La noche de los Grammy

grammy2017-logo

El pasado domingo tuvo lugar en Los Ángeles la 59ª edición de los premios Grammy, que reconocen lo más destacado de la música del año anterior, concretamente entre octubre de 2015 y septiembre de 2016. Todos los géneros están representados en la ceremonia; en el caso del country y sus estilos asociados (americana, góspel) estos fueron los protagonistas:

Sturgill Simpson, nacido hace 38 años en Kentucky, se alzó con el premio al mejor álbum country por su trabajo A Sailor’s Guide to Earth, nominado, además, como mejor álbum del año en la categoría general: no lo ganó, pero su sola presencia en ese «club» ya es un hito para el country. La competencia de Simpson para este premio era:

Brandy Clark, Big Day in a Small Town

Loretta Lynn, Full Circle

Maren Morris, Hero

Keith Urban, Ripcord

Maren Morris fue el artista country que más nominaciones acaparó esta edición, un total de 4. Al final ganó el de la mejor interpretación country por su single My Church.

Esta tejana de 26 años se vio las caras con:

Brandy Clark, Love can go to hell

Miranda Lambert, Vice

Carrie Underwood, Church Bells

Keith Urban, Blue ain’t your color

En la categoría de mejor interpretación en dúo o grupo, el premio ha recaído en una reinterpretación de un clásico del country, Jolene, obra de Dolly Parton con más de 40 años a sus pentagramas. Ahora la ha grabado de nuevo en una versión junto con el grupo a capela Pentatonix, compuesto por cinco miembros.

Los nominados para este premio eran:

Different for Girls, Dierks Bentley y Elle King

21 Summer, Brothers Osborne

Setting the World on Fire, Kenny Chesney y Pink

Think of You, Chris Young y Cassadeee Pop

Los compositores reciben el premio a la mejor canción country, que este año distinguió a Lori McKeena por Humble and Kind, interpretada por Tim McGraw.

Se impuso a:

Blue Ain’t Your Color, escrita por Clint Lagerberg, Hillary Lindsey y Steven Lee Olsen

Die a Happy Man, escrita por Sean Douglas, Thomas Rhett y Joe Spargur

My Church, escrita por Maren Morris

Vice, escrita por Miranda Lambert, Shane McAnally y Josh Osborne

Saliendo de las categorías netamente country, conviene mencionar a otras figuras que suelen dedicarse a estos menesteres. Así, Hillary Scott, una de las componentes de Lady Antebellum, ha presentado un álbum gospel en solitario, Love Remains, con el que ha ganado dos Grammys: el de mejor álbum de música cristiana contemporánea y la mejor interpretación de un single gospel por Thy Will.

En cuanto al mejor álbum de raíces evangélicas, el premio ha recaído en Joey+Rory por su álbum Hymns. Como recordaréis, una de las componentes de este dúo falleció el año pasado.

Willie Nelson también «cazó» su Grammy: el correspondiente a sus grabaciones de temas de George Gershwin para su álbum Summertime.

En las categorías de música americana los vencedores han sido:

Mejor álbum de Americana: This is where I live, William Bell

Mejor interpretación de Americana: House of Mercy, Sarah Jarosz

Mejor canción de Americana: Kid Sister, The Time Jumpers

Mejor álbum bluegrass: Coming Home, O’Connor Band con Mark O’Connor

Sweetheart of the Rodeo. The Byrds, 1968

TheByrdsSweetheartoftheRodeo
En alguna ocasión hemos escuchado temas de country que, directa o indirectamente, se pueden considerar precursores del rock, que nació oficialmente a mediados de los años 50. Esta relación de amor cristalizaría a finales de los 60 con la génesis del country-rock.
Hoy os traigo uno de los mejores ejemplos de este subgénero. Entre marzo y mayo de 1968, The Byrds se embarcó en una épica aventura: la grabación de su sexto disco, Sweetheart of the Rodeo, un hito del country-rock que aparecería en el mercado en agosto de ese mismo año en Estados Unidos y en septiembre en Reino Unido.
The Byrds se aglutinó en California en 1964 en torno a Roger McGuinn, con artistas como Gene Clark o David Crosby. El grupo estuvo en activo hasta 1973, fecha en que se disolvió. Aunque volvieron a reunirse más tarde, ya no alcanzaron el nivel de antes.
Este álbum, que contó con la colaboración de Gram Parsons, proponía un sonido tan distinto al que los fans de The Byrds estaban acostumbrados, que, aunque la crítica le dio su beneplácito, las ventas no terminaron de cuajar. Aparecieron dos singles, You Ain’t Going Nowhere y I am a Pilgrim.
El primero de ellos, con el que se abre el disco, fue escrito por Bob Dylan en 1967 en Woodstock. Aunque el de Minnesota la terminó grabando en 1971, los Byrds lo hicieron tres años antes.

Y aquí viene el segundo, I am a Pilgrim, una canción anónima, proveniente de la tradición popular.

You Don’t Miss Your Water es una canción soul de 1961 escrita por William Bell. Refiere un sentimiento de pérdida. Un hombre que ha sido abandonado reflexiona en estos términos: “No echas de menos el agua hasta que el pozo se seca”.

El protagonista de la siguiente canción es un personaje real, Charles Arthur –Pretty Boy– Floyd, un ladrón de bancos que alcanzó gran popularidad durante la Gran Depresión –llegó a ser declarado enemigo público número 1 después de la muerte de John Dillinger–. Era un ídolo del pueblo, ya que, a la vez que robaba los bancos, destruía los contratos de hipoteca de sus clientes, que se veían así libres de sus deudas; de hecho, su funeral fue el más multitudinario de la historia de Oklahoma. Woodie Guthrie, oriundo de este estado, le dedicó una canción folk, The Ballad of Pretty Boy Floyd (1939), cinco años después de la muerte del “Robin Hood de las montañas”. Esta es la versión de The Byrds.

Termino con Hickory Wind, escrita por Gram Parsons y Bob Buchanan. Se trata de una canción nostálgica en la que el narrador siente que el viento en los árboles de Carolina del Sur le transporta a su hogar.