Freddy Fender en español

freddy fender

Hace algunos días comentaba que la ascendencia mexicana de Freddy Fender –nombre artístico de Baldemar Huerta– hizo que, aunque nacido en Texas, hablara perfectamente español. Hoy vamos a escuchar algunas de las canciones que este artista grabó íntegramente en esta lengua.

Empezamos por dos de las más representativas. En primer lugar, Before the Next Teardrop Falls, titulada para el público hispano Estaré contigo cuando triste estás. Obra de Vivien Keith y Ben Peters, Fender la grabó en 1975 y se convirtió en uno de sus grandes éxitos. Escuchemos la versión española.

La otra es Wasted Days and Wasted Nights o, lo que es lo mismo, Días y noches perdidos. Escrita en 1959, la primera de sus grabaciones cayó en el olvido, tras ser encarcelado por posesión ilegal de marihuana. Fender estuvo dos años en prisión y no retomó su carrera musical hasta la década de los 70, cuando volvió a grabarla.

Russell Smith escribió Third Rate Romance en 1974 y Amazing Rhythm Aces la grabó al año siguiente. Fender hizo lo propio con el título Amor de segunda.

En 1958 Joe Seneca compuso Talk to Me, que nuestro protagonista convirtió en Háblame.

Ahora, una canción de cine. En 1953 Sammy Fain y Paul Francis Webster escribieron, para Calamity Jane, Secret Love, que popularizaría Doris Day. Freddy grabó este Amor secreto con las esencias propias del country.

De su álbum Mi corazón español, escuchamos Si me das tu amor, que recuperaba una canción de finales de los 50, obra de Don Harris y Dewey Terry, llamada I’m Leaving It All Up to You.

Mis sueños está basada en el tema de Huey P. Long Please Mr. Sandman.

Al Byron y Paul Evans compusieron Roses are Red, que Freddy Fender tradujo como Las rosas lindas son.

 

Centenario de Eddy Arnold

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Tal día como hoy, el 15 de mayo de hace 100 años nacía en una pequeña localidad de Tennessee Richard Edward Arnold, que se daría a conocer como Eddy Arnold, «the Tennessee Plowboy» («el arador de Tennessee», lógicamente un juego de palabras con «the Tennesssee Playboy»), apodo que se ganó en su juventud por su pericia como granjero.

Para profundizar más en su vida podéis consultar, aquí, la reseña biográfica que le dediqué en su día. No podemos subestimar la influencia de Eddy en la música country y en el mundo del entretenimiento en general. A lo largo de su carrera, alcanzó nada menos que 28 números 1 y su voz suave, unida a las agradables orquestaciones de sus canciones, difundió el country entre un público muy numeroso. Los empresarios siempre estuvieron encantados con él, ya que tenía el don de llenar las salas de conciertos.

A diferencia de otros hijos de su generación, el éxito lo acompañó hasta muy avanzada su edad, aunque los años 50 y 60 fueron su época dorada. Murió días antes de cumplir los 90, y el New York Times lo recordó con estas palabras: «Eddy Arnold, el crooner que convirtió el country en una música elegante y vendió más de 85 millones de discos en siete décadas, murió el jueves. Tenía 89 años».

Su primer single fue Please Mommy Stay Home With Me (1944), con una letra moralizante propia de su tiempo. Una madre deja a su hijo pequeño solo en casa para ir a una fiesta, a pesar de que éste le insiste en que se quede en casa con él. Cuando vuelve, su hijo ha enfermado y, finalmente, muere. Ahora ella se arrepiente de haberse ido para «satisfacer su malvada vanidad». En la última estrofa, el narrador advierte a las madres de que no descuiden su deber.

Uno de sus temas más conocidos fue I’ll Hold You in my Heart (Till I Can Hold You in My Arms), que ya hemos escuchado aquí. Un muchacho promete abrazar a su pareja con el corazón hasta que pueda hacerlo con sus brazos. El tema, de 1947, se mantuvo nada menos que 21 semanas en el número 1, un récord que comparte con otras tres canciones (I’m Moving On, de Hank Snow; la versión de Webb Pierce de In the Jailhouse Now, de Jimmie Rodgers; y Cruise, de Florida Georgia Line en 2013 (claro que esta última lo tuvo más fácil porque ahora cuentan también las descargas digitales). Os dejo con Eddy Arnold.

