Ballad of Forty Dollars. Tom T. Hall, 1968

ballad of forty dollars

Tom T. Hall era conocido como “el contador de historias”, y, sin duda, pocas de sus canciones son más características que esta de esa faceta suya. En su juventud, trabajó con su tía en un cementerio, y buscaba inspiración en las conversaciones con la gente que iba allí a despedir a sus seres queridos.

Así surgió esta canción, cuyo protagonista es un sepulturero contratado para cavar la tumba y hacer los preparativos del funeral. La letra tiene un tono humorístico. El narrador y sus compañeros observan desde la distancia (no tiene traje, no le gustan las charlas sobre el “fuego del Infierno” y tampoco le apetece entretenerse, porque, cuando termine el acto, tiene que ir a trabajar y cortar el césped) a la gente que asiste al funeral. Admiran el coche en el que llega uno de los familiares o el elegante vestido de la viuda. El final también tiene ese tono humorístico e irónico que solía caracterizar a Hall: el fallecido le debía cuarenta dólares que ahora, supone, tendrá que dar por perdidos.

La canción salió como single en octubre de 1968 a través del sello Mercury Records y se convirtió en su primer Top 10 en las listas de country. En la letra, cita la conocida marcha militar Taps, lo que sugiere que el fallecido era un veterano de guerra; aunque por el título puede que no la conozcáis, seguramente la hayáis escuchado en más de una ocasión. Aquí la tenéis.

Vamos ahora con el tema en cuestión. Escuchemos la versión original de Tom T. Hall en su álbum de debut homónimo, que apareció en 1969.

Johnny Cash y Waylon Jennings la cantaron a dúo en su disco Heroes (1986). Os dejo con su interpretación.

En 1969 la versionó Dave Dudley en su disco One More Mile.

 

El silbato del tren (IV)

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Hank Williams también se fijó en uno de los subgéneros por excelencia del country: las canciones de trenes. California Zephyr fue grabada en 1951 y salió a la luz póstumamente –dos años después de su muerte– en 1955. Probablemente, este fuera su homenaje particular a su ídolo Roy Acuff, ya que la melodía y la letra parecen estar inspiradas en el éxito de éste Wabash Cannonball.

En 1969 Ray Griff escribió Canadian Pacific. El primero en grabarla fue George Hamilton IV pero la versión que vamos a escuchar se la debemos a un canadiense, Hank Snow. La letra habla de un hombre que se encuentra trabajando lejos del hogar y desea que el tren Canadian Pacific le lleve de vuelta a casa junto a su familia.

Guy Clark compuso Desperados waiting for a train en 1973. La versión que vamos a escuchar pertenece al grupo The Highwaymen, compuesto por Johnny Cash, Willie Nelson, Kris Kristofferson y Waylon Jennings, que se forjó en 1985. Su versión está incluida en su disco de debut Highwayman.

En 1975 Johnny Cash dedicó un álbum completo a los trenes. La canción que le daba título era Destination Victoria Station, en cuya letra hay una referencia a Casey Jones, un maquinista del que ya os he hablado en otro momento de la serie.

Love’s Gonna Live Here. Buck Owens, 1963

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En 1963 Buck Owens consiguió sus dos primeros números 1: el primero por Act Naturally, que ya escuchamos cuando tracé una breve reseña biográfica sobre el cantante; y el segundo por Love’s Gonna Live Here, que vamos a escuchar ahora.
Este fenómeno de ventas se mantuvo nada menos que 16 semanas en lo más alto de las listas, algo que no se volvería a repetir en el siguiente medio siglo, cuando Cruise, de Florida Georgia Line, superó el récord en el verano de 2013.
Quizá el secreto de su éxito residiera en el optimismo que rezuma la letra y en su melodía tan alegre. El sonido típico de Owens, el sonido Bakersfield, alcanza aquí uno de sus momentos culminantes. Pero, sin hacer de menos al cantante, el mayor mérito fue de la guitarra de Don Rich, quien moriría en un accidente de moto a los 32 años. En la letra, el protagonista confía en que el amor vuelva a llamar a su puerta.
Escuchemos la versión original de Buck Owens, que pertenece a su disco The Best of Buck Owens (1963).

