Los Beatles y el country (y II)

beatles and country

Vamos ahora con el cuarto de los álbumes de estudio de los Beatles, Beatles for Sale (1964), centrándonos, como hasta ahora, en las canciones más influidas por el country. A este disco pertenece I don’t want to spoil the party, en cuya letra el protagonista, dolido por su reciente ruptura, no quiere aguar una fiesta y planea irse a un lugar más tranquilo a rumiar su tristeza.

Baby’s in Black fue la primera canción que se grabó del álbum, aunque en su disposición final aparezca en tercer lugar. De carácter melancólico, está cantada a dúo por John Lennon y Paul McCartney.

Lennon escribió No Reply para Beatles for Sale, con la que se abre el disco. En la letra de esta canción folk rock, un hombre ve con desmayo cómo su novia lo ignora: no le abre la puerta, no le contesta al teléfono y la ve entrar en casa con otro hombre.

Escuchemos ahora I’m a Loser, también obra de Lennon para el mismo disco. Su autor señaló en 1980: «Este soy yo en mi período Dylan. Parte de mí sospecha que soy un perdedor y parte de mí cree que soy Dios todopoderoso» (All We Are Saying: The Last Major Interview with John Lennon and Yoko Ono, Davis Sheff, 2000). Aquel 1964 a los Beatles les dio por Buck Owens y George Jones, y es natural que les saliera una canción de temática netamente country. Antes de que el disco viera la luz, fue presentada en una grabación para la BBC.

Entre 1963 y 1964 los Beatles visitaron, en efecto, los estudios de la BBC y ahí grabaron varios temas. Estos fueron recopilados en un álbum llamado Live at the BBC, que apareció en 1994. Una de sus canciones con más sabor country de ese ciclo fue Lonesome Tears in My Eyes, obra de Jimmy Burnette, Dorsey Burnette, Paul Burlison y Al Mortimer y grabada por vez primera por el propio Burnette en 1957. Esta versión de los Beatles data de julio de 1963.

El mismo mes versionaron una canción del matrimonio compuesto por Felice y Boudleaux Bryant, So How Come No One Loves Me, que los Everly Brothers habían popularizado tres años antes.

Y he aquí, para acabar, el homenaje que los de Liverpool rindieron en mayo del 64 a una canción inmortalizada por Elvis Presley en 1955 y escrita por Stan Kesler y Charlie Feathers. Se trata de I Forgot to Remember to Forget, aquí en la voz de George Harrison.

In Spite of Ourselves. John Prine, 1999

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Hoy vamos a escuchar varias piezas de un álbum de dúos de canciones clásicas que vio la luz en 1999. Quizá porque no seguía la corriente principal del country-pop que triunfaba en esos momentos, no le fue del todo bien –se quedó en un discreto puesto 21 de las listas–, una injusticia dada la calidad de su contenido. La crítica, al menos, sí que reconoció sus encantos.

El disco fue la oportunidad para que John Prine colaborara con sus cantantes de country femeninas preferidas –en todas se pone al micrófono con una mujer–, así como para rescatar los temas folk con los que había crecido. En las notas que acompañan al álbum, Prine escribe: «Hice una lista con mis cantantes femeninas preferidas de country y las primeras nueve dijeron que sí. No me lo podía creer».

La canción con la que se abre lleva por título We´re not the jet set, compuesta por Bobby Braddock en 1974. La letra juega con el hecho de que Roma, París o Atenas son consideradas ciudades muy románticas, pero, para llegar a esos lugares desde Estados Unidos, sobre todo en los años 70, había que ser por lo menos «de la jet set». Los protagonistas no lo son, y descubrimos que en realidad se encuentran en Paris (Tennessee), Rome (Georgia) y Athens (Texas). Prine la interpreta con Iris DeMent.

Este clásico del country fue todo un éxito para un legendario dúo del country, el formado por George Jones y Tammy Wynette.

