Sixteen tons. Merle Travis, 1946

Este tema es uno de los más fácilmente reconocibles de la música country, ya que ha traspasado todas las fronteras imaginables y cuenta con versiones en países como Brasil (Roberto Neves), España (José Guardiola), México (Alberto Vázquez), Francia (Armand Mestral), Alemania (Freddy Quinn), Italia (Adriano Celentano) o incluso Taiwan (Chang Loo).
Otro lugar donde triunfó fue en la antigua Unión Soviética, por la imagen demoníaca que traslada del empresario, y en Moscú llegó a inaugurarse un local para conciertos llamado Dieciséis toneladas, donde cada vez que hay uno pinchan esta canción.
La versión original fue grabada por Merle Travis, aunque la más conocida es la que hizo Tennessee Ernie Ford en 1955, que se convirtió en un éxito inmediato. Aunque se considera que Travis, además de grabarla la compuso, en los años 60 del pasado siglo George S. Davis dijo que él había creado una canción en los años 30 llamada “Nine to ten tons”, un antecedente más que obvio de este gran éxito.
El padre de Merle Travis era minero, y la canción habla de este oficio. Hay un verso que parece escrito hoy, en plena crisis económica: “Mejor no me llames, no puedo ir, debo mi alma al almacén de la compañía”. En la época de la Depresión, e incluso antes, se puso de moda el llamado truck system, que consistía en que las empresas, en lugar de pagar a sus empleados con dinero, lo hacían con mercancías producidas por la propia compañía. Así, el empresario lograba un doble objetivo: “colocaba” sus productos al tiempo que se aseguraba del destino que el obrero daba a su “salario”, que se iba en pagar las deudas contraídas por este, un sistema conocido como debt bondage. Lo podemos ver en Las uvas de la ira, donde a la familia Joad le pagan por su trabajo con bonos que sólo se pueden canjear en determinados establecimientos. Esta explotación es la que veladamente denuncia Sixteen tons.
La letra habla de la dureza del trabajo del minero, que se refleja en la dureza de su carácter. “La gente dice que un hombre está hecho de barro, sangre, piel y huesos pero un hombre tan débil no puede aguantar tanto”. Acto seguido, se hace referencia a la difícil infancia del narrador: “Nací un día en que el sol no brillaba, fui criado en un cañaveral por una leona”. Después de tantos problemas no es de extrañar que el protagonista termine siendo violento: “Si me ves, apártate. Muchos no lo hicieron y muchos murieron”.
Os dejo con la versión original de Merle Travis:

Aquí tenéis la versión más conocida de Tennessee Ernie Ford: