Las grabaciones de Bristol: el debut de los grandes

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Hasta ahora hemos visto algunas grabaciones de música country: las de Eck Robertson con Henry C. Gilliland, Fiddlin’ John Carson o Vernon Dalhart. Todas ellas tenían un punto en común: los artistas debían desplazarse a Nueva York para grabar, ya que las discográficas no contaban con ninguna otra sede. Esto cambió en 1927, cuando algunos productores visionarios de la Okeh Records o la Columbia decidieron enviar personal de su compañía en busca de nuevos talentos en el centro y el sur de Estados Unidos, caldo de cultivo de la música country.
Ralph Peer era uno de ellos. Dejó la Okeh por la Victor Talking Machine Company y fundó un estudio de grabación en la pequeña localidad de Bristol, Tennessee, concretamente en un almacén de sombreros de State Street. Pidió ayuda a su amigo Stoneman para localizar nuevos talentos en las zonas rurales y, siguiendo su consejo, se trasladó a los Apalaches –sobre todo Georgia, Carolina del Norte y Tennessee– y reclutó a varios músicos de la zona.
Entre el 25 de julio y el 5 de agosto de 1927, se desarrollaron maratonianas sesiones de grabación en Bristol, en las que actuaron el propio Ernest Stoneman, quien formó un grupo, los Dixie Mountaneers, Ernest Phipps, Eck Dunford, los Blue Ridge Corn Shuckers, Blind Alfred Reed o B. F. Shelton, todos ellos de carrera efímera.
Sin embargo, las sesiones sirvieron para descubrir a dos gigantes de la música country: la familia Carter (cuyas grabaciones tuvieron lugar el 1 y 2 de agosto) y Jimmie Rodgers (que lo hizo el 4 de agosto).
La familia Carter grabó los siguientes temas: Bury me under the weeping willow, Little Log Cabin by the Sea, The poor orphan child, The storms are on the ocean, Single girl, married girl y The wandering boy. Por su parte Jimmie Rodgers hizo lo propio con The soldier’s sweetheart y Sleep, Baby, sleep.
Estos once días en Bristol sirvieron para descubrir tanto a la población americana como al resto de discográficas lo lucrativo que podía ser el negocio del country y, por ello, se les puede considerar el Big Bang del género.
Todo se lo debemos, en fin, al productor Ralph Peer, que publicó a artistas de jazz como Fats Waller, Louis Armstrong, Jelly Roll Morton, música popular de Hoagy Carmnichael, las Andrews Sisters o Glenn Miller, y a otros artistas country. El conjunto de su carrera le valió ser miembro del Salón de la Fama del country.
De la familia Carter, aquí tenéis The poor orphan child.

Y de Jimmie Rogers vamos a escuchar su nana Sleep, baby, sleep, con su inconfundible yodel. Será como un dulce viaje al pasado…

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