscó fortuna en el cine y llegó a trabajar con Gene Autry. Sin embargo, poco después decidió dedicarse por entero al country y, en 1937, entró en el Grand Ole Opry. King es recordado como compositor más que como cantante, aunque también despuntó en esta última faceta. Su composición más famosa fue el espléndido Tennessee Waltz, ya escuchado aquí, que también grabó aunque popularizó Patti Page. Como cantante, su mayor éxito fue Slow Poke, que también escuchamos cuando os hablé del film La última película, en cuya banda sonora también sonaba la popular balada You Belong to Me, coescrita por él en los años cincuenta y popularizada por Jo Stafford.

En la década de los 40 el Grand Ole Opry no permitía que sus miembros utilizaran instrumentos de percusión o electrificados. Pee Wee King contribuyó a que esta política fuera cambiando. Y fue también él quien introdujo en el country la estética de los trajes de cowboy con diamantes falsos, tan de moda luego entre las estrellas del género. En 1970 fue nombrado miembro del Salón de la Fama de compositores de Nashville y en 1974 entró a formar parte del Salón de la Fama de la música country. Murió en el año 2000.

Escuchemos una grabación suya de 1950 que llegó a entrar en las listas, Bonaparte’s Retreat. Es un tema de western swing en el que el fiddle se convierte en protagonista. Pee Wee King se basó en una popular melodía de principios del siglo XIX, puramente instrumental y de origen europeo. Él la adaptó, le añadió letra y, desde entonces, ha tenido multitud de versiones. La letra habla de un hombre que conoce a una chica en un baile, mientras la orquesta está tocando Bonaparte’s Retreat.

Os dejo con la interpretación de Hank Locklin.

Glen Campbell hizo su propia versión en Houston, I’m Coming to You (1974). Como novedad, introdujo un instrumento al que el country no está muy acostumbrado, la gaita, que aquí le da ese aire tan animado.

Willie Nelson la incluyó en su Red Headed Stranger (1975).

¿Bailamos el vals?

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Los inicios del country estuvieron muy ligados a los llamados barn dances o bailes del granero, así que no es de extrañar que sus artífices adaptaran un tipo de baile de salón de profunda raigambre en Europa, de donde procedían los antepasados de gran parte de los pioneros de country. Me refiero al vals, que abandonó entonces su carácter «aristocrático» y se popularizó en la música hillbilly. Escuchemos algunas muestras.

Empezamos con uno instrumental. Parece que sus orígenes están en una composición polaca de nombre Pitala Sie Pani, que fue descubierta por los americanos durante la Segunda Guerra Mundial. Desde ahí la llevaron a Estados Unidos, donde la rebautizaron como Westphalia Waltz en honor a una ciudad de Texas. La grabación más importante fue la de Hank Thompson en 1955.

Willie Nelson homenajeó a Lefty Frizzell, el primero en grabar esta canción, Mom and Dad’s Waltz, en To Lefty from Willie (1977).

Volvemos a los valses instrumentales, cuyo protagonismo suele recaer en el violín o fiddle. Georgiana Moon –también conocida como Dreamy Georgiana Moon– fue compuesta en 1935 por Clayton McMichen, aunque la verdad es que no tuvo mucho éxito comercial (injustamente a mi parecer). Tal como dijo un desilusionado McMichen años después, «es una de las más bellas melodías que he escrito nunca. Pensábamos que nos haríamos ricos con ella. No vendimos suficiente ni para pagar la primera edición. Me dieron unos 75 u 80 centavos por escribirla». Escuchemos la interpretación de Silver and Strings.

Seguimos en la parte instrumental, pero ahora con otro instrumento. Escuchad cómo suena la mandolina en el siguiente vals, Down Home Waltz.

El valle de Shenandoah es un valle de Virginia al que Clyde Moody, apodado el «rey del vals hillbilly«, dedicó un vals. Escuchemos Shenandoah Waltz en la versión de Ernest Tubb.

El violista folk canadiense Andy De Jarlis es el responsable de esta versión de Starlight Waltz.

Goodnight Waltz es un vals tocado a la guitarra por Chet Atkins y Doc Watson. Aparece en el álbum Reflections (1980).

Y termino por hoy recordando los temas relacionados con el vals que ya hemos escuchado aquí:

De Waltz across Texas hemos escuchado la original de Ernest Tubb y la versión de Willie Nelson. Por no repetir, vamos ahora con la de Waylon Jennings, que pertenece a su álbum Music Man (1980).

Ahora, dos valses dedicados cada uno a sendos estados esenciales para el country, Tennessee y Kentucky. Primero Kentucky Waltz, escrito por Bill Monroe en 1946. En su día ya escuchamos la versión original, de modo que hoy pincharemos la que hizo Eddy Arnold en 1951.

Os dejo con la grabación de Patsy Cline del clásico Tennessee Waltz, grabado originalmente en 1950 por Patti Page y compuesto por Redd Stewart y Pee Wee King.

En 1959 lo versionó Connie Francis.

