El country marca su territorio (XXIV)

carolina 2
68. Heads Carolina, Tails California. No a uno sino a dos… En efecto, esta canción hace referencia a dos estados que, además, se asocian con una manera opuesta de vivir. El estado sureño de Carolina y California, uno de los paradigmas de la vida ajetreada del país. Jo Dee Messina debutó con este single en 1996, en el que le propone a su pareja jugarse a cara o cruz el lugar donde echar raíces para construir su vida. En realidad, lo único que realmente importa es que vayan juntos. La canción fue escrita por Tim Nichols y Mark D. Sanders y editada por el sello independiente Curb Records.

tennessee-map-575
69. Tennessee Stud. Evidentemente, el estado donde nació la música country –y cuya capital es sede del Grand Ole Opry y de gran parte de los sellos discográficos de este género– tenía que estar representada con holgura en esta serie. Empezamos por una canción compuesta por Jimmy Driftwood, ese profesor que se dedicaba también a componer, como vimos en la entrada dedicada a The battle of New Orleans. Esta que vamos a escuchar es su composición más versionada. Driftwood hila una historia divertida acerca de un semental de Tennessee. En 1825, el narrador sale de allí en dirección a Arkansas, por problemas con su familia política. En su nuevo destino se enfrenta con un forajido a cuenta de su caballo. “Le disparó y el otro cayó dándose un batacazo”. Cuando vuelve a Tennessee, le da su merecido a la familia de su novia, se olvida de esta y se enamora de una chica de cabellos dorados que monta una yegua. Finalmente, se casan, tienen un hijo y la yegua y el caballo tienen un potro. La primera versión de Eddy Arnold se convirtió en un éxito en 1959 y su interpretación le valió una nominación a los Grammy.

Escuchemos la versión de Johnny Cash, correspondiente a su álbum American Recordings, de 1994.

Por último, os dejo con una de las mejores versiones de este tema: la de Doc Watson para su álbum Tennessee Stud (2003).

70. Tennessee Flat-Top Box. A finales de 1961, salió esta canción escrita por Johnny Cash. La letra cuenta la historia de un chico de pelo oscuro, un as tocando la guitarra acústica (coloquialmente, flat-top box), que, en los comienzos de su carrera, actúa en un bar de Texas cerca de la frontera. Tanta popularidad hace que todas las chicas –“desde los 9 a los 90 años”– queden hipnotizadas con sus actuaciones. Algunas se van casa a hurtadillas y hasta empeñan sus joyas para disfrutar de su música. Un día, el chico desaparece del bar y sus fans le esperan día tras día, hasta que lo ven en el Hit Parade con su sueño cumplido.

En 1987, Rosanne Cash, la hija del maestro, nos regaló una versión que no desmerece en absoluto del original, y en la que Randy Scruggs, el hijo de Earl (de quien os hablé el pasado 28 de abril), se ocupa de los solos de guitarra.