Centenario de Eddy Arnold

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Tal día como hoy, el 15 de mayo de hace 100 años nacía en una pequeña localidad de Tennessee Richard Edward Arnold, que se daría a conocer como Eddy Arnold, «the Tennessee Plowboy» («el arador de Tennessee», lógicamente un juego de palabras con «the Tennesssee Playboy»), apodo que se ganó en su juventud por su pericia como granjero.

Para profundizar más en su vida podéis consultar, aquí, la reseña biográfica que le dediqué en su día. No podemos subestimar la influencia de Eddy en la música country y en el mundo del entretenimiento en general. A lo largo de su carrera, alcanzó nada menos que 28 números 1 y su voz suave, unida a las agradables orquestaciones de sus canciones, difundió el country entre un público muy numeroso. Los empresarios siempre estuvieron encantados con él, ya que tenía el don de llenar las salas de conciertos.

A diferencia de otros hijos de su generación, el éxito lo acompañó hasta muy avanzada su edad, aunque los años 50 y 60 fueron su época dorada. Murió días antes de cumplir los 90, y el New York Times lo recordó con estas palabras: «Eddy Arnold, el crooner que convirtió el country en una música elegante y vendió más de 85 millones de discos en siete décadas, murió el jueves. Tenía 89 años».

Su primer single fue Please Mommy Stay Home With Me (1944), con una letra moralizante propia de su tiempo. Una madre deja a su hijo pequeño solo en casa para ir a una fiesta, a pesar de que éste le insiste en que se quede en casa con él. Cuando vuelve, su hijo ha enfermado y, finalmente, muere. Ahora ella se arrepiente de haberse ido para «satisfacer su malvada vanidad». En la última estrofa, el narrador advierte a las madres de que no descuiden su deber.

Uno de sus temas más conocidos fue I’ll Hold You in my Heart (Till I Can Hold You in My Arms), que ya hemos escuchado aquí. Un muchacho promete abrazar a su pareja con el corazón hasta que pueda hacerlo con sus brazos. El tema, de 1947, se mantuvo nada menos que 21 semanas en el número 1, un récord que comparte con otras tres canciones (I’m Moving On, de Hank Snow; la versión de Webb Pierce de In the Jailhouse Now, de Jimmie Rodgers; y Cruise, de Florida Georgia Line en 2013 (claro que esta última lo tuvo más fácil porque ahora cuentan también las descargas digitales). Os dejo con Eddy Arnold.

Otra de sus canciones de cabecera fue Tennessee Stud, obra de Jimmy Driftwood de 1959. La grabación de Arnold le valió una nominacion a los Grammy ese año. La letra habla de un viajero que cabalga en un semental de Tennessee y por el camino se encuentra con una chica que tiene una yegua procedente del mismo estado. Lógicamente, él se enamora de la chica y el caballo de la yegua.

En River of Country también os he hablado de Make the World Go Away (aquí podéis ver la entrada). Su grabación, en 1965, constituyó un acabado ejemplo del sonido Nashville, tan en boga entonces. El protagonista le pide a su pareja que le siga amando; así, será tan feliz que tendrá la sensación de que «desaparece el mundo».

Escuchemos Turn the World Around (1967), compuesta por Ben Peters. En ella, el narrador pide perdón a su amada tras una pelea y le asegura que enmendará sus errores.

Su último single fue To Life, un tema nostálgico en el que el narrador echa la vista atrás y agradece la vida que ha llevado. Pertenece a su disco After All These Years (2005).

Eddy Arnold, el chico de la voz melodiosa

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Tennesse nos ha dado multitud de estrellas de la música country: Eddy Arnold es una de ellas. Nuestro biografiado nació en 1918 en una granja del condado de Henderson. Llevaba la música en las entrañas: su padre tocaba el fiddle, y su madre, la guitarra. Tuvo que dejar los estudios para ayudar a su familia y se buscó un trabajo de lo más peregrino como ayudante en un depósito de cadáveres.
A los 16 años, decidió probar fortuna en el mundo de la música country y trabajó en diversas emisoras radiofónicas hasta que, en 1943, consiguió entrar en el Grand Ole Opry. A partir de ahí, empezó su apoteósica carrera, vendiendo 85 millones de discos y alcanzando las 147 entradas en las listas de la música country (ostenta la medalla de plata, tras George Jones).
Debido al éxito que alcanzó en los años 40, le ofrecieron un programa de televisión, The Eddy Arnold Show, que inició su andadura en 1952 y se mantuvo en antena cuatro años. El auge del rock and roll perjudicó un poco su carrera, aunque no por ello dejó de sacar discos y de situarlos entre los más escuchados de Estados Unidos.
Arnold murió con las botas puestas. El mismo año en que nos dejó, 2008, consiguió entrar en la lista de los éxitos ¡a los 89 años! con su tema To life, lo que lo convirtió en la persona de mayor edad en colocar una canción en la prestigiosa lista de la revista Billboard. Entre su primer éxito y su última entrada en las listas, hay una diferencia de 62 años…
Aquí tenéis uno de sus numerosos números 1, I really don’t want to know, de 1953. La letra de esta sencilla balada romántica se pregunta, en boca del protagonista, cuántos labios han hecho “brillar el alma” de su amada. Pero es una pregunta retórica. En realidad, prefiere no saberlo.

Escuchemos ahora la versión en japonés de este clásico. Se titula Shiritakunai no (1970) y la canta la dulce voz de Kazuko Matsuo.