Goldie Hill, una de las pioneras del country

goldie hill

Argolda Voncille Hill nació en 1933. Su hermano mayor fue el cantante de country Tommy Hill, que, si bien trabajó con los grandes –Hank Williams, Webb Pierce o Smiley Burnette, entre otros–, no llegó a conocer el éxito. Pero fue él quien introdujo a Goldie –nombre artístico, ¿quién ha oído hablar de una cantante llamada Argolda?– en este mundillo.

La joven fichó por Decca Records y se convirtió en una de las primeras mujeres que triunfó en el country, uniendo su nombre a los de las legendarias Kitty Wells o Jean Shepard. Su primer single, Why Talk to My Heart, apareció en 1952. Durante esa década gozó de una inmensa popularidad, gracias sobre todo al álbum de dúos grabado junto a Justin Tubb, el hijo de Ernest. Tras su matrimonio con Carl Smith en 1957, prácticamente abandonó su carrera para dedicarse a su familia. Reapareció en los años 60 bajo el sello Epic Records, pero desde 1968, cuando sacó su último disco, apenas supimos nada de ella, hasta su muerte en 2005.

Escuchemos ahora su segundo single, el que más éxito tuvo de su carrera. I Let the Stars Get in My Eyes fue escrita por Slim Willet en colaboración con el hermano de Goldie, Tommy, en 1953. Al igual que en It Wasn’t God Who Made Honky-Tonk Angels (ya escuchada aquí) lanzado por Kitty Wells el año anterior, este tema surgió también como una canción-respuesta a otra popularizada por Perry Como, Don’t Let the Stars Get in Your Eyes (1952), compuesta en este caso por Slim Willet. Como advertía a una chica de que no se enamorara de otro durante su ausencia con estas palabras: «No dejes que las estrellas te cieguen los ojos, el amor florece por la noche pero por el día muere, yo soy el único que siempre te amará».

En la canción respuesta, la ausencia de él ha sido tan prolongada que la narradora reconoce que «ha dejado que las estrellas se interpusieran en sus ojos y que la luna le robara el corazón». Escuchemos la canción de Goldie Hill.

Ahora vamos con el tema que dio lugar a esta canción en la versión de su autor, Slim Willet.

 

Hawkshaw Hawkins, el halcón del country

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Harold Hawkins nació en 1921 en Virginia Occidental. Tras la Segunda Guerra Mundial firmó un contrato con King Records, donde gozó de una notable popularidad con temas como Pan American o Dog House Boogie, y entró en el Grand Ole Opry. Cuando su carrera estaba en lo más alto, murió en el accidente aéreo de 1963 que también le costó la vida a Patsy Cline y Cowboy Copas cuando se dirigían a un concierto.Escuchemos su único número 1, Lonesome 7-7203, que fue, además, su última grabación. Compuesta por Justin Tubb, el single de Hawkins salió solo tres días antes de su fatal accidente. En esta balada un chico cambia su número de teléfono tras separarse de su novia: no puede soportar que siempre que lo llaman sea para preguntar por ella. A él le gustaría que su chica apuntara su nuevo número por si un día cambia de opinión y quiere volver a su lado. ¿Dónde podría localizarlo? Pues en «Solitario 7-7203».

El compositor, Justin Tubb, señaló que habría sido más apropiado que la cantara una chica, ya que el hombre suele ser el que se tiene que ir tras una ruptura, y por eso se la ofreció en primer lugar a Jean Shepard, la mujer de Hawkshaw. Sin embargo, el sello pensó que el tema ayudaría a relanzar la carrera de éste y, desde entonces, curiosamente, las versiones más conocidas han sido cantadas por hombres.

El actor y cantante Burl Ives la grabó en 1967.

Tony Booth, un representante del sonido Bakersfield, consiguió un gran éxito con su versión de 1972.

El single de debut de Darrell Clanton, en 1983, fue este Lonesome 7-7203.

 

2016: Un año para la historia

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Hoy toca mirar atrás, hacer repaso; y empezamos con una selección de diez canciones que me han convencido en este 2016. Todas ellas presentan un denominador común y es el tratamiento pop que las acompaña y que parece haberse adueñado ya del cuerpo de la música country. Como todas las listas, esta puede pecar de subjetividad, pero ¡qué importa! Procedamos ya al donoso escrutinio de estos diez singles.
Blue Ain’t Your Color. El noveno disco de Keith Urban, Ripcord, ha producido varios singles, entre ellos este, que vio la luz en agosto. La interpretación de Urban le ha valido una nominación para los premios Grammy, que tendrán lugar el próximo 12 de febrero. Compuesta por Hillary Lindsey, Clint Lagerberg y Steven Lee Olsen, nos presenta a un tipo que observa a una mujer en un bar que lo está pasando mal en su relación, y piensa que quizá ese no sea el hombre apropiado para ella.

