After the Fire is Gone. L.E. White, 1971

conway loretta

Una de las asociaciones de mayor éxito en el country fue la de Conway Twitty y Loretta Lynn, que comenzó en 1971 e hizo de ellos el dúo favorito de público y crítica durante toda esa década. Su primer single fue este After the Fire is Gone, obra del prolífico compositor L.E. White, con más de 200 canciones a sus espaldas. Esta la escribió para Loretta y Conway, para quien ya había realizado temas como I Love You More Today, I Saw My Angel Cry o I’m Not Through Loving You Yet. La letra asegura que “no hay nada más frío que las cenizas después de que el fuego se haya apagado”

Vamos con la grabación a dúo de Loretta y Conway, que aparece en su álbum We Only Make Believe y por la cual recibieron un Grammy.

Willie Nelson y Tracy Nelson (sin relación alguna entre ellos) la grabaron en 1974.

Freddy Fender eligió este tema para su disco de debut Before the Next Teardrop Falls (1974). Fender –cuyo nombre real es Baldemar Garza Huerta– nació en Texas de padres mexicanos, por lo que era bilingüe en español. Al final de la grabación, acaba precisamente cantando en esta lengua.

Ricky Lynn Gregg la grabó en clave country-rock en Get a Little Closer (1994).

Escuchemos la versión de Tanya Tucker en My Turn (2009).

Por último, un dúo grabado por Steve Earle y Allison Moorer en un disco de homenaje a Loretta Lynn, Coal Miner’s Daughter: A Tribute to Loretta Lynn (2010).

 

De viaje con el country

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Como su propio nombre indica, la música country es música de campo y la mejor forma de explorarlo es haciendo un viaje, un concepto muy recurrente en este género, como vamos a ver en este repaso a esas canciones en las que el viaje, ya sea por carretera o en otro medio de transporte, desempeña un papel fundamental.
Empezamos con una canción de Willie Nelson, On the Road Again (1980), que ganó el Grammy a la mejor canción country al año siguiente. Willie la compuso para la banda sonora de Honeysuckle Rose, de Jerry Schatzberg. Su letra constituye una invitación en toda regla a ponerse en camino: «En la carretera otra vez, yendo a sitios en los que nunca he estado, viendo cosas que puede que no vea más, no puedo esperar para echarme a la carretera».

John Denver compuso Take Me Home, Country Roads en 1971. Aquí habla de su deseo de que las carreteras comarcales le lleven a su casa en Virginia Occidental. Con más de un millón y medio de copias, se ha convertido en una de las canciones más conocidas de Denver.

Alabama Song, de Allison Moorer, habla de la importancia no ya del viaje como objetivo último, sino de las personas que nos acompañan en él. «¿Vas a Alabama? Me gustaría ver el Golfo de México. Si vas, llévame contigo. Pero si vas a California, está bien, cualquier sitio vale. Supongo que lo único que quiero es ir contigo».

En 1964, Roger Miller grabó King of the Road, acerca de un vagabundo («un hombre de medios sin ningún medio») que ha hecho del movimiento su forma de vida, y a quien el ingenio de que hace gala le ha valido el sobrenombre de «rey de la carretera».

En Leaving on a Jet Plane, también de John Denver, el viaje se hace más por obligación que por placer. El protagonista se despide de su amada antes de coger un avión que le separará de ella.

La canción que traigo a continuación, I’ve Been Everywhere, fue escrita en 1959 por Geoff Mack y popularizada tres años más tarde por Hank Snow. Un hombre que hace autoestop inicia una conversación con el tipo que le ha recogido, enumerando las ciudades por las que ha pasado.

Hemos escuchado varios ejemplos de canciones de carretera y otro de un viaje en avión. ¿Qué tal si nos montamos en el tren? 500 miles es un tema folk de autoría desconocida que fue popularizado a raíz del revival del folk en los años 60 del pasado siglo. En este lamento, el protagonista emprende un viaje en tren que le aleja 500 millas de su casa y se siente nostálgico por volver a ella. La primera grabación que se conserva es la de The Journeymen (1961).

Y, cómo no, no podía faltar en nuestro viaje una de las canciones más famosas de Johnny Cash, Folsom Prison Blues. Un recluso de esta prisión oye desde su celda el silbato del tren y envidia la libertad que deben sentir los viajeros que van en él.

Disco del mes (agosto)

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El mes de agosto, por razones obvias, no es muy dado a traernos novedades discográficas reseñables, pero la que glosamos hoy es de gran calidad.

El álbum Not Dark Yet, primera colaboración de las cantautoras y hermanas Allison Moorer (1972) y Shelby Lynne (1968), salió a la venta el pasado 18 de agosto, editado por los sellos Thirty Tigers y Silver Cross Records. Consta de 10 canciones, todas, excepto la última, versiones de otros cantantes. Su sonido intimista se ve subrayado por la producción del británico Teddy Thompson, procedente del mundo del folk.

La canción que da título al disco, Not Dark Yet, es una versión de un tema que Bob Dylan escribió en 1997 a George Harrison, quien ya se encontraba enfermo de cáncer, y que incluyó en su disco Time Out of Mind. El narrador adquiere plena conciencia de que su final se acerca: “He seguido el río, he llegado al mar, he caído al fondo de un torbellino de mentiras. Ya no busco nada en los ojos de nadie, a veces mi carga es más de lo que puedo soportar. No está oscuro aún pero está llegando”.