Escuchemos ahora So sad to watch good love go bad. Aquí, la pareja protagonista se lamenta de que su amor ha tocado a su fin. Os dejo con la versión que aparece en el álbum, en la que Prine canta con Connie Smith.

La canción data de 1960 y fue escrita por Don Everly, quien la grabó junto a su hermano. Esta es la versión original de The Everly Brothers.

I Know One es una canción escrita por Jack Clement. El protagonista se muestra dispuesto a perdonar a su pareja en el momento en que vuelva a su lado. «Si necesitas a un tonto que te perdone, conozco a uno», dice la letra. Escuchemos su dúo con Emmylou Harris.

Jim Reeves la grabó por primera vez en 1960.

La canción que da título al disco, In spite of Ouselves, es la única que fue escrita por John Prine y, a mi juicio, es una de las mejores del mismo. Prine, que la interpreta con Iris DeMent, la escribió para la banda sonora de una película de Billy Bob Thornton, Daddy and Them. Se trata de una canción alegre en la que una pareja se halla en la cumbre de su amor: «A pesar de nosotros mismos, terminaremos sentándonos en un arcoíris».

Con nombre propio (yXIII)

christening
Como colofón a esta serie, os dejo con otras canciones con nombre propio en el título que ya han aparecido en algún momento en el blog y que también tienen un lugar destacado en la historia del country.
Shel Silverstein es el autor de A Boy Named Sue, que escuchamos recientemente en la popular versión de Johnny Cash.
Annie’s Song ilustró musicalmente la entrada dedicada a John Denver, el poeta de Colorado.
Del disco Sweet Sixteen, de Reba McEntire, escuchamos Cathy’s Clown, que grabaron primero los Everly Brothers.
Cuando The Oak Ridge Boys ingresaron en el Salón de la Fama de la Música Country en 2015, os puse su éxito Elvira.
En la reseña biográfica dedicada a Reba McEntire escuchamos Fancy, sobre una hija que es inducida a la prostitución por su propia madre para conseguir dinero.
Loretta Lynn se dedicó ¡una canción a sí misma! en su disco Love is the Foundation. Su título, Hey Loretta.
Uno de los clásicos que hemos escuchado de Dolly Parton es Jolene, sobre una mujer que le pide a otra que no le quite a su novio “solo porque puede”.
Kenny Rogers alcanzó uno de sus primeros éxitos con su grupo The First Edition y este Ruby, Don’t Take Your Love to Town, sobre un veterano de guerra lisiado que suplica a su pareja que no lo abandone “porque todavía necesita compañía”.
Jimmy Dean, basándose en un personaje ficticio y de leyenda, escribió Big Bad John.
En el disco de Alan Jackson Angels and Alcohol (2015) pudimos disfrutar de Jim and Jack and Hank.
Keith Urban fue nominado a los Grammy 2016 por su John Cougar, John Deere, John 3:16.
Ode to Billie Joe, la canción más conocida de Bobbie Gentry, también ha tenido su hueco en el blog.
Willie Nelson y Merle Haggard interpretaron a dúo Pancho and Lefty, acerca de dos cowboys, en su disco homónimo.

Con nombre propio (VI)

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En 2012 aparecía Sweet Annie en el álbum Uncaged, del grupo Zac Brown Band. La canción fue escrita por Zac Brown, Wyatt Durette, Sonia Leigh y John Pierce. Un cantante está cansado de su vida, siempre de gira en la carretera, y le asegura a su pareja que todo su amor es para ella.

Para terminar las canciones dedicadas a nombres de chica, escuchemos un tema de Felice y Boudleaux Bryant, que podemos encuadrar en el rockabilly. Wake up little Susie fue popularizada por The Everly Brothers en 1957. Una pareja de adolescentes va al cine y el chico le promete a los padres de su acompañante que la llevará de vuelta a las 10 de la noche; pero se quedan dormidos durante la proyección y se despiertan a las 4 de la mañana, temiendo la reacción de los padres. Según recordaba Don Everly, el conservadurismo de los años 50 hizo que en algunos lugares de Estados Unidos la canción se prohibiera.