Waylon Jennings la grabó al año siguiente en Waylon at JD’s.

La versión de Daryle Singletary está incluida en That’s Why I Sing This Way (2002).

Dwight Yoakam es un sincero admirador de Owens, a quien dedicó el disco-homenaje Dwight Sings Buck (2007).

Vamos con Tanya Tucker en My Turn (2009).

El tercer disco de Derek Ryan fue Dreamers and Believers (2012), en el que este tema sonaba así.

Una de las últimas versiones de este clásico es obra de Kacey Musgraves y Buddy Miller en el disco de este último, Cayamo Sessions at Sea (2016).

Farewell Party. Lawton Williams, 1959

farewell party
El autor de esta canción, Lawton Williams, cosechó un considerable éxito en los años 50 con sus baladas country. Lo suyo era fundamentalmente la composición y, aunque se conservan algunas grabaciones suyas, solía dejar que otros cantantes las versionaran.
Esta de hoy es de corte melancólico. El narrador imagina cómo será su «fiesta de despedida» –es decir, su funeral–cuando muera. Le pide a su pareja, de la que sigue enamorado (aunque ella no de él, según se desprende de la letra), que al menos finja que todavía le quiere.
El primero en grabarla fue Billy Walker en noviembre de 1959, pero su versión nunca llegó a ser editada. Lo sería en el álbum Cross the Brazos at Waco (1993).

La del propio autor, Lawton Williams, fue grabada al año siguiente y esta sí que salió al mercado.

Tras su éxito, multitud de cantantes se apresuraron a grabarla. En 1961 lo hizo Little Jimmie Dickens.

Johnny Bush la incluyó en su álbum Sound of a Heartache (1967).

Una de las mejores versiones se la debemos a Waylon Jennings en Just to Satisfy You (1969).

Gene Watson entró en las listas de los más vendidos cuando la interpretó en Reflections (1978).

Escuchemos a Alan Jackson en su álbum Under the Influence (1999).

Joe Nichols, que intenta mantener vivo el espíritu del country clásico, la incorporó a Revelation (2004).

Ed Bruce, un representante del outlaw country

ed bruce
Nuestro protagonista de hoy, Edwin Bruce, nació en Arkansas hace 79 años. Su carrera comenzó muy pronto, a los 17 años, y, aunque trabajó para sellos de prestigio como Sun Records, Capitol o RCA, no logró abrirse un hueco en la industria y se vio obligado a compaginar su trabajo con sus intervenciones televisivas. Su popularidad empezó a crecer tras componer el clásico del country Mama Don’t Let Your Babies Grow Up to be Cowboys (ya escuchada aquí), sobre todo a raíz de la grabación de Waylon Jennings y Willie Nelson.
Al contrario de lo que sucedió con otros cantantes de la época, su carrera fue in crescendo y, de hecho, sus últimos trabajos en los 80, antes de retirarse, tuvieron más éxito que los de su juventud. El pasado año, la universidad de Arkansas le otorgó el premio de la música country a su trayectoria.
Su único número 1 fue You’re the Best Break this Old Heart Ever Had, escrita por Wayland Holyfield y Randy Hatch e incluida en One to One (1981). Su título juega con el doble significado de «break»: ruptura y oportunidad.

En 1983 compuso con Ronnie Rogers My First Taste of Texas, en la que el protagonista recuerda a su amada, que fue su primer contacto con Texas.

Uno de sus últimos singles llevaba por título Nights y lo encontramos en Night Things, de 1986. El autor teme la llegada de la noche, porque es entonces cuando más echa de menos a su amada.

