El country marca su teritorio (XXXVI)

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103. All my ex’s live in Texas. En una entrada anterior de este viaje por los estados del country, hacía referencia a esta canción, cuyo título es muy similar a Who put all my ex’s in Texas, de Willie Nelson. Compuesta por Sanger D. Shafer, fue grabada por George Strait en 1987 para el disco Ocean Front Property, editado por MCA. La canción llegó al número 1 de la prestigiosa lista del Billboard. La letra nos cuenta que las ex parejas del protagonista viven todas en diferentes ciudades de Texas: Rosanna en Texarcana, Eileen en Abilene, Allison en Galveston y Dimple en Temple. No tiene nada en contra de Texas, pero, con tal de no cruzarse con ellas, ha decidido vivir en Tennessee…

104. Texas. Seguimos con George Strait. El hoy rey del country nació en Texas y, claro está, ha dedicado más de una canción a su estado natal. Esta canción –a veces conocida como If it wasn’t for Texas– habla de todas las cosas que serían diferentes de no ser por Texas: no habría El Alamo, ni fans de Willie Nelson, nadie nadaría en el río Grande y “Fort Worth nunca cruzaría mi mente”, en alusión a uno de los clásicos de su cosecha (Does Fort Worth ever cross your mind?, 1984).

105. Texas in 1880. No salimos de los 80. La canción que os traigo ahora es de 1988, y fue todo un éxito para el dúo formado por Radney Foster y Bill Lloyd. El tema, compuesto por el primero de ellos, apareció como el tercer single de su disco homónimo y llegó al número 18 de las listas. Tras disolverse en 1990, volvieron a reunirse en 2010 con un éxito más limitado.

Existe otra versión de Foster con Pat Green (2001), correspondiente al álbum Are you ready for the big show? Escuchémosla.

El country marca su territorio (XXX)

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85. Deep in the heart of Texas. Comienza hoy una serie de canciones que hablan sobre el mayor estado de los Estados Unidos, a excepción de Alaska. Y hablar del estado de la estrella solitaria es hacerlo de esta canción popular, que alaba la tierra tejana con sus estrellas, sus praderas, su fauna de coyotes y su flora de salvia. Fue escrita en 1941 por Don Swander y June Hershey, y se mantuvo cinco semanas en lo más alto de Your Hit Parade, el programa de radio más escuchado durante la Segunda Guerra Mundial. La versión que vais a escuchar es la de Gene Autry, la más conocida de todas, que cantó en la película Heart of the Rio Grande (1942).

Y, ahora, una curiosidad acerca de este tema tan pegadizo, cuyo estribillo lo acompañaba el público tocando las palmas. Pues bien, la BBC lo prohibió precisamente por este motivo, y es que durante la Segunda Guerra Mundial las autoridades no podían correr el riesgo de que los empleados en las fábricas de armamento lo escucharan y se distrajeran. Increíble, ¿verdad?

86. Somewhere down in Texas. En 2005, George Strait sacó en el sello MCA Nashville un disco al que esta canción da nombre. Strait, oriundo de la pequeña localidad de Poteet, Texas, cuenta que, cuando se retire, lo podrán encontrar descansando en algún lugar de Texas. Fue uno de los temas que eligió para su gira de despedida The Cowboy Rides Along. Sin duda, muy apropiado.

87. The Texas Blues. En ocasiones conocida simplemente como Texas, la canción pertenece al disco de Tex Ritter Wild West (1968). Ritter se identificaba tanto con su estado natal que se cambió el nombre de Woodward Maurice a Tex –mucho más comercial. La letra y la música son de Cindy Walker, y Wayne Gray acompaña al vocalista a la guitarra. El tema hace un exhaustivo recorrido por las ciudades más importante del estado: San Antonio, Houston, Dallas, Amarillo, Fort Worth, El Paso… Se trata de una canción de corte nostálgico ya que el narrador siente “tristeza” cuando no está en alguno de esos lugares.

Un concierto multitudinario

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George Strait, toda una referencia para el country contemporáneo, comenzó su carrera en 1981 y, desde entonces, ha enlazado un éxito tras otro, con más de 40 números 1. Según la Asociación de Industria Discográfica de Estados Unidos (RIAA, en sus siglas en inglés), ha vendido 68,5 millones de discos, lo que lo sitúa en el puesto 12 de los artistas de todos los tiempos.
A sus 62 años, este portento de la naturaleza ha decidido poner fin a su carrera con la gira The Cowboy Rides Away, que empezó en enero de 2013… y ha terminado el mes pasado, concretamente el 7 de junio.
Su concierto de despedida tuvo lugar en el AT&T Stadium de Arlington, Texas, y cabe precisar que George Strait se despidió a lo grande, con nada menos que 104.793 entradas vendidas.
Como teloneros, acudieron los texanos Asleep at the Wheel, y en el concierto, de unas tres horas de duración, lo arroparon estrellas invitadas de la talla de Kenny Chesney, Miranda Lambert, Jason Aldean, Vince Gill o Alan Jackson, entre otros.
La Academia de la Música Country ha otorgado a Strait, en este año de su despedida, el premio al Entertainer of the Year.
Os dejo con el primer single del artista, Unwound, escrito por Dean Dillon y Frank Dycus, tema que el maestro escogió para concluir su multitudinario concierto.