Vamos con un interesante caso de lo que se podría definir como bluegrass progresivo, en el que, junto con los instrumentos típicos del bluegrass, se utilizan otros eléctricos. El trío Nickel Creek sacó Why Should the Fire Die en 2005, y a este álbum pertenece el alabadísimo Anthony. El tema, que incluye el sonido del ukelele, fue compuesto por Sara Watkins.

Waylon Jennings hizo un merecido homenaje al legendario Hank Williams en Are you sure Hank done it this way, que apareció en su álbum de 1975 Dreaming My Dreams. El narrador, vistos los derroteros que está tomando la música country, se pregunta retóricamente: “¿Estás seguro de que Hank lo habría hecho así?” Llama la atención que ya en 1975 hubiera esa sensación de traición a los orígenes puros del country. ¡Me pregunto qué pensaría ahora!

Elecciones y country

2016 USA presidential election poster. EPS 10

2016 USA presidential election poster. EPS 10


Hoy tienen lugar las elecciones presidenciales en Estados Unidos, en las que contienden Hillary Clinton por el lado demócrata y Donald Trump por el de los republicanos. Sin ánimo de polemizar ni hacer una entrada política, fijémonos por curiosidad en los artistas de country que han hecho manifestaciones públicas en apoyo de uno u otro candidato, y aprovechemos esta entrada para escuchar alguna muestra de sus últimos trabajos. Comencemos por los que han mostrado sus simpatías por la candidata demócrata Hillary Clinton.
Rosanne Cash. La hija de Johnny Cash es conocida por sus opiniones a favor del control de armas, política que defiende el Partido Demócrata. The Sunken Lands pertenece a su último disco, The River and The Thread (2014). La letra recuerda a todos aquellos que han quedado atrás en nuestra sociedad y viven “en las tierras hundidas”.

Don Everly. En enero de este año, este artista de 79 años expresó su apoyo a Clinton por su experiencia en política exterior. Aunque ya retirado de los escenarios, sobre todo a raíz de la muerte de su hermano Phil, junto al que desarrolló toda su carrera, en este vídeo lo podemos ver en el homenaje que los hermanos recibieron en octubre de 2014, cantando su mayor éxito, Bye, Bye Love, junto con otras estrellas del country.

Sheryl Crow. No solo la apoya sino que la conoce personalmente, pues la acompañó en su viaje a Bosnia. En una entrevista señaló que no dejaba que sus hijos vieran la televisión cuando aparecía Trump. Aunque se ha dedicado principalmente al pop, también incluye elementos country en sus canciones y, en 2013, grabó en Tennessee su primer álbum completamente country, Feels like Home. Escuchemos su single Shotgun.

K.D. Lang. Aparte de apoyarla políticamente, esta artista canadiense sorprendió el pasado mes de abril con unas declaraciones sobre una supuesta relación sentimental que mantuvo con Hillary cuando ambas participaban en las manifestaciones que siguieron a la guerra de Vietnam. I Confess pertenece al disco Sing it Loud (2011).

Tim McGraw. Este demócrata de toda la vida ha apoyado públicamente a Bill Clinton y Barack Obama. De su disco Damn Country Music (2015) han aparecido tres singles, el último de los cuales lleva por título How I’ll Always Be.

Faith Hill. La mujer de Tim McGraw también apoya a Hillary Clinton. La pareja acudió a un concierto en Nashville para apoyar económicamente a la candidata demócrata. Escuchemos su último single, American Heart (2012), que aparecerá en su nuevo disco, ya anunciado pero que no aún no ha visto la luz.

