Country Urbano (III)

Streets_of_Laredo_(1949)
6. The Streets of Laredo. Seguimos en Laredo con una de las baladas de cowboys más queridas de la música country, también conocida como The cowboy’s lament. Ha aparecido muchas veces en el cine, por ejemplo en Tres padrinos, de John Ford (1948); Muerte de un jugador, de John Hancock (1973); Brokeback Mountain, de Ang Lee (2005); o Bajo el paseo de la ley (1986) y Noche en la Tierra (1991), ambas de Jim Jarmush.
Fue publicada por primera vez en el libro de John Lomax Cowboy Songs and Other Frontier Ballads (1910). Como ocurre con tantas canciones folk, se ignora el nombre de su autor, aunque probablemente se le deba a Frank H. Maynard, tal como este declaró repetidamente a lo largo de su vida. La Asociación de Escritores Western la incluyó en su catálogo de las 100 canciones western más importantes de todos los tiempos.
Un cowboy desahuciado cuenta su historia a otro que pasa cabalgando junto a él. Ha sido alcanzado por una bala, y en sus últimas horas se arrepiente de la vida que ha llevado. Versionada por multitud de artistas, escuchemos, en primer lugar, la interpretación de Johnny Cash.

Ahora, la maravillosa versión de Marty Robbins.

Tex Ritter la incluyó en su álbum Blood on the Saddle.

He aquí la versión instrumental de Chet Atkins, perteneciente a su álbum The other Chet Atkins.

Esta grabación está incluida en el disco recopilatorio de los grandes éxitos de Jim Reeves.

7. Wacko from Waco. El cantante nacido en Texas Billy Joe Shaver, de 76 años de edad, hace un juego de palabras entre Waco, la ciudad donde pasó su infancia, y wacko (“chiflado” en inglés). La historia habla de un hombre que, en defensa propia, mata a un tipo en Waco. Curiosamente, en 2007 la ficción se hizo realidad cuando Shaver fue acusado de disparar, sin llegar a matarlo, a otro hombre también en defensa propia, por lo que fue absuelto. Escrita en colaboración con el gran Willie Nelson, pertenece a su álbum Live at Billy Bob’s Texas.

La última película

la última película
Hoy os invito a que veáis por primera vez –si no la habéis visto– o a que volváis a ver, en caso de que lo hayáis hecho ya, una de las grandes películas de los 70, que, además, presenta una banda sonora country de excepción. Me refiero a La última película, de Peter Bogdanovich (1971). Basada en una novela de Larry McMurtry, guionista de Brokeback Mountain y autor de La fuerza del cariño, la historia se desarrolla a principios de la década de los 50 y narra la vida cotidiana en un pueblo de Texas (McMurtry es de allí y conocía bien el ambiente).
Los personajes se hallan en la encrucijada del paso de la adolescencia a la edad adulta, y se enfrentan como todo el mundo a la soledad, el amor, los celos…, todo ello con el fondo de la amistad que une a los dos protagonistas, Sonny (Timothy Buttons) y Duane (Jeff Bridges), que se disputan las atenciones de Jacy (la debutante Cybill Shepherd). Los más veteranos lidian, a su vez, con el recuerdo de la juventud perdida, así Sam el León, Ruth Popper o los padres de Jacy. La película tuvo ocho candidaturas a los premios Oscars y recibió dos estatuillas por sus interpretaciones secundarias. En 1990, Bogdanovich dirigió Texasville, una secuela también basada en una novela de McMurtry, que se centra en la vida de los personajes treinta años después de La última película. Y sus seguidores esperamos ávidos She’s Funny That Way, que el cineasta terminó de rodar en 2014 y que, en principio, se estrenará en Estados Unidos este verano.
La banda sonora fluye de manera natural en la cinta. Percibimos las canciones –nada menos que 17– cuando alguno de los personajes pone la radio, y entre ellas sobresale el clásico de Hank Williams Cold, cold heart (ya escuchada aquí), y otras canciones muy populares en la época, de Pee Wee King, Lefty Frizzell, Hank Snow, Jo Stafford y muchos otros.
Texas fue un inmenso granero de honky-tonk en la época, y no es de extrañar, por tanto, la propensión de la banda sonora por este estilo. He aquí la grabación original de Slow Poke (1951), de Pee Wee King, Redd Stewart y Chilton Price.

