Ernest Tubb, el trovador de Texas

Ernest Tubb
Tubb nació en el seno de una familia de granjeros en 1914, hace ahora cien años, en lo que hoy es una ciudad fantasma de Texas. Durante su niñez y adolescencia, ayudó a su padre en las tareas propias de la granja, pero lo que le interesaba era la música. Admirador de Jimmie Rodgers, aspiraba a conocerlo algún día, pero la muerte de este último le privó de ese encuentro. Conoció entonces a su viuda, quien le prestó la guitarra de su ídolo y, conmovida por su entusiasmo, movió los hilos para conseguirle un contrato con una discográfica, la RCA.
Aunque sus primeros trabajos no tuvieron demasiado éxito, en 1941 alcanzó la fama con Walking the floor over you (ya comentada aquí). Dos años más tarde, le ofrecieron entrar en el Grand Ole Opry y formó su propio grupo, Ernest Tubb and the Texas Troubadours, en el que se rodeó de los mejores músicos.
En la década de los 60 se podía decir que tenía la mejor banda de música country de la historia, con Leon Rhodes, Buddy Emmons y Buddy Charleton, los dos últimos especialistas en la steel guitar. Tubb, a quien todo el mundo conocía como E.T., consciente de que no tenía una gran voz y haciendo gala de un gran sentido del humor, dijo en una entrevista: “El 95% de los chicos que escuchan mi voz en los bares les dicen a sus novias: yo canto mejor que él”. Cuando le diagnosticaron un enfisema, Tubb siguió trabajando a pesar de los consejos de los médicos. Finalmente, murió de esta enfermedad en 1984.
Aquí tenéis una de las primeras canciones de su carrera, The soldier’s last letter, que llegó al número 1 en septiembre de 1944. Una canción patriótica, de ritmo lento y contenido melancólico, que evoca las últimas impresiones de un soldado que escribe una carta a su madre antes de morir en la Segunda Guerra Mundial. La melodía fue escrita por Redd Stewart, quien, después del ataque a Pearl Harbor, se alistó en el ejército y fue destinado al Pacífico Sur.

Deja un comentario