Hands of Time. Margo Price ha debutado este año con su disco Midwest Farmer’s Daughter, del que hasta la fecha han salido dos singles, uno de ellos este, que escuchamos en marzo. En la más pura tradición de la música country, narra la vida llena de sinsabores de una mujer que se lamenta de las “crueles manecillas del tiempo”.

Vice. En julio aparecía este Vice de Miranda Lambert como parte de su álbum The Weight of These Things. La canción fue escrita por ella misma junto con Shane McAnelly y Josh Osborne.

21 Summer. Este año ha visto la luz el segundo álbum de Brothers Osborne, Pawn Shop. Este que vamos a escuchar es su cuarto single, obra de los miembros del dúo y Craig Wiseman. El narrador recuerda un amor de verano de su juventud.

From the Ground Up. Vamos con otro dúo, el compuesto por Dan Smyers y Shay Mooney. En su segundo trabajo, Obsessed, encontramos este tema, escrito por ellos junto con Chris DiStefano. Se trata de una balada country que ilustra el principal objetivo que habríamos de seguir en la vida: encontrar el amor verdadero y vivir la vida junto a la persona amada.

Better Man. Como anticipo del disco que sacará Little Big Town en 2017, The Breaker, en octubre saboreamos este single, concebido por Taylor Swift. Una mujer, que ve que su relación no tiene futuro, desea que su pareja sea un hombre mejor, pero, a la vez, no puede evitar seguir echándole de menos.

My Church. El disco de debut de Maren Morris, Hero, contiene este tema, candidato en la próxima edición de los Grammy en la categoría de mejor canción country. La verdadera iglesia de la protagonista es, según la letra, la música country y su verdadera redención la encuentra cuando escucha country en la radio.

Hometown Girl. Figura en el próximo disco de Josh Turner, cuyo título todavía no ha sido anunciado. El tema, obra de Marc Beeson y Daniel Tashian, expone las virtudes de una chica de campo.

Came Here to Forget. En mayo de este año salió el décimo trabajo de Blake Shelton, If I’m Honest. Dos meses antes apareció este single, que firman Craig Wiseman y Deric Ruttan. Un hombre y una mujer intiman en un bar tras superar ambos una ruptura sentimental y se proponen seguir adelante “hasta que no recordemos lo que vinimos a olvidar”.

Setting the World on Fire. En julio aparecía esta canción del disco de Kenny Chesney Cosmic Hallelujah, que incluye la colaboración de la cantante Pink. Escrita por Ross Copperman, Matt Jenkins y Josh Osborne, describe la noche de pasión de dos amantes que prometen “poner el mundo en llamas”.

Pasamos ahora al capítulo de las noticias, y lo hacemos de la mano del veterano Don Williams, que a sus 77 años ha anunciado que se retira tras seis décadas dedicado a esto del country. Todo lo contrario que Dolly Parton, quien a sus 70 años, y más vital que nunca, llevó a cabo una de las mayores giras de su carrera en Estados Unidos.
Este año también hemos celebrado el 50 aniversario de la Asociación de Música Country, que se dio un homenaje con el lanzamiento de un single, Forever Country, cantado por varias figuras de este género. Y en el Salón de la Fama de la Música Country ingresaron Fred Foster, Randy Travis y Charlie Daniels.
Entre los singles que han pegado fuerte, podemos mencionar Die a Happy Man, de Thomas Rhett que, aunque data de finales de septiembre de 2015, ha arrasado en esta temporada.
Finalmente, hagamos balance de los artistas que nos han dejado este año.
En febrero murió Sonny James, miembro del Salón de la Fama de la Música Country, a los 87 años.
El día de su cumpleaños –6 de abril– se nos fue Merle Haggard, pionero del sonido Bakersfield.
En mayo nos sorprendía la muerte de Guy Clark, conocido sobre todo en su faceta de compositor, si bien también grabó algunas canciones él mismo.
La mayor leyenda viva del bluegrass, Ralph Stanley, nos dejó en junio a los 89 años.
En septiembre, y con solo cuatro días de diferencia, cerraban los ojos el compositor John D. Loudermilk y Jean Shepard, una de las pioneras de la música country.
Por último, en octubre se despedía otro gran compositor, Curly Putman, a los 85 años de edad. Fue autor de canciones tan famosas como Green, Green Grass of Home –popularizada por Porter Wagoner– y co-autor de He Stopped Loving Her Today, un éxito para George Jones.
¿Qué nos deparará 2017?