La siguiente canción, You belong to me, también fue escrita por Wee, Stewart y Price, aunque la versión que escuchamos en la cinta es la más popular de Jo Stafford. Un apunte: en realidad, y al igual que la anterior, You belong to me fue escrita por Price en solitario, pero este incluyó en los créditos a King y Stewart para tener más publicidad y que se vendiera mejor. A juzgar por las ventas, acertó.

Os dejo con Give More More More (Of Your Kisses), interpretada por Lefty Frizzell y escrita por el propio Frizzell en colaboración con Ray Price y Jimmy Beck.

Why Don’t You Love Me (Like You Used to Do), de Hank Williams, aparece en los créditos finales y salió como single en 1950.

Ahora, una balada country de Hank Snow, A Fool Such As I en una interpretación que hizo Snow en 1965.

Por último, Rose, Rose, I love You, que triunfó en 1951. Escuchémosla en la voz de Frankie Laine.

Tammy Wynette, la Primera Dama de la música country

Tammy Winette
Virginia Wynette Pugh nació en 1942 en un condado del sur profundo de Estados Unidos, en Mississippi. Su padre murió cuando ella era un bebé y, debido a la precariedad económica de la madre, se crió en casa de sus abuelos maternos. Tras abandonar el colegio, hiló un trabajo tras otro: recepcionista, camarera y estudió peluquería (su peinado era muy característico).
Aunque siempre sintió pasión por la música country, no encontró apoyo en su primer marido, y no fue hasta mediados de los años 60 cuando se trasladó a Nashville y firmó su primer contrato con el sello Epic Records (1966). Fue entonces cuando escogió su nombre artístico por sugerencia de su productor Billy Sherrill, quien le dijo que le recordaba a Debbie Reynolds en la película Tammy and the Bachelor (Tammy, la muchacha salvaje).
Dos años después alcanzó su mayor éxito con Stand by your man (que ya hemos escuchado aquí), con la que ganó un Grammy y que le reportó un disco de oro –llegó al medio millón de copias vendidas en 1970– y otro de platino en 1989, tras superar el millón.
En 1969 se casó con el también cantante de country George Jones, de quien se divorciaría seis años después, en lo que fue todo un acontecimiento social. Su popularidad decayó y, en 1979, decidió publicar sus memorias, que tituló, como no podía ser de otra forma, Stand by Your Man.
Durante los años 70, Tammy Wynette y Loretta Lynn fueron las más aclamadas y exitosas estrellas country femeninas. En la siguiente década, la vida de Wynette estuvo marcada por sus problemas de salud. Fue hospitalizada en diferentes ocasiones y su carrera musical acabó antes de lo previsto. Murió en Nashville a los 55 años de edad. A su multitudinario funeral –celebrado en el Ryman Auditorium, sede del Grand Ole Opry– acudieron unas 1.500 personas.
Escuchemos D-I-V-O-R-C-E, su otro éxito de 1968, que aborda un tema del que llegaría a ser toda una experta: se divorció cuatro veces, una de ellas sólo 40 días después de casarse.
La canción fue escrita por Bobby Braddock y Curly Putman. La letra describe cómo una pareja a punto de divorciarse intenta suavizar la realidad ante su hijo de cuatro años, deletreando la palabra divorcio en lugar de hablar abiertamente sobre él. El tema se ha utilizado en películas como Mi vida es mi vida (1970) o Brokeback Mountain (2005). Aquí tenéis la versión de Tammy Wynette en un directo.

En 1969 Dottie West la incluyó en su álbum Feminine Fancy.

Dolly Parton también versionó la canción.

 

