La canción que vamos a escuchar hoy se encuentra a medio camino entre el folk y el country. Fue escrita por John Denver en homenaje a su amigo el científico francés Jean-Jacques Yves Cousteau, con quien compartía su pasión por la naturaleza.
Cousteau realizaba sus investigaciones oceanográficas a bordo del Calypso, un barco que el filántropo británico Loel Guinness le cedió para sus trabajos. Y, aprovechando que hay un estilo musical llamado Calypso, muy popular en el Caribe y América del Sur, y cuya seña de identidad son los tambores metálicos, Denver incorporó el sonido de unas campanas que recuerdan ese ritmo.
La canción se comercializó en 1975 junto con el single I’m sorry (que ya hemos escuchado aquí). La letra discurre sobre lo importante que es vivir siendo conscientes de la naturaleza que nos rodea y de todo lo que esta nos puede enseñar. También hay una referencia a The Silent World, título con el que se estrenó en Estados Unidos el documental de Cousteau Le monde du silence (1956).
John Denver incluyó el tema en su álbum Windsong (1975).
Cuando le di al play me saltó un anuncio de una canción de Bisbal y, realmente, ha sido un alivio fantástico cuando la voz de Denver ha empezado a sonar!!! Cuánta mezcla de estilos en esta canción, ya lo advertías, pero ha resultado curioso… casi me ha parecido incluso encontrar hasta un canto a la tirolesa allá por el minuto 2:50!!
Sí, una gran diferencia. Espero tener mejor gusto musical que eso, jaja. Lo del canto a la tirolesa, no lo había pensado pero es verdad (quien popularizó el canto a la tirolesa en el country fue Jimmie Rodgers allá por los años 30, a lo mejor es un homenaje vete tú a saber…)
Nunca me había planteado que el canto a la tirolesa pudiera tener cabida en el country y además, de forma consciente!!! voy a buscar algo de ese Jimmi Rodgers!
¡Qué gran voz la de John Denver! Me acuerdo de aquellos programas de Cousteau, que llegaron a tener tanto tirón televisivo como los de Félix Rodríguez de la Fuente. Saludos.
A mí me pilló demasiado joven como para acordarme pero por lo que he leído fue todo un fenómeno social que traspasó sus fronteras…