 

El country marca su territorio (XXXIII)

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94. Waltz across Texas. El disco Texas in my soul se beneficia de otra composición del incomparable Ernest Tubb: este vals que se desarrolla en Texas (estaba de moda dedicar valses a distintos estados: ya hemos escuchado los clásicos Kentucky Waltz o Tennessee Waltz). Años después, en 1979, First Generation Records publicó un recopilatorio con los éxitos de Tubb llamado The Legend and the Legacy, en el que Willie Nelson y el propio Tubb, que entonces tenía 65 años, cantaban este tema a dúo.
Escuchemos en primer lugar la grabación en solitario de Ernest Tubb.

Y ahora os dejo con el tratamiento que le dio Willie Nelson en este disco.

95. I’ve got Texas in my heart. En los años 60, irrumpió con fuerza una de las primeras estrellas de country femeninas. Me refiero a Loretta Lynn, sobre la cual, en 1980, se filmó la cinta biográfica Coal miner’s daughter, en referencia a que era hija de un minero de Kentucky y, en los medios de comunicación, se la conocía con ese sobrenombre. La letra hace referencia al impulso irresistible que siente la cantante de hacer las maletas y viajar a Texas, porque necesita ver caras conocidas, cielos azules, gozar de su tiempo soleado y recordar el olor de las monturas de cuero.

96. T for Texas. Termino la entrada de hoy retrocediendo a los orígenes de la música country con la figura de Jimmie Rodgers. La canción también recibe el nombre de Blue Yodel no. 1, lo que obedece a que fue el primero de los 13 temas que Rodgers grabó entre 1927 y el año de su muerte, 1933, y que incluían su característico yodel, una especie de estribillo tirolés similar al trino de los pájaros. Grabada el 30 de noviembre de 1927 en la iglesia baptista de Camden, New Jersey, bajo los auspicios del productor Ralph Peer, la canción no vio la luz hasta febrero del año siguiente, y vendió cerca de medio millón de unidades, una cantidad nada desdeñable para la época. Escuchemos a Jimmie Rodgers en su única incursión en el cine, en el corto de 10 minutos The Singing Brakeman (1929), donde canta esta y otras dos composiciones de su cosecha.

Muchos años después, en 1976, la banda de rock sureño Lynyrd Skynyrd hizo su propia versión de este clásico y la incluyó en su disco One More for The Road.

Os dejo ahora con otra versión, en esta ocasión de Waylon Jennings.

Por último, Johnny Cash también se apuntó a grabar este clásico. La canción pertenece a su disco Unearthed, que fue publicado póstumamente en 2003, apenas dos meses después de su muerte.

El country marca su territorio (XXV)

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71. Tennessee Waltz. De esta canción, que se remonta a 1946, os hablé detenidamente en la entrada del 10 de marzo. Como ya la hemos escuchado en la archiconocida versión de Patti Page, os dejo con la que hizo otra gran estrella del country, la malograda Patsy Cline, solo unos años más tarde.

72. The Girl I left in sunny Tennessee. Volvemos la mirada –o los oídos– al bluegrass. Esta es una de las canciones más antiguas de la serie: parece ser que fue compuesta en 1899 por Stanley Carter y Harry Braisted, si bien no alcanzó la fama hasta que, en una de las primeras grabaciones country, Charlie Poole y su banda, The North Carolina Ramblers, la grabaron en 1925. Narra una historia muy triste, acerca de un muchacho de Tennessee que vuelve a su casa ardiendo en deseos de reencontrarse con la chica que dejó. Cuando llega a la estación, su madre y sus amigos le están esperando, pero no hay ni rastro de su novia. Le pregunta a su madre y ésta le señala el cementerio donde descansa.

Esta otra versión que vais a escuchar data de 1957, y es obra de Bill Clifton, una de las grandes voces del bluegrass, que ayudó a revitalizar desde que en 1961 organizara uno de los primeros festivales de este estilo.

Tennessee Waltz. Pee Wee King, 1946

Al igual que You are my sunshine es una canción asociada al Estado de Alabama, esta, por razones evidentes, figura en el código genético del de Tennessee. La canción fue compuesta en 1946 con música de Pee Wee King y letra de Redd Stewart, pero no fue grabada hasta el año siguiente por Cowboy Copas. No fue esta versión, sin embargo, la más famosa, sino la que hizo en 1950 la cantante de country Patti Page, fallecida el 1 de enero de 2013, y número 1 durante 13 semanas. Verdaderamente, su interpretación es conmovedora.
Cuenta la leyenda que esta canción fue compuesta en un tiempo récord en una limusina de camino al Grand Ole Opry, el teatro donde históricamente se presentan los mayores éxitos de la música country, y que se la presentaron al editor musical Fred Rose, el compositor de Blue eyes cryin’ in the rain.
El gran año para esta canción fue 1950, cuando Mercury Records mostró su disposición a grabarla en la voz de Patti Page. A lo largo de los años, el tema ha sido versionado por multitud de artistas, como Norah Jones en 2002 o Leonard Cohen, quien la incluyó en su disco Dear Heather de 2004.
La letra es aparentemente sencilla. Cuenta cómo una noche en la que el narrador está bailando con su chica el vals de Tennessee se encuentra con un amigo. Su buena educación hace que se la presente (¿pecando tal vez de ingenuo?) y el compadre, en una vil artimaña más vieja que la historia de la humanidad, le roba a su amor.