Gene Autry, el cowboy cantante

FTRWKPRECOR29 Orvon Grover Autry nació en una granja de Texas en 1907. Sus padres se trasladaron a Oklahoma, donde Autry siguió trabajando en la granja familiar hasta que su talento con la guitarra y su buena voz le llevaron a cantar en los bailes locales. Su solitario trabajo como telegrafista, sobre todo en el turno de noche, lo acompañaba con su inseparable guitarra hasta que, al final, los jefes lo echaron por descuidar sus deberes. Uno de sus clientes le animó a dedicarse profesionalmente a la música y, a finales de 1928, hizo sus primera prueba para la Victor Talking Machine. Fue rechazado y empezó a cantar en la radio. Cuando lo volvió a intentar, esta vez con la Columbia Records y ya con un poso mayor de experiencia, tuvo éxito, y fue en los años 30 cuando grabó sus melodías más famosas. En 1934 emprendió una fulgurante carrera en el cine, que hizo de él una de las estrellas más taquilleras y rutilantes entre los años 1936 y 1942. Su especialidad eran los westerns de serie B, en los que cantaba sobre la grupa de su caballo, lo que le valió el sobrenombre de The Singing Cowboy. Era tan famoso, que incluso rebautizaron con su nombre una ciudad de Oklahoma. Fue llamado a filas en la guerra, y trabajó en la radio y la televisión. Tenía un programa semanal en la CBS y participó en el programa Jubilee USA. Su carrera fue asombrosa: al retirarse, había participado en más de 100 películas y grabado más de 600 discos. Además, fue un notable hombre de negocios: propietario de una cadena de televisión, de varias emisoras de radio y con intereses profesionales en la Liga Nacional de Baseball. Murió a los 91 años en su casa de California. Escuchemos su canción más conocida, Back in the Saddle Again (“Otra vez en la silla de montar”), grabada en 1939 y que, además, dio título a la autobiografía de Autry.

Walking the floor over you. Ernest Tubb, 1941

Uno de los fenómenos de la música country es el honky-tonk, en realidad unos locales en los que se ofrece música en directo, generalmente country. Ernest Tubb fue uno de los primeros en popularizar este subgénero con un tema imperecedero, Walking the floor over you, que se podría traducir como: “Dando vueltas fruto de la preocupación por ti”.
En su primera versión, la guitarra eléctrica de Fay “Smitty” Smith daba la réplica al trabajo vocal y la guitarra acústica de Tubb. Smith era oriundo de Dallas, Texas, y conoció a Tubb cuando ambos trabajaban para una emisora local, la KGKO.
A principios de los 60, Tubb volvió a grabar el tema con su propia banda, The Texas Trobadours, y su éxito ha sido tal que, a lo largo de la historia, ha llegado a vender más de un millón de discos. Ciertamente, el sello discográfico Decca, fundado en 1929, acertó plenamente al mostrar interés por este tema, cuya buena salud se ha prolongado hasta nuestros días, como prueba la buena acogida de la reedición que Decca Records presentó en 2012 con los mayores éxitos de Tubb.
A buen seguro, uno de los factores que explican su vigencia 75 años después es la típica pronunciación nasal propia de Texas y el ingenio que muestra la letra de principio a fin.
Esta tiene un tono nostálgico, por el sentimiento de pérdida que acecha al narrador, quien deambula por su propia habitación sin poder hacerse a la idea de que su pareja le ha abandonado. Al final, el autor sugiere que a su chica le podría aguardar el mismo destino, por lo que también se sentirá sola. Todo un consuelo, ¿no? Donde las dan, las toman.

Eric Paslay

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Esta semana, concretamente el 4 de febrero, vio la luz el álbum con el que debuta Eric Pasley, nacido en Texas en 1983. Su carrera comenzó en 2011, y al fin se ha decidido a grabar un disco completo de 11 pistas, que lleva su nombre y ha sido editado por la discográfica EMI Nashville.
El álbum refleja una visión muy particular del autor y, según ha declarado, “me ha enseñado a no tener miedo de mí mismo”. Los críticos no han ahorrado elogios hacia este trabajo. Matt Bjorke, de Roughstock, no ha dudado en declarar que “no se puede encontrar ninguna mala canción en Eric Paslay y verdaderamente es un temprano aspirante al álbum country de 2014”.
Quedaos con este nombre, que ha sabido ascender de promesa a realidad este año.
Su canción Friday night, editada en abril del año pasado, ha sido hasta la fecha su mayor éxito, y ha llegado al número 6 de Hot Country Songs. Sin embargo, esta no es su única obra maestra. Disfrutad aquí de su impresionante Song about a girl, que se editará como single el próximo 18 de febrero:

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El despegue definitivo de la música country