King of the road. Roger Miller, 1964

king of the road
Si hace dos semanas calificaba Six days on the road como el “himno” de los camioneros, hoy os traigo un tema que podríamos definir como el de los vagabundos.
King of the road, publicada en enero de 1965 por Smash Records –que significa “discos de éxito” y, sin duda, este lo fue, nada menos que el mayor de su catálogo– llegó al número 1 en Estados Unidos, Reino Unido y Noruega, al 5 en Irlanda, y arrasó en la ceremonia de los Grammy de 1966 (mejor single y mejor interpretación masculina de Roger Miller, quien también se cobró el premio al mejor álbum por The return of Roger Miller).
La canción es un himno a la libertad: el protagonista es un vagabundo que no tiene nada, “ni teléfono, ni piscina, ni mascotas, ni cigarrillos”. Por no tener, no tiene ni casa, ya que alquila caravanas para dormir, que suele pagar “empuñando la escoba”. Pero, a pesar de ello, es feliz y se considera a sí mismo “el rey de la carretera” o, de otra manera, “un hombre con recursos aunque sin recursos (económicos)”.
El cine se ha servido de este tema en títulos como En el curso del tiempo (Wim Wenders, 1976), Brokeback Mountain (Ang Lee, 2005) o Hacia rutas salvajes (Sean Penn, 2007).
Escuchemos primero la versión original de Roger Miller, que es la más conocida con diferencia.

Os dejo a continuación con una versión que aparece en el disco de debut de los Statler Brothers, Flowers on the Wall (1966).

Los gemelos escoceses The Proclaimers la grabaron en 1990.

En 1996 Randy Travis versionó este tema en su disco Full Circle.

El grupo germano The wise guys la versionó, adaptando la letra al alemán.

El country gay

bandera gay
En la entrada de hoy, y con motivo del Desfile del Orgullo Gay que recorre las calles de Madrid desde las 18:00 de esta tarde, abordaré un tema muy infrecuente en la música country.
Tengo el placer de presentaros a una figura pionera, rompedora: el cantante gay Patrick Haggerty, natural de Seattle, que en 1973 editó el álbum Lavender Countrycountry de lavanda o country lila–, considerado el primer disco gay en la historia de este género.
Reacio a la expresión de sentimientos homosexuales –al igual que sucedía con el western hasta el estreno de Brokeback Mountain en 2005–, el álbum fue condenado al olvido y apenas si vendió 1.000 unidades. En marzo de este año, un sello de Carolina de Norte, Paradise of Bachelors, lo ha reeditado. Según declaraciones de Haggerty a la revista Pitchfork, “el 98% del público norteamericano encontró el disco inaceptable y había que apartarlo de sus hijos a cualquier precio”. Lavender Country consta de 10 pistas, y quizá la más popular y controvertida sea Cryin’ These Cocksucking Tears, que comienza diciendo: “Lucho por el momento en que no haya hombres hetero porque todos tenéis una enfermedad común: no dais mucho amor y, sin embargo, lo tomáis cuando os place”.

En tiempos recientes, los cantantes country han hecho numerosos guiños a la comunidad homosexual. Así, la ganadora del Grammy Kacey Musgraves aconseja en una de sus canciones, Follow your arrow, de su álbum Same trailer, different park: “Besad a muchos chicos, o besad a muchas chicas si eso es lo que os apetece”.

En 1981, Ned Sublette escribió Cowboys are frequently, secretly fond of each other, que aquí escuchamos en la versión de Willie Nelson de 2006.

En 1992 Garth Brooks alcanzó un gran éxito, otro más, con We shall all be free, en la que declara que todos “seremos libres cuando podamos amar a quien elijamos” cuyo vídeo musical obtuvo un premio de la Asociación de Música Country al año siguiente.

Y en julio del pasado año, el joven cantante de Illinois Steve Grand nos presentó su tema All-American Boy, en el que el narrador expresa sin inhibición su amor por otro hombre. Preguntado por el impacto de su obra y acerca de si el género estaba ya listo para abrazar a una estrella gay, Grand mostró su esperanza de que las nuevas generaciones no se preocupen tanto por las etiquetas sexuales de los artistas. Desde luego, Grand está rompiendo moldes, y ya ha sido invitado a Good morning, America, uno de los programas más influyentes de la televisión estadounidense. A juzgar por el éxito de su álbum, se diría que el country sí está dispuesto a avalar, al fin, la normalización LGBT.

Y un último ejemplo. En la serie de televisión Nashville, creada por Callie Khouri y estrenada en 2012, hay un personaje ficticio, Will Lexington, que es gay y se hace pasar por heterosexual para triunfar en el country. Según Khouri, los prejuicios contra la comunidad homosexual son más patentes aquí que en otras corrientes musicales. Os dejo con el tema What if I was willing, que interpreta Chris Carmack en el papel Will Lexington, y que ha cantado en directo en el Grand Ole Opry.