Nuevas generaciones en el Grand Ole Opry

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En sus 90 años de historia, multitud de artistas han pasado por el Grand Ole Opry, tantos que, lógicamente, no habría espacio para enumerarlos todos. Tradicionalmente, actuar aquí ha sido el sueño de cualquier artista que se dedicara al country. Pero hablemos del estado de esta institución en la actualidad. Tras la reciente muerte de Jean Shepard –aquí podéis ver la entrada que le dediqué–, quedan 61 miembros en el Grand Ole Opry: hoy vamos a centrarnos en los más jóvenes y a escuchar alguna de sus interpretaciones más memorables en este recinto.
Carrie Underwood es la benjamina, nació en 1983. Además, fue elegida miembro con solo 25 años, otro récord. Como manda la tradición, fue otro socio del Opry, Garth Brooks, el encargado de «oficializar» su nombramiento. Veamos el vídeo de la noche en que entró en el Grand Ole Opry y cantó Jesus, take the Wheel a dúo con Vince Gill. El tema pertenece a su disco Some Hearts (2005), y fue escrito por Brett James, Hillary Lindsey y Gordie Sampson. La letra nos presenta a una madre, que está pasando por un mal momento y que, en Nochebuena, se dirige en coche a la cena familiar junto con su hijo recién nacido. Está punto de perder el control del vehículo, pero ve con alivio que su hijo está a salvo. Jesús ha tomado, pues, el volante, el control de su vida.

El siguiente en la lista es Josh Turner, nacido en noviembre de 1977. En octubre de 2007 el Grand Ole Opry se fijó en él para engrosar sus filas, invitado por el veterano Vince Gill. Escuchemos su dúo con Lorrie Morgan, también del Grand Ole Opry, interpretando Golden Ring. Popularizada por George Jones y Tammy Wynette en 1976, cuenta la historia de un anillo de boda que compra una pareja en una tienda de empeños y que vuelve a ella cuando el amor se acaba.

Por último, Blake Shelton, a sus 40 años, lleva seis como miembro de esta institución, a la que fue invitado por Trace Adkins. Escuchemos su éxito Gonna, que pertenece al álbum Bringing Back the Sunshine (2014).

Adiós a una mujer que abrió nuevos caminos

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El domingo nos despertábamos con una triste noticia para el country: la muerte de toda una pionera, Jean Shepard, a los 82 años de edad. En River of Country ya me ocupé de su figura (aquí podéis consultar la entrada que le dediqué).
Históricamente, en los años 40 y 50, el country parecía un terreno abonado para los artistas masculinos. Jean Shepard, junto con Kitty Wells, contribuyeron a que esto dejara de ser así, y abrieron el camino para otras mujeres como Loretta Lynn, Lynn Anderson, Tammy Wynette, Patsy Cline o Dolly Parton, que se hicieron un merecido hueco en la industria.
En 1955, se convirtió en la primera artista femenina en llegar al Grand Ole Opry, institución de la que formaría parte durante 60 años. Su gran oportunidad le llegó cuando cantó junto a Hank Thompson, quien quedó tan impresionado que convenció a Capitol Records para que le hiciera un contrato. Otro de los hitos de su carrera fue editar en 1956 uno de los primeros álbumes conceptuales de la música country, Songs of a Love Affair, también escuchado aquí.
A ese disco le siguieron nada menos que 24 de estudio y más de 70 singles. Shepard siempre abogó por mantener la música country «pura», sin influencias del pop. Así, en una entrevista concedida en noviembre de 2015 decía sin ambages que «el country de hoy ya no es country y soy muy firme sobre ello. Se lo diré a cualquiera que quiera oírlo y a los que no también. La música country de hoy no es genuina». Un poco antes, en 2013, y en respuesta a unas desafortunadas declaraciones de Blake Shelton en las que «ninguneaba» la música country tradicional, Jean salió a la palestra para defender el gran legado de la época dorada. En 2014 publicó su autobiografía, Down Through the Years, en la que diseccionaba la música country en los tiempos en que esta estaba repleta de sueños y sabiduría. Aunque la enfermedad del Parkinson se la haya llevado, siempre podremos escuchar sus canciones.
Su primer single fue Crying Steel Guitar Waltz (1952), cuyo título hace referencia al sonido lastimero, parecido a un llanto, de la steel guitar. La canción fue escrita por Shorty y Dolly Long.