En el lado opuesto del espectro político se encuentra el candidato republicano Donald Trump. Entre quienes han apostado por él están:
Loretta Lynn. Al final de sus conciertos, que sigue dando a pesar de sus más de 80 años, expresa su apoyo por el candidato republicano, a lo que su público responde calurosamente. El pasado mes de octubre sacó su segundo trabajo del año, White Christmas Blue, tras Full Circle. Escuchemos de él Country Christmas, escrita por ella misma y que ya había grabado anteriormente en otro disco navideño suyo de 1966, Country Christmas.

Larry Gatlin. En junio de este año, este miembro de los Gatlin Brothers expresó su apoyo en televisión por Trump. De su último álbum, The Gospel according to Gatlin (2014), os ofrezco An American with a Remington.

Justin Moore. Es el más joven de los partidarios de Trump en esta pequeña lista. Su último trabajo es Kinda Don’t Care, disco aparecido en agosto del que hemos disfrutado ya dos singles. El último, en octubre, lleva por título Somebody Else Will.

Kenny Rogers. A finales del año pasado, este miembro del Salón de la Fama de la Música Country dio un paso adelante en favor del candidato republicano, si bien reconoció que su familia no compartía su opinión. Su último álbum, Once Again it’s Christmas, apareció el año pasado. En él proponía una agradable versión del clásico gospel Children, go where I send thee con la colaboración vocal de Home Free.

Red Steagall. Donald Trump ha contratado a distintas personalidades de Texas como asesores en temas de agricultura. Uno de ellos es el poeta oficial de Texas, Red Steagall, de 77 años, quien también se dedica al country. Republicano de toda la vida, tocó en la Casa Blanca para Ronald Reagan. Escuchemos When The Grass was Still Deep (2011), que pertenece a su disco homónimo.

Con nombre propio (II)

christening
Roy Orbison dedicó Claudette a su mujer, así llamada, y los Everly Brothers la grabaron por primera vez en 1958.

Esta es la versión del autor, Roy Orbison.

Darlin’ Kate pertenece al álbum Hard Bargain (2011), de Emmylou Harris. El tema es un tributo a su amiga Kate McGarrigle, madre, por cierto, de Rufus Wainwright, que falleció de cáncer en 2010. Emmylou declaró que, ya que no había tenido hermanas, siempre la consideró como tal: “Mi canción es una canción de despedida”.

Vamos ahora con una canción basada en hechos reales, de la crónica negra americana. Nochebuena de 1900 en Savannah, Georgia. En la casa donde Delia Green trabaja como limpiadora, se desarrolla una fiesta a la que Delia ha invitado a su novio, de 14 años como ella. En el transcurso de la velada estalla una discusión entre ambos y el novio termina disparando a Delia. En virtud de la juventud del asesino, es condenado a cadena perpetua en lugar de a muerte. Este tema folk, escrito por Karl Silversdorf y Dick Toops, ha tenido multitud de versiones. Escuchemos la de Johnny Cash, que sitúa la acción en Memphis.

Os dejo ahora con la de Waylon Jennings.

El cantautor John Prine escribió Donald and Lydia para su álbum de debut John Prine (1971). La letra transmite el mensaje de que el amor no entiende de apariencias: una chica poco agraciada y un chico al que la sociedad ha dado de lado se enamoran. “Nadie está equivocado, nadie tiene razón aunque un retrato de culpa esté colgado en la pared”, dice.

Sweet Sixteen. Reba McEntire, 1989

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El decimosexto álbum de estudio de Reba McEntire fue Sweet Sixteen (de ahí su título). Aquel año, 1989, fue muy ajetreado para esta cantante, que también sacó otro, Reba Live, su primer y único álbum en directo.
El disco que vamos a escuchar hoy, de poco más de media hora de duración, fue editado por MCA y producido por Jimmy Bowen y la propia Reba. Supuso una vuelta a los orígenes del country “neotradicional”, con profusión de instrumentos clásicos del género, como el fiddle o la steel guitar.
Cathy’s Clown es una composición de los hermanos Don y Phil Everly de 1960. Escuchemos primero la versión original de The Everly Brothers (1960), en una grabación que reunió a músicos del country de la época como el pianista Floyd Cramer, el bajista Floyd Chance y el batería Buddy Harman. El single fue uno de los más vendidos de los Everly Brothers, y curiosamente su éxito fue aún mayor en Reino Unido que en Estados Unidos. En la letra, un hombre anuncia a su pareja que va a romper con ella porque siente que le trata como a un payaso.