WRECK OF THE OLD 97
No sería hasta el año siguiente, 1924, cuando se grabaría un disco que superara los 7 millones de unidades vendidas, cantidad más que respetable teniendo en cuenta que nos encontramos en los años 20. Marion Try Slaughter sería el artífice de esta gesta. Nació en Texas y se dedicó a la ganadería. Uno de sus primeros trabajos fue conducir el ganado entre dos ciudades tejanas, Vernon y Dalhart; el amor que sentía por estas tierras hizo que su nombre artístico fuera una combinación de ambas, y como Vernon Dalhart ha pasado a la historia. Huérfano de padre desde muy pequeño -fue asesinado por su tío-, la familia se trasladó a Dallas, Texas, donde Vernon tocaba el arpa y la armónica y estudió en el conservatorio de música. Su formación musical le permitió trasladarse junto con su familia a Nueva York, entrando en contacto con el mismísimo Thomas Alva Edison.
En 1924 (el día exacto no se conoce) tuvo lugar la grabación que más contribuyó a la popularidad de la música country. La Victor Talking Machine la auspició, y Dalhart eligió para ella un tema dedicado al descarrilamiento ocurrido en 1903 cerca de Danville, Virginia, del correo Fast Mail número 97, que dejó 11 muertos y 7 heridos; hablamos, claro, de la canción Wreck of the Old ’97. En la otra cara, encontramos una deliciosa balada country, The Prisoner’s Song, cuya letra habla del último encuentro entre un convicto, que va a entrar al día siguiente en la cárcel, y su amada.
La fuerza de estas dos canciones hizo que este fuera el primer disco en EE.UU. que superara el millón de unidades vendidas. Ningún otro estilo había sido hasta entonces capaz de tal proeza. Hubo que esperar al country. Y a uno de sus pioneros más legendarios: Vernon Dalhart.

New San Antonio Rose. Bob Wills, 1939

El origen de esta canción, uno de los estándares de la música country, se sitúa en un tema instrumental grabado por Bob Wills en 1938 llamado San Antonio Rose.
La melodía era de una excelencia tal, que el mismo Wills le añadió letra al año siguiente y la rebautizó como New San Antonio Rose. A principios de la década de los 40, el cantante y actor Bing Crosby contribuyó a popularizarla definitivamente con una nueva versión, y su fama traspasó fronteras, hasta el punto de que los artistas Ingallil Rossvald y Harry Brandelius grabaron su particular versión en sueco en 1952.
El tema forma parte del imaginario colectivo de la ciudad de San Antonio, en Texas, y tan ligada está a ella que un local en dicha ciudad lleva el nombre de Palacio de la Rosa de San Antonio y alberga todo tipo de eventos deportivos y conciertos.
El autor enmarca en el Estado de la estrella solitaria, Texas, el argumento de esta canción, que versa sobre un antiguo amor del narrador (a principios del siglo XX, era corriente referirse a la persona objeto del amor como “rosa”). Es una canción nostálgica, ya que el poeta recuerda cómo conoció a su amor en El Álamo y dice que sus labios eran tan duces como los pétalos que se desprenden de la rosa…

Ray Price

Para empezar hablando sobre las personalidades de la música country, qué mejor que dedicar un espacio a la memoria de Ray Price, fallecido el 16 de diciembre de 2013. Tal día como hoy, 12 de enero de 2014, este compositor y cantante habría cumplido 88 años.
La infancia de Ray transcurrió en el medio rural, ya que nació en un condado de Texas. Antes de empezar en el mundo de la música sirvió en los marines durante la Segunda Guerra Mundial y, al volver a su tierra natal, fue contratado por una emisora local de Abilene (Texas). La industria discográfica de la música country se encontraba en Nashville (Tennessee), donde encaminó sus pasos a principios de los años 50. Allí compartió habitación por un breve tiempo con el mismísimo Hank Williams. Su relación de amistad fructificó y, cuando Williams murió, Ray dirigió durante un tiempo la banda que el difunto había creado, Drifting Cowboys («Vaqueros vagabundos»). Poco después, formó su propio grupo, The Cherokee Cowboys, con miembros de la talla de Roger Miller, Willie Nelson o Johnny Paycheck.
A partir de los 60, Price empezó a coquetear con el sonido Nashville, en auge en aquel momento, y nos legó versiones de clásicos como el intemporal tema irlandés Danny Boy y For the good times. Sus grabaciones más famosas fueron Release me, Crazy Arms o Heartaches by the number, entre muchas otras.
Posteriormente, en los años 80 se dedicó a grabar temas de música gospel, como el archiconocido Amazing Grace y otros como What a friend we have in Jesus o Rock of ages. Su carrera fue incansable, ya que actuó hasta poco antes de su muerte; su último álbum fue Last of the breed, de 2007. Siguió dando conciertos hasta que le fue diagnosticado un cáncer de páncreas, como resultado del cual falleció en su rancho de Texas.
Puede que Ray Price haya muerto, pero sus canciones nunca morirán. Y, si no, escuchen su magnífica interpretación de Crazy Arms, en 1956, en el Grand Ole Opry.