Al año siguiente llegó uno de sus grandes éxitos, A Dear John Letter, un dúo junto a Ferlin Husky. Una mujer escribe a un soldado que ha partido a la guerra para anunciarle que se ha casado con su hermano.

Cuando Bill Anderson, el compositor de la siguiente canción, Slippin’ Away, fue homenajeado por sus 50 años de música country, Jean Shepard cantó este tema, que ya había convertido en un éxito en 1973. Una pareja asiste impotente a la desintegración de su amor: «Siento cómo se escapa entre los dedos, lentamente, en unos pocos días más se habrá ido». Llama la atención la espléndida voz que conservaba a tan avanzada edad.

A Satisfied Mind. Joe Red Hayes y Jack Rhodes, 1954

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Hoy os propongo una balada escrita hace más de sesenta años. Su autor, Joe Hayes, se inspiró en su madre, y el título, A Satisfied Mind, fue fruto de una conversación familiar. Su suegro le preguntó quién creía que era la persona más feliz del mundo, él enumeró varios candidatos y su suegro le replicó: “Estás equivocado. Es el hombre con una mente satisfecha”.
La letra habla de lo superfluo de nuestro modo de vida, que solo concede importancia al dinero. Comienza diciendo: “Cuántas veces has oído a alguien decir: ‘Si tuviera su dinero podría hacer las cosas a mi modo’, pero qué poco saben lo difícil que es encontrar a un hombre rico de cada diez con una mente satisfecha”. Y concluye: “El dinero no puede comprar de vuelta la juventud cuando eres viejo o a un amigo cuando estás solo o a un amor que se ha enfriado; una cosa es cierta, cuando llegue mi hora dejaré este mundo con una mente satisfecha”.
Escuchemos la versión original de Joe Red Hays en 1954, que apenas si tuvo eco.

Porter Wagoner la popularizó en 1955 y su versión llegó al número 1.

Red y Betty Foley también la grabaron en 1955.

Escuchemos ahora a una de las primeras mujeres en despuntar en el country, Jean Shepard, también en 1955.

Una voz alejada del country, Ella Fitzgerald, la incluyó en The First Lady of Song, el mismo año que las anteriores.

Cowboy Copas, que falleció en el mismo accidente de aviación en el que perdió la vida Patsy Cline, la incluyó en Opry Star Spotlight (1962).

Escuchemos la pureza de la voz de Joan Baez en Farewell, Angelina (1965).

Sonny James la versionó para su If she helps me get over you (1973).

Al final de su vida Johnny Cash grabó este tema, cuya versión apareció, antes de salir en disco, en Kill Bill Vol. 2 de Tarantino (2004).

Willie Nelson en Country Music (2010).

Su última gran versión es la de Lee Ann Womack, que la incorporó a The Way I’m Livin’ (2014).

Cuando una casa…

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… no es un hogar. Este es el título de la canción que vamos a escuchar hoy. Un joven compositor de poco más de veinte años, Roger Miller, llegó a la música country. Según sus coetáneos, era muy descuidado y no ponía mucho celo en guardar sus canciones, así que no es de extrañar que otros compositores se apropiaran de sus ideas, todo un regalo para la comunidad country de Nashville. Era tan desprendido, que este clásico, When a House is not a Home, obra suya, se la dio a Jimmy Dickens (como escucharéis en la grabación de Patsy Cline, incluso ella anuncia que la canción que va a cantar es de Dickens).
Estamos ante una magnífica balada, muy en la línea del sonido Nashville en boga por aquellos años. La letra describe la soledad de alguien que llega a casa y no hay nadie para recibirlo. “Me acerco a la puerta y odio meter la llave; el vacío es lo único que me espera… Cada día que pasa soy como un prisionero cumpliendo condena, así es, pregunta a alguien que viva solo, así es cuando una casa no es un hogar”.
Escuchemos una actuación en directo de Patsy Cline a principios de los 60.

Ahora, George Jones en su George Jones Sings like the Dickens (1964).

Don Gibson la incluyó en Too Much Hurt (1965).

Jean Shepard la versionó para su Heart, We Did All that We Could (1967).

Little Jimmy Dickens, el primero que la popularizó, la grabó nuevamente en su álbum Jimmy Dickens Comes Calling (1969).

El autor, Roger Miller, la grabó a su vez en A Trip in the Country (1970).

Connie Smith también la incluyó en su repertorio. Escuchemos su grabación en Where is My Castle (1971).