Every Time You Leave es una versión de un tema de los Louvin Brothers y, desde luego, hace justicia al original. Aquí, el narrador no puede soportar que su pareja le abandone, pero una y otra vez está dispuesto a perdonarla y acogerla de nuevo, porque es la única forma que encuentra de seguir viviendo.

El disco se cierra con una composición original de Moorer y Lynne. En palabras de Moorer, Is It Too Much habla del profundo vínculo entre dos personas, que trasciende todas las cosas, y de cómo el amor hace que cada uno lleve la carga del otro de buen grado.

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Disco del mes (marzo)

down to believing Cinco años después de su último trabajo, Crows, Allison Moorer vuelve a la primera plana con su disco Down to Believing, editado el pasado 17 de marzo por el sello Entertainment One y producido por su amigo Kenny Greenburg. Se trata de su octavo álbum de estudio –¡qué lejos queda ya ese Alabama Song de 1998!– y las trece canciones que lo componen le han llevado dos años de grabaciones durante los cuales la vida de Moorer ha sufrido diversos avatares: el divorcio de su marido, Steve Earle, y el autismo de su hijo, diagnosticado hace tres años. El disco le ha valido multitud de críticas elogiosas y hasta se ha llegado a decir que es el mejor de su carrera. Ella misma firma la rockera canción que lo abre, Like it used to be, un tema que sugiere que el cambio es inevitable. Es el primer single que ha salido del álbum. Thunderstorm/Hurricane describe la tristeza de la narradora, que “gota a gota” desaparece “como si nunca hubiera estado aquí”. Es otra de las canciones que ha escrito en solitario, junto con la anterior y Blood, dedicada a su hermana. Os dejo ahora con el tema que da título al disco, Down to Believing, escrita por Allison Moorer, Audley Freed y Keith Gattis. La única que no es original suya lleva por título Have you ever seen the rain?, obra de John Fogerty de 1971 y grabada con la Creedence. Moorer la incluyó porque su sello le pidió una versión y ella es una gran admiradora de John Fogerty. Down to Believing en Amazon

El country marca su territorio (II)

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3. Alabama Song. A diferencia de Cowboy Copas, Allison Moorer, la creadora de esta canción, sí nació en Alabama, y su amor por la tierra se nota en los sugerentes lugares que va citando. La cantautora, de 41 años, debutó en 1998 con este tema, y hasta la fecha ha editado ocho discos de estudio, dos álbumes compilatorios y 16 discos sencillos.

4. Old Alabama. Damos un salto en el tiempo hasta 2011, cuando Brad Paisley sacó este single perteneciente al álbum This is Country Music. Con la colaboración instrumental del grupo Alabama, la canción incluye referencias a canciones clásicas sobre este estado, tales como Why Lady Why, Love in the first degree o Dixieland Delight. Su sabor nostálgico añade profundidad a la letra.

5. Sweet Home Alabama. Indudablemente, es la canción que primero se nos viene a la cabeza cuando hablamos de Alabama. Obra de la banda de rock sureño Lynyrd Skynyrd, fue publicada en 1974 y grabada el año anterior en unos estudios de Georgia. Este clásico, creado por Ed King, Gary Rossington y Ronnie Van Zandt, fue compuesto como una especie de respuesta contrariada a dos canciones de Neil Young, Southern Man y Alabama, que abordaban los temas del racismo y la esclavitud en Alabama, denigrando, en opinión de Lynyrd Skynyrd, al estado. Además, la canción contiene referencias al gobernador George Wallace o al escándalo Watergate.

Al tío Oscar le gusta el country (y II)

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La película Convictos en el aire, con Nicholas Cage y John Cusack, logró dos nominaciones en 1997. Una de ellas fue por su canción How do I live, compuesta por Dianne Warren e interpretada por Lee Ann Rimes. En el mismo año fue grabada también por Trisha Yearwood, logrando una gesta insólita: quedó como número 2 en EE.UU., en un año en el que Candle in the wind, de Elton John, arrasó por el homenaje a Diana, la princesa de Gales. En la ceremonia la canción no tuvo la suerte deseada, ya que el Oscar se lo arrebató My heart will go on, de la triunfadora de la noche, Titanic. Aquí tenéis la versión original de Lee Ann Rimes:

En 1998 la cinta de Robert Redford El hombre que susurraba a los caballos, una de las primeras apariciones de Scarlett Johansson, reportó una nominación a Allison Moorer y a Gwil Owen, los compositores de A soft place to fall. En esta ocasión la canción ganadora fue When you believe, de El príncipe de Egipto.

Dolly Parton consiguió su segunda nominación al Oscar en 2005 por la canción Travellin’ thru, que aparece en la película Transamerica y rinde homenaje al género bluegrass; pues, en su letra, cita el clásico Wayfaring stranger, que ya escuchamos en una entrada anterior. El tema fue candidato también al Globo de Oro y al Grammy a la canción procedente de una película, pero no consiguió el Oscar por culpa de It’s hard out here for a pimp, de Paul Beauregard, Jordan Houston y Cedric Coleman. Os dejo con la canción:

Y el último tema country que ha sido nominado a tan preciado galardón figuró en la banda sonora de Country Strong (2010). Aunque el argumento de la película pueda parecer un tanto manido, destaca su banda sonora, que se compone de temas tan sobresalientes como este Coming home, cantado por Gwyneth Paltrow. La canción fue compuesta por Tom Douglas, Hillary Lindsey y Troy Verges, y perdió la partida frente a We belong together, de Toy Story 3, compuesta por Randy Newman. Escuchémosla: