Don Schlitz trabajaba como programador informático en la universidad de Vanderbilt (Nashville), pero lo que realmente quería era componer. Conoció a su mentor, el también compositor Bob McDill, quien le animó en sus intenciones, y, en 1976, Schlitz, entonces de 23 años, escribió su primera canción.
Nadie se interesó por ella al principio, y, ni corto ni perezoso, la grabó él mismo. Dos años después, la estrella Bobby Bare se fijó en su ritmo, pero tampoco tuvo suerte, y se malogró antes de convertirse en single. Su verdadero éxito le llegó en la voz de Kenny Rogers, quien la grabó en noviembre de 1978. Su versión le valió el Grammy a la mejor interpretación masculina y a Don Schlitz el de la mejor canción. Hoy, es uno de sus temas más conocidos, si no el que más.
La canción inspiró la franquicia de películas The Gambler (hubo cinco entre 1980 y 1994, las cuatro primeras dirigidas por Dick Lowry y la última por Jack Bender), todas protagonizadas por el propio Kenny Rogers.
La letra presenta una metáfora acerca de cómo afrontar la vida. Narra una conversación en un tren “que no va a ninguna parte” entre un tipo y un jugador profesional. Este, con una terminología propia del póquer, le da consejos sobre cómo tener éxito en la vida. “Por tu mirada, veo que no te quedan ases; a cambio de un poco de tu whiskey te daré un consejo. Si quieres jugar la partida, tienes que aprender a jugarla bien: Tienes que saber con qué cartas quedarte, cuándo mostrarlas, cuándo retirarte, nunca cuentes el dinero cuando estés en la mesa; ya habrá tiempo de contarlo cuando acabe la partida. El secreto para sobrevivir es saber con qué cartas quedarte y de cuáles descartarte. Lo mejor que puedes esperar es morir mientras duermes”. ¡Hagan juego, señoras y señores!
Esta es la versión que Kenny Rogers lanzó al estrellato. La grabó para su álbum The gambler (1978).
Johnny Cash lo hizo para Gone Girl (1978).
Unos meses antes, Bobby Bare la interpretó para Bare (1978).
Escuchemos ahora la propuesta de Don Schlitz.
Para acabar, Blake Shelton la incluyó en su disco Songs of the Year (2006).
vanderbilt
Man in Black. Johnny Cash, 1971
¿Quién dijo que el country no hacía canciones protesta? La de hoy es una de las mejores muestras de lo contrario. Johnny Cash alcanzó un gran éxito con esta canción, quizá uno de sus mayores (sin perjuicio de sus conocidísimas I Walk the Line y Ring Of Fire, ambas escuchadas aquí). De hecho, a partir de este momento Johnny Cash será conocido como El hombre de negro. Cash escribió esta canción en un fin de semana de febrero de 1971, tras mantener una conversación con los estudiantes de la universidad Vanderbilt, en la que hablaron de los problemas de la sociedad de la época (en cierto modo universales). Utilizando la metáfora de los trajes negros, que solía lucir en sus conciertos, la letra explica por qué lo hace y, a medida que va desgranando sus razones, pone de relieve las fallas del sistema. Viste de negro por los pobres y los desheredados que viven en el lado sin esperanza de la ciudad, por el prisionero que hace tiempo que ha pagado por su crimen pero sigue ahí porque es una víctima más de los tiempos, por los que nunca han oído ni leído las palabras que dijo Jesús acerca del amor y la caridad, por los enfermos y ancianos, por las vidas que pudieron ser -una referencia a la guerra de Vietnam, ya que añade que cada semana perdemos a un centenar de jóvenes-, por los miles que han muerto creyendo que Dios estaba de su lado y por los que han muerto creyendo que nosotros estábamos de su lado. En definitiva, que le gustaría llevar un arcoíris todos los días pero, hasta que las cosas vayan mejor, será el hombre de negro. Según Rosanne, la hija de Johnny, esta canción tiene un significado especialmente profundo. En sus palabras, “refleja la tristeza, las convulsiones, la noche oscura del alma por la que pasaba frecuentemente”. Ésta es la original de Johnny Cash.
Dado que está tan íntimamente ligada a la carrera de Cash, es difícil encontrar a otro artista que la grabara. Escuchemos esta versión de Raul Malo (un nativo de Florida de ascendencia cubana) en un homenaje a Cash en 2013, con motivo del décimo aniversario de su muerte.