Sweet dreams. Don Gibson, 1956

Estamos ante una de las baladas country más importantes de la historia. Don Gibson la compuso en 1956, y pasó sin pena ni gloria. Pero tras la grabación original del propio Gibson, un joven de 24 años, Faron Young, grabó su propia versión y la llevó al segundo puesto de las listas country.
No obstante, la canción es recordada sobre todo en la voz de Patsy Cline, una de las más puras de todos los tiempos, que la grabó en 1963 como parte de su disco Faded Love. Se dice que a Patsy no le gustaba demasiado el uso de los violines en la canción, pero, en cualquier caso, le faltó tiempo para lamentarlo: el disco se vio malogrado por la muerte de Patsy en un accidente aéreo el 5 de marzo de ese año.
De modo que Sweet dreams fue una de las últimas canciones que grabó. Dio título, además, a la película de 1985 con Jessica Lange en la piel de la artista. La versión de Cline también fue utilizada en Infiltrados, de Martin Scorsese (2006). Luego, Tommy McLaine grabó su propia interpretación en 1966, y Emmylou Harris hizo lo propio en su número 1 de 1976.
La canción es agridulce y sencilla. Aunque la relación ha terminado, ella sigue teniendo “dulces sueños” con su chico, aunque reconoce que debería olvidarlo y amar de nuevo. La calidez de la voz de Cline hace que el tema se haya convertido en un clásico dentro del clásico de los desencuentros amorosos.