Escuchemos ahora la versión de Reba McEntire, el primer single del disco. Varía respecto a la anterior en que crea a un nuevo personaje que aconseja al hombre que deje de sentirse como el payaso de Cathy y se vaya con ella.

Til Love Comes Again es una composición de Bob Regan y Ed Hill en la que la protagonista confía en que el amor vuelva a llamar a su puerta para “acabar con estas noches solitarias y secar esas lágrimas que lloro”.

Little Girl es un tema escrito por Kendal Franceschi y Quentin Powers. Habla de los recuerdos de la protagonista sobre su niñez.

El último single extraído del disco fue Walk On, obra de Steve Dean y Lonnie Williams, que llegó al segundo puesto de las listas. Es una canción optimista que anima a superar las dificultades y a “seguir caminando porque no hay mal que dure mucho tiempo”.

John Prine, el otro Bob Dylan

john prine
Este gran compositor nació en 1946 en Illinois. A los 14 años su hermano le enseñó a tocar la guitarra y desde entonces supo que se dedicaría a la música. Dejó su trabajo como cartero local y, tras pasar por el ejército –estuvo destinaron en Alemania–, volvió a Estados Unidos. En Chicago se le solía ver tocando en bares, y fue el crítico Roger Ebert, mi querido Roger Ebert, quien habló de él por primera vez.
Entró en contacto con el compositor Steve Goodman, y su trabajo tocó los oídos de Kris Kristofferson, gracias a cuya mediación firmó un contrato con Atlantic Records en 1971. Su primer disco, John Prine, rindió a la crítica de la época, que lo saludó como al «próximo Dylan», y este dijo nada menos que el material de su aprendiz era «puro existencialismo proustiano». En los setenta presentó Sweet Revenge (1973), Common Sense (1975) y Bruised Orange (1978), y en 1984 fundó su propio sello, Oh Boy Records, donde editaría gran parte de su trabajo posterior, como Fair & Square (2005), por el que ganó un Grammy.
El legendario Johnny Cash señaló en su autobiografía que su Big Four de compositores particular lo conformaban Guy Clark, John Prine, Steve Goodman y Rodney Crowell, mientras que Roger Waters, de Pink Floyd, también ha reconocido su deuda con él.
Paradise, una de sus canciones de cabecera, apareció en su disco de debut John Prine (1971). La inspiración le surgió de un recorte de prensa que le envió su padre, sobre las duras condiciones de trabajo de una mina de carbón en una localidad de Kentucky llamada Paradise. Unos años después la volvió a grabar para su álbum German Afternoons (1986).

La canción tiene multitud de versiones. Escuchemos algunas de ellas.
John Denver la grabó en Rocky Mountain High (1972).

The Everly Brothers la incluyeron por primera vez en Pass the Chicken and Listen (1973).

Tom T. Hall, en su álbum The Magnificent Music Machine (1976).

Lynn Anderson la incorporó a All the King’s Horses (1976).

Johnny Cash la grabó para el disco de Columbia The Adventures of Johnny Cash (1982).