Ferlin Husky, el cantante que nunca se fue

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Ferlin Eugene Husky nació en Missouri en 1925. Su tío le enseñó a tocar la guitarra, y en sus años mozos ejercitó sus destrezas en bares honky-tonk. Tras su paso por la Segunda Guerra Mundial, se dedicó a la música de forma profesional, trabajando primero como disk-jockey. En 1953 firmó su primer contrato con Capitol Records, sello al que se mantuvo fiel casi toda su vida.
Su dúo con Jean Shepard, A Dear John Letter, entrañó su primer número 1 en las listas. En 1958 llegó una de sus canciones más conocidas, The Wings of a Dove (ya escuchada aquí). Su éxito fue decayendo mediada la década de los sesenta, y se retiró en 1975. En 2010, un año antes de su muerte, entró a formar parte del Salón de la Fama de la Música Country.
Escuchemos uno de sus números 1, Gone, escrito por Smokey Rogers a principios de los años 50. Husky la grabó en dos ocasiones; la primera en 1952 en Hollywood, bajo el seudónimo Terry Preston (su verdadero nombre, decían, no era comercial), que no llegó a salir siquiera como single; y de nuevo en 1957, que vendió más de un millón de copias, ¡lo que son las cosas!
La canción se convirtió en una de las primeras representantes del sonido Nashville. Se trata de una balada en la que el narrador se lamenta por el amor perdido y no oculta su parte de culpa: “Desde que te has ido, mi corazón, mis labios, mis ojos borrosos por las lágrimas, llora un alma solitaria dentro de mí, me creía muy listo, rompí tu corazón, ahora te has ido”. Escuchemos las dos grabaciones.


Ronnie MacDowell la recuperó para su álbum de 1980 Going Going Gone.

Escuchemos la versión de The Fleetwoods, un trío compuesto por Gary Troxel, Gretchen Christopher y Barbara Ellis.

I’m thinking tonight of my blue eyes. Familia Carter, 1929

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Esta canción encierra en sí misma parte de la historia de la música country, ya que su melodía –con diferente letra– ha sido utilizada en diversos clásicos ya escuchados aquí: Great Speckled Bird, que cantó Roy Acuff en 1938; It wasn’t God who made honky-tonk angels, en la voz de Kitty Wells en 1952; o The wild side of life, interpretada por Hank Snow también en 1952.
Como sucede con tantos temas de los albores del country, se trata de una canción folk de autor desconocido, a la que A.P. Carter, el patriarca de la familia Carter, puso letra y vistió de gloria. Su éxito en 1929 propició sendas grabaciones en 1933 y 1935.
La protagonista recuerda con nostalgia los placeres vividos junto a su amado. Cuando éste embarca, “solo piensa en sus ojos azules”, pero no tarda en olvidarla y ella se pregunta si, cuando la tumba sea lo único que la rodee, irá a derramar alguna lágrima por el corazón que ha roto.
Escuchemos la grabación original de la familia Carter en febrero de 1929.

Esta es la versión que hizo Gene Autry para el sello Columbia en 1942.

Eddy Arnold la dotó de un ritmo decididamente alegre.

Os dejo con la interpretación de Hank Snow.

Una de las primeras mujeres en abrirse camino en esto del country, Jean Shepard, la versionó en 1956.

Marty Robbins también aportó su buen hacer a este clásico.

Escuchemos la versión de Nitty Gritty Dirt Band, perteneciente a su disco Will the Circle Be Unbroken (1972).

Uno de los mejores pianistas que ha dado el country, Floyd Cramer, la incluyó en su álbum Floyd Cramer Country (1976), acompañado por la voz de Pat Daisy.

Songs of a Love Affair. Jean Shepard, 1956

Se suele considerar que las primeras grabaciones de música country fueron las de Eck Robertson en 1922 (ver entrada del 6 de febrero). Desde esa fecha, y hasta la que nos ocupa, 1956, lo normal era que los intérpretes de country grabaran singles. La aparición del primer LP o álbum de larga duración country supuso toda una revolución. La empresa que dio el salto fue Capitol, que había sido fundada en 1942, entre otros por el gran Johnny Mercer.
Jean Shepard, una de las primeras estrellas femeninas del género, fue invitada a grabar 12 temas con una misma línea argumental, y de aquel proyecto surgió Songs of a Love Affair, cuya producción se prolongó durante nada menos que dos años. En 1960, ¡casi nada!, salieron sus primeros singles, The Mysteries of Life y Did I turn down a Better Deal. Multitud de profesionales trabajaron en la obra, el más conocido de ellos el guitarrista: un joven Buck Owens.
Escuchemos The Mysteries of Life, que habla sobre el misterio que representa para ella el amor y las rupturas matrimoniales.