Under Your Spell Again. Buck Owens y Dusty Rhodes, 1959

under your spell
Aunque Alvis Edgar Owens, conocido por todos como Buck Owens, ya llevaba en esto del country unos tres años, esta que vamos a escuchar fue la canción que lanzó su carrera. El single apareció en julio de 1959 y antes de que terminara el año había llegado al puesto 4 de las listas. La compuso con Dusty Rhodes, un intérprete de la steel guitar en cuyo grupo había trabajado Buck unos años antes, cuando vivía en el estado de Washington.
El potencial de este tema, y de otro que sacó ese mismo año, Second Fiddle, hizo que su discográfica, Capitol Records, convenciera a Owens de trasladarse a Bakersfield, donde hizo famoso el llamado sonido Bakersfield.
En su letra, un hombre vuelve a encontrarse bajo el influjo de una mujer que en el fondo sabe que no le conviene. «Me tienes bajo tu hechizo otra vez, diciendo las mismas cosas otra vez, haciéndome creer que eres solo mía», dice el estribillo.
Vamos ya con la grabación original de Buck Owens en 1959.

Ese mismo año la grabó Ray Price.

Ahora, una versión rockabilly de este clásico del country. Johnny Rivers la incluyó en Johnny Rivers Rocks the Folk (1965).

Waylon Jennings y Jessi Colter la cantaron a dúo en el disco del primero Ladies Love Outlaws (1972), aunque fue grabada el año anterior.

Para su primer single en 1989, Shelby Lynne eligió versionar esta canción.

Uno de los grandes admiradores contemporáneos de Buck Owens es Dwight Yoakam, que la incluyó en Dwight Sings Buck (2007).

Carl Belew, del Louisiana Hayride al estrellato

carl belew
El protagonista de hoy nació en Oklahoma en 1931. Su niñez y adolescencia coincidieron con los peores años de la Gran Depresión, período durante el cual tuvo que hacer múltiples trabajos para sostener económicamente a su familia.
Carl buscó refugio en la música y muy pronto aprendió a tocar la guitarra. Debutó en el programa radiofónico Louisiana Hayride, especializado en country, y firmó su primer contrato discográfico en 1955 con Four Star Records. En este sello trabajaba, a la sazón, Patsy Cline, la primera en grabar las composiciones de Carl Belew. De ahí dio el salto a Nashville, donde empezó a trabajar para Decca Records. Más recordado como compositor que como solista, entre los cantantes que grabaron sus temas cabe citar a Skeeter Davis, Don Gibson, Jim Reeves, Leon Russell, Gene Vincent, todos de country; o Andy Williams, Engelbert Humperdinck o la actriz Debbie Reynolds, de otros géneros. En 1976, entró en el Salón de la Fama de Compositores de Nashville y murió en 1990. Escuchemos algunas de sus composiciones.
Su primer single fue también uno de sus mayores éxitos. Hablo de Am I That Easy to Forget, escrita por él y W. S. Stevenson, seudónimo de Bill McCall. Un hombre no puede concebir que su amada se marche con otro y se pregunta retóricamente si es que él es tan fácil de olvidar.

Escuchemos la versión de Jim Reeves, el cantante «de la voz de terciopelo», publicada póstumamente en 1973.

Crystal Chandelier fue escrita por Ted Harris y Belew la incluyó en Twelve Shades of Belew (1965).

La versión más conocida de esta canción es la de Charley Pride.

El primer éxito importante de su carrera fue Stop the World and Let Me Off (1957); en esta canción, el protagonista «ha jugado el juego del amor y perdido». Está tan deprimido, que quiere que «paren el mundo y le dejen salir».

Entre las versiones de este clásico, la de Merle Haggard es sensacional.

La de Waylon Jennings pertenece a su disco en directo Waylon Live.

Más recientemente, en 2003, Dwight Yoakam la grabó en I’ve always been crazy: Tribute to Waylon Jennings.

Adiós a un héroe de la guitarra

reggie young
El pasado 17 de enero se despedía de nosotros para siempre Reggie Young, a la edad de 82 años y tras una carrera de seis décadas. Su nombre podría pasar un tanto desapercibido, pero Young fue uno de esos guitarristas en la sombra al que escuchamos en multitud de canciones country (y de otros estilos) que hoy son consideradas clásicos.
Trabajó habitualmente en Memphis, un híbrido entre el country de Nashville y el blues del delta del Mississippi, y en esas coordenadas se movía también Reggie: «Soy una especie de cruce entre B.B. King y Chet Atkins», se definió en una entrevista en 2017. Young fue miembro del grupo The Memphis Boys, que entró en 2007 en el Salón de la Fama de músicos de Nashville.
Trabajó con multitud de artistas. En 1964, fue uno de los músicos que abrió la primera gira estadounidense de Los Beatles. También lo hizo con Elvis Presley. En Suspicious Minds se habla de que no es posible mantener una relación si se desconfía eternamente: «No podemos construir nuestros sueños sobre mentes suspicaces». A la guitarra, Reggie Young.