Otra de sus canciones de cabecera fue Tennessee Stud, obra de Jimmy Driftwood de 1959. La grabación de Arnold le valió una nominacion a los Grammy ese año. La letra habla de un viajero que cabalga en un semental de Tennessee y por el camino se encuentra con una chica que tiene una yegua procedente del mismo estado. Lógicamente, él se enamora de la chica y el caballo de la yegua.

En River of Country también os he hablado de Make the World Go Away (aquí podéis ver la entrada). Su grabación, en 1965, constituyó un acabado ejemplo del sonido Nashville, tan en boga entonces. El protagonista le pide a su pareja que le siga amando; así, será tan feliz que tendrá la sensación de que «desaparece el mundo».

Escuchemos Turn the World Around (1967), compuesta por Ben Peters. En ella, el narrador pide perdón a su amada tras una pelea y le asegura que enmendará sus errores.

Su último single fue To Life, un tema nostálgico en el que el narrador echa la vista atrás y agradece la vida que ha llevado. Pertenece a su disco After All These Years (2005).

Disco del mes (julio)

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Este mes Charley Pride, uno de los grandes veteranos del country, ha sacado a sus 79 años un nuevo disco, Music in my Heart.

Pride fue el primer cantante negro en abrirse camino en esto del country y el pasado año cumplió nada menos que medio siglo sobre las tablas. Seis años después de su último trabajo, Choices, Music City Records presentó el pasado 7 de julio esta obra, en la que, a diferencia de tantas figuras actuales del country, Pride, ganador de tres Grammys, se mantiene fiel al sonido del country tradicional.

El autor confía en que sus fans no tengan que esperar tanto tiempo para disfrutar de su próximo lanzamiento, en el que ha estado trabajando simultáneamente y que posiblemente salga a la luz el año que viene.

Producido por Billy Yates, entre los compositores que han colaborado en Music in my Heart destacan Bill Anderson, Johnny Matthis, Tommy Collins y Ben Peters.

El tema con el que se cierra el álbum es precisamente el que le da título. Se trata de una canción de ritmo alegre, una celebración del amor que siente, que hace que tenga “música en el corazón”.

En You Lied to Me, escrita por Bill Anderson, el narrador recrimina a su pareja que lo abandonara diciéndole que con el tiempo la olvidaría. No ha sido así.

La letra de You’re Still in These Crazy Arms of Mine hace referencia al clásico de los 50 Crazy Arms, de Ray Price (que podéis escuchar aquí). El cantante evoca un amor de juventud y celebra que su amada esté todavía en sus brazos.

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The Two and Only. Bellamy Brothers, 1979

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Hoy vamos a comentar el álbum de un dúo compuesto por dos hermanos, que tuvieron bastante éxito en los 70 y 80, y siguen dando guerra tras más de cuarenta años.
The Two and Only fue el cuarto disco de estudio de Homer Howard Bellamy (1946) y David Milton Bellamy (1950), los Bellamy Brothers, y su primera incursión en las listas de álbumes country. Apareció bajo el sello Warner Bros./Curb Records y tres de sus canciones salieron como singles (Lovin’On, If I said you had a beautiful body would you hold it againt me y You Ain’t Just Whisling Dixie). El folk de May You Never, el leve blues de Miss Misunderstood y las reminiscencias pop de Why Did We Die So Young completarán la sesión de hoy.
Lovin’ On fue escrita por Ben Peters, y habla del amor del protagonista hacia su pareja, que puede vencer todos los obstáculos.