Please, Help me I’m Falling. Don Robertson y Hal Blair, 1960

hank locklin - Please Help Me I'm Fallin'
Hoy toca una balada country. En enero de 1960 Hank Locklin grabó el segundo número 1 de su carrera, tras Let Me Be the One (1953), y su mayor éxito comercial, con más de un millón de copias vendidas del single.
Un hombre casado pide desesperadamente a la chica de sus sueños que le ayude, porque está enamorándose de ella: “Cierra la puerta a la tentación, no me dejes pasar, apártate de mí, te lo ruego, me estoy enamorando de ti y, cuando estoy contigo, pierdo la voluntad de ser fiel”.
La versión original de Hank Locklin, al que escuchamos en el Grand Ole Opry en 1962, suena así:

La canción que vamos a escuchar a continuación, I can’t help you (I’m falling too), es una respuesta a la anterior, en la que la mujer le responde que, desgraciadamente, no puede ayudarlo, ya que ella se está enamorando también. El tema fue grabado por Skeeter Davis a finales del mismo año, 1960, siendo los compositores de la canción los mismos que en el primer caso.

Escuchemos ahora, como es habitual, algunas versiones del tema que da título a la entrada. The Everly Brothers la incluyeron en The Everly Brothers Sing Great Country Hits (1963).

Charley Pride lo grabó en 1967, aunque su interpretación no se editó hasta 30 años después en Essential.

John Fogerty la versionó en su disco The Blue Ridge Rangers (1973).

Escuchemos a Conway Twitty y Loretta Lynn en este dúo de 1987.

La música country ha tenido el privilegio de disfrutar de las voces de Dolly Parton, Loretta Lynn o Tammy Wynette. Escuchémoslas en su álbum Honky-Tonk Angels (1993).

La malograda Puff Johnson, que murió de cáncer a los 40 años, la grabó para su álbum Miracle (1996), en una admirable versión de rhythm and blues.

Por último, Patty Loveless en su disco Sleepless Nights (2008).

El single más vendido de los años 30

that silver haired
Hace poco más de un mes os hablaba de los “cowboys cantantes” –entrada del 12 de febrero–, que causaron sensación en el cine de los años 30 y repercutieron muy notablemente en la evolución de la música country.
El más importante de todos ellos fue Gene Autry, autor, junto con Jimmy Long, de la canción que vamos a escuchar hoy. That Silver-Haired Daddy of Mine (“Ese padre mío de cabellos rubios”) ostenta el honor de ser el primer single que vendió nada menos que cinco millones de copias, por lo que se suele considerar el primer disco de oro de la historia.
En un principio, el disco de oro lo entregaba la propia compañía a aquellos discos que habían vendido al menos un millón de unidades. La RCA le dio el primero de ellos a la grabación de Glenn Miller Chattanooga Choo Choo (1942), pero la canción que vamos a escuchar hoy se adelantó unos cuantos años a esa hazaña, si bien no sería reconocida con un disco de oro “físico”.
En la actualidad, y desde que las certificaciones las otorga la RIAARecording Industry Association of America–, la exigencia es algo más “laxa”: 500.000 discos para el de oro y un millón para el de platino.
Escuchemos la grabación original de 1931, editada por Vocallion. La letra está dedicada al anciano padre del narrador. Este se lamenta de todas las penas que ha causado a su progenitor –más teniendo en cuenta que la madre murió y este tuvo que hacerse cargo de la familia– y concluye diciendo que si Dios le concediera el poder de volver atrás las páginas del tiempo, daría todo lo que posee con tal de expiar su culpa.

Su verdadero éxito advino a raíz de su inclusión en las películas que protagonizó Autry, Tumbling Tumbleweeds y The phantom Empire, ambas de 1935. Veamos una secuencia de la primera de ellas.

He aquí la versión de Jim Reeves.

Johnny Cash la incluyó en su disco The Last Gunfighter Ballad (1977).

Uno de los mejores dúos del country es el que formaron Phil y Don, los Everly Brothers, que la grabaron en Songs our Daddy Taught Us (1958).

La versión de Marty Robbins aparece en el recopilatorio Under the Western Skies, con 4 CDs.

En 2007 tres leyendas vivas del country, Willie Nelson, Merle Haggard y Ray Price (este último ya fallecido) se reunieron en el disco The last of the breed, y nos regalaron esta otra versión.