Vamos hoy con una canción cargada de historia que se podría encuadrar en la categoría de country-folk. Su melodía ya había sido utilizada antes, puesto que sus orígenes se remontan a una vieja canción de 1891 llamada Police and High Sheriff Come Ridin’ Down. En cualquier caso, el copyright de la canción está fechado en 1958, cuando se escribió la nuestra.
Los nombres de los compositores eran en realidad seudónimos de miembros del grupo The Weavers; así, Ehrlich era Lee Hays; Six, Fred Hellerman; y Lazar, nada menos que Pete Seeger. Su éxito fue mayúsculo y ha pasado a la historia, entre otras cosas, porque Buddy Holly la eligió para abrir su última gira en 1959, antes del accidente aéreo que acabó con su vida. La letra habla de un tipo de espíritu aventurero que quiere salir de la ciudad porque le persigue la policía.
La grabación más antigua que se conserva de la melodía es la de Martin Ollis de 1927.
Otra canción que se sirve de la misma base –aunque la letra sea diferente–, es Long Journey Home, aquí interpretada por The Delmore Brothers.
El primero que grabó la canción con la letra con la que la conocemos actualmente fue Billy Grammer, en lo que fue el mayor éxito de su carrera, hasta el punto de que, a raíz de su trabajo, fue invitado a formar parte del Grand Ole Opry.
Esta versión en clave bluegrass se la debemos a Bill Monroe y su grupo, His Bluegrass Boys (1959).
Ese mismo año la interpretaron los hermanos Rose y Cal Maddox.
Haciendo honor a su nombre –Los tejedores–, el grupo folk The Weavers tejió esta excelente versión de Gotta Travel On, que apareció en Traveling with the Weavers (1959).
Bobby Bare la incluyó en su EP Meet Bobby Bare (1963).
Si no fuera por el banjo, no cabe duda de que el country, el folk o el bluegrass perderían gran parte de su esencia. Por eso, y con motivo de la publicación en Estados Unidos de su biografía, escrita por su bisnieto Mike Doubler con el título Dixie Dewdrop: The Complete Uncle Dave Macon Story, hoy nos vamos a fijar en uno de los primeros virtuosos de este instrumento.
Nos referimos, sí, a Uncle Dave Macon, apodado The Dixie Dewdrop («La gota de rocío de Dixie»). Nacido en 1870 como David Harrison Macon en un pequeño pueblo de Tennessee, su padre había sido capitán confederado en la Guerra de Secesión. Cuando contaba 13 años, su familia se trasladó a Nashville –que todavía, claro, no era la capital de la música country– para regentar un hotel, frente al cual su padre sería asesinado años después.
Nuestro protagonista fundó entonces una compañía de transporte de ganado en otra ciudad de Tennessee, que se vio obligado a cerrar tras la Primera Guerra Mundial por la competencia de los camiones y el ferrocarril.
Macon actuaba aquí y allá a su aire, sin plantearse dedicarse a ello de forma profesional. Tras la quiebra de su empresa, parecía el momento propicio y así fue como, a sus más de 50 años, nació la leyenda de uno de los mejores intérpretes de banjo de todos los tiempos. En palabras del historiador de la música Charles Wolfe, «si la gente llama a Jimmie Rodgers el padre de la música country, entonces Uncle Dave Macon debería ser el abuelo de la música country«.
Tras unirse al intérprete de fiddle Sid Harkreader, su destreza llegó a oídos de los dueños del Ryman Auditorium (lo que sería la sede del Grand Ole Opry, institución de la que formaría parte hasta su muerte y de la que sería su primera superestrella), y ya en 1927 formó su propio grupo, The Fruit Jar Drinkrers.
Había hecho algunas grabaciones para Vocalion en 1924, pero su carrera discográfica tomó impulso en 1930 cuando firmó con Okeh Records. En 1935 realizó para Bluebird Records sus famosas grabaciones con otros pioneros del country, The Delmore Brothers.
En total, hay registradas unas 170 grabaciones de Dave Macon entre los años 1924 y 1938. Nuestro hombre siguió al pie del cañón hasta semanas antes de su muerte en 1952 y, como prueba de su popularidad, a su funeral asistieron más de 5.000 personas, entre ellas Roy Acuff, Bill Monroe o el director del Grand Ole Opry, George D. Hay. Con carácter póstumo, el Salón de la Fama de la música country le abrió sus puertas en 1966.
Escuchemos ya algunas de sus grabaciones más emblemáticas.
En Way Down the Old Plank Road, grabada para Vocalion en 1926, Sam McGee lo acompaña a la guitarra.
Otro de sus grandes éxitos fue Soldier’s Joy, con Sid Harkreader al violín o fiddle.
Keep My Skillet Good and Greasy es un buen ejemplo de sus canciones optimistas, que le servían para luchar contra la depresión que le acechó toda la vida.
En la letra de Sail Away Ladies se dice que no vale la pena sentarse y llorar, solo hay que navegar y olvidarnos de nuestros problemas.
Una de las canciones gospel más conocidas es Rock of Ages. «Roca de los siglos cortada para mí, déjame esconder mi rostro en ti», dice la letra. Aquí, Uncle Dave Macon la toca al banjo.
Durante la Guerra de Secesión, se hizo muy popular Richmond is a Hard Road to Travel, que hacía referencia a la dificultad de tomar Richmond –segunda capital de los Estados Confederados–. Uncle Dave Macon adaptó la letra a Jordan Am a Hard Road to Travel, aludiendo a la dificultad de cruzar el Jordán.
En 1940 Hollywood hizo una película ambientada en el Grand Ole Opry, titulada precisamente así, Grand Ole Opry, en la que Uncle Dave Macon interpretaba con su hijo Dorris a la guitarra Take Me Back to My Old Carolina Home. Os dejo con esta escena.