If I said you had a beautiful body would you hold it against me juega con el doble sentido en su título. Se podría traducir como: “Si dijera que tienes un cuerpo hermoso, ¿lo apretarías contra el mío?” o bien: “Si dijera que tienes un cuerpo hermoso, ¿lo utilizarías en mi contra?” David, uno de los coautores, explicó que la frase se la robó a Groucho Marx, que la solía utilizar en su programa de entrevistas You Bet Your Life, muy popular en los años 50. La canción fue un gran éxito en Estados Unidos –su primer número 1 tras Let Your Love Flow–, pero el primer lugar donde triunfó fue Reino Unido, concretamente Irlanda del Norte. La letra desgrana una serie de preguntas a la amada: “Si jurara que eres un ángel, ¿me tratarías como un diablo esta noche? Si estuviera muriendo de sed, ¿vendría el flujo de tu amor a saciarla?”

En 2005, la volvieron a grabar con una de las grandes divas del country, Dolly Parton.

You Ain’t Just Whistling Dixie es un homenaje al sur. Dixie fue el himno del bando sureño durante la Guerra de Secesión, pero, como dice la letra, es algo más: es un sentimiento. Carolina, Mississippi, Florida o la exuberante Georgia se citan en este tema, que narra “un nieto de las tierras sureñas y un heredero de la Confederación”.

May You Never es obra del británico John Martyn, y recuerda al clásico de Bob Dylan Forever Young, del que Martyn era un ferviente admirador. La canción es una sucesión de consejos: “Que nunca agaches la cabeza sin una mano a la que aferrarte, que nunca pierdas a tu mujer de la noche a la mañana, que nunca te tengas que hacer la cama en el frío de la noche, que nunca pierdas los nervios en una pelea de bar”.

Escuchemos, finalmente, Miss Misunderstood y Why Did We Die So Young, ambas de David Bellamy.

Charley Pride, el cantante country afroamericano de más éxito

"RCA Records"
Pride nació en Mississippi en 1938 en una familia de aparceros. Durante su infancia, asomaron sus dos grandes pasiones: la música country y el baseball. De adolescente fichó por diversos equipos de este deporte hasta que, a principios de los 60, lo abandonó para centrarse en su carrera musical.
El productor Chet Atkins, de la RCA, se fijó en él, y lo contrató en 1965, aunque ya antes había colaborado con otro sello más modesto, Sun Studios. Triunfar no era nada fácil: en el country de entonces sólo había sitio para los cantantes blancos, y durante los primeros años los productores se cuidaron de publicar su foto. A partir de 1967, cuando entró en el Grand Ole Opry, su carrera fue ya imparable. En sólo dos años, llegó a alcanzar nada menos que ocho números 1, y grabó el tema principal de la película Casta Invencible (1970), con Paul Newman.
Casi toda su carrera, fue fiel al sello que le vio nacer, la RCA, donde se mantuvo hasta 1986 y cosechó sus mayores éxitos: Mississippi Cotton Picking Delta Town, Burgers and Fries, Never been so loved in my life o Kiss an Angel Good Mornin’ (que escucharemos seguidamente). También ha grabado numerosos temas en homenaje a Hank Williams, como Kaw-Liga, Honky-Tonk Blues o You Win Again. En 2000, fue elegido miembro del Salón de la Fama de la Música Country y, en 2011, se anunció un biopic sobre su vida, si bien el proyecto no ha fructificado.
En los últimos años, su vieja pasión por el baseball ha renacido, desde que en 2010 se convirtiera en el principal accionista del club Texas Rangers Major League.
Vamos a escuchar su mayor éxito, Kiss an Angel Good Mornin’, un tema de 1971 escrito por Ben Peters. La letra es de una gran simplicidad. Cuando los amigos del narrador se encuentran con él por la calle y ven que siempre está feliz y sonriendo, se preguntan por la razón. Es simple: tener a un ángel al que dar un beso de buenos días, pensar en ella cuando estás fuera y amarla ”como un demonio” cuando regresas por la noche, es decir, que el secreto de la felicidad es un hombre y una mujer enamorados. Esta es la versión original de Charley Pride, un single perteneciente a su álbum Charley Pride Sings Heart Songs.

George Jones versionó esta melodía con su potente voz y el acompañamiento del virtuoso de la armónica Charlie McCoy.

Conway Twitty la grabó también en su disco I can’t see me without you (1972).

Más recientemente, en 2009, Alan Jackson la recuperó para su álbum Under the influence.