También tocó la guitarra en la versión original de esta canción, obra de Mark James (aunque, desde que la grabó Elvis, su voz se adueñó del tema y la suya es la única versión que se recuerda). Escuchémosla.

Otra canción que nos viene a la cabeza al pensar en Elvis es In the Ghetto. Disfrutemos de Reggie Young a la guitarra.

En esa misma sesión, Elvis grabó también Kentucky Rain, con Reggie Young en su papel acostumbrado.

Escuchemos ahora Ebb Tide (1964), un tema casi instrumental en el que él toca la guitarra.

También intervino en algunas grabaciones de The Box Tops, como The letter (1967) o Cry Like a Baby (1968), que vamos a escuchar a continuación.

En 1968, la británica Dusty Springfied alcanzó un gran éxito con Son of a Preacher Man, incluida en el álbum Dusty in Memphis. Os dejo con ella y con Reggie a la guitarra.

A partir de 1972 se trasladó a vivir a Nashville y se centró en la música country. Uno de los clásicos de este género en los que se reconoce su presencia es la canción de Waylon Jennings Luckenbach, Texas (Back to the Basics of Love).

También colaboró con Willie Nelson. Aquí le escuchamos en Always on My Mind (1980).

En 2008 vio la luz el único álbum en solitario de Young, titulado Forever Young, parafaseando la canción de Dylan. A él pertenece Memphis Grease.

Para ese álbum también compuso un tema dedicado al lugar donde vivía, Leipers Fork. Nos despedimos con Coming Home to Leipers Fork.

Hank Cochran, un compositor muy prolífico

hank cochran
Nuestro protagonista de hoy nació en 1935. Después de una infancia complicada en la que sufrió diversas enfermedades –los médicos lo desahuciaron más de una vez–, salió adelante gracias, en parte, a la música. Su tío Otis solía llevarlo con él en sus múltiples viajes por la geografía americana y le enseñó a tocar la guitarra, estampa que quizá sirviera de inspiración a Clint Eastwood para su película El aventurero de medianoche.
A los 24 años decidió buscar fortuna en el country. Desde su Misisipi natal viajó a Nashville en autoestop y el azar quiso que conociera a otro de los mejores compositores que ha dado el country, Harlan Howard.
Con él escribió I Fall to Pieces –ya escuchada aquí, interpretada por Patsy Cline– y, desde entonces, su nombre empezó a sonar con fuerza en el panorama. A finales del mismo año, 1960, compuso uno de sus mayores éxitos en solitario, Make the World Go Away –también escuchada aquí–, la canción más recordada de Eddy Arnold. George Strait, Merle Haggard, Ronnie Milsap o Mickey Gilley fueron algunos de los cantantes que grabaron sus canciones, y su intervención fue decisiva, además, para convencer a los jefes de su sello de que contrataran como compositor a Willie Nelson. Murió en 2010. En 2014 entró a título póstumo en el Salón de la Fama de la música country.

Aunque su faceta como compositor fue lo más destacable de su carrera, también interpretó sus propias canciones y sacó algunos discos. Escuchemos su primer single y, a la vez, su mejor posición en las listas, si bien se quedó en un discreto vigésimo puesto. Sally was a good old girl (1962) es una animada canción en la que el narrador recuerda a su primer amor, a la que define como una buena chica. El tema fue escrito por su amigo Harlan Howard y Cochran lo incluyó en Going on Training (1965).

Ahora, Buck Owens en su disco On the Bandstand (1963).

Waylon Jennings la versionó en su álbum de debut, JDs (1964).

Veamos esta interpretación de Roy Clark en la televisión en 1969.

Y ahora que está a punto de cumplirse el primer aniversario de su muerte, termino con Fats Domino, que la grabó en